Bonita© | Simbar

• Capítulo 08 •

Nuevo día, y más problemas que pronto se harían presentes. Salió de su habitación con temor de que los demás empezaran a hacer preguntas que ella no logre responder. Miró a su alrededor y soltó un suspiro de alivio, bajó las escaleras y ahí encontró a Luna.

- Ámbar... Tenemos que hablar - negó con la cabeza.

- No, lo siento, no tengo tiempo - dijo.

Oscuridad

Abrió sus ojos de golpe, el susto de que pudiera pasar eso la despertó del sueño. Se quedó acostada mirando a la nada, tenía tantas cosas que pensar, en espera que su acompañante de habitación despertara se puso a pensar que debería hacer con respecto a su vida. Si rendirse o seguir creando un plan, ¿Que ganaría con seguir creando plan?, podría fracasar como todos sus planes. ¿Y si se rendía?, no perdía nada, ya todo se lo han quitado; su casa, Simón, la pista, su identidad. Todo, absolutamente, todo. Sí, realmente eso le favorecería, después de todo, un cambio no le vendría mal. Pero todo cambio típico de ella, empieza con el cambio de look, y esta vez no sería la excepción.
Apenas la otra rubia quien decía ser su amiga se despertó, le pidió que si la podría acompañar al centro comercial, donde buscaría una peluquería y una tienda de ropa dark. Porque en estos momentos, la ropa color negro representaba su corazón que estaba hecho cenizas, pues, el fuego que había antes se apagó y solo quedaron sus restos. Y ese fuego que había antes era el amor, que se esfumó como todo lo bueno que le sucedía a ella en la vida.
Ya en la peluquería, le sugirió a su rubia amiga que vaya a comer ya que, siquiera le había dado tiempo de eso, porque prácticamente la sacó arrastras. Pero ella se negó, quería acompañarla en esta etapa de su vida, tan importante. Pidió un corte de cabello hasta los hombros y las puntas de su cabello de color rosado, y por el momento, quería tenerlo planchado. Y eso también se lo hicieron. Después se dirigieron a una tienda donde vendían todo lo que ella deseaba.
Pasó un tiempo y entraron a una cafetería desayunar, se encontraron con los queridos Jam and loosers, quienes disfrutaban de un desayuno muy amigable.

- ¡A ver, a ver! - rió la castaña de ojos esmeralda - ¡Una foto!, ya pronto volveremos a Buenos Aires, no quiero olvidar este momento.

- Luna, tiene razón, muchos se irán a estudiar a diferentes universidades, y la mayoría podría separarse, son momentos únicos que hay que disfrutar. Hay que tomarnos una foto, si o si - Habló la española pelirroja.

- ¿Jam and roller? - preguntó con una sonrisa en el rostro la mexicana poniendo en el medio de la mesa su mano

- ¡Jam and Roller! - gritaron animados al unísono todos los de la mesa.

- Que absurdos - la voz de la rubia mexicana hizo eco en el lugar, haciendo que todos ellos la miraran.

- ¡No mamen!¡Es Ed Sheeran! - una chica pelinegra conocida para ambas rubias, señaló a un chico pelirrojo pasando por ahí, lo cual hizo que llamara la atención de todos - Sorry, me equivoqué - sonrió maliciosamente.

- ¡Ludmi! - gritó Ámbar haciéndole señas a la chica para que se acerque a ellas - ¡Sentate con nosotras!

- ¿Qué? - se preguntaron todos los del Roller.

No por que aquella chica sea la que estaba en su equipo, si no por el cierto detalle que tenía su atuendo, estaba vestida de negro, y eso no era bueno. ¿O tal vez sí? -pensó Simón-. No era tal vez una mala idea soñar que ella cambiaría.

- ¿Qué tiene puesto? - habló Gastón - seguro se va a una fiesta de disfraces o seguro es temporal.

"Seguro... Seguramente... ¿Y si te cierro la boca?, ¿Qué insinuas? ¿Qué se ve mal?" pensó Simón nuevamente.

- ¡Gastón cierra tu maldita boca de una buena vez! - ordenó el castaño mexicano al cordobés que no paraba de hablar sobre ella.

- ¿Qué te pasa, Simón? - preguntó su amiga preocupada.

- nada... - apoyó su cara en su mano - solo que, necesito... Me quiero ir - dejó la plata en la mesa y se fue de ahí, a quien sabe donde.

(♪♪♪)

- Emilia, tengo que irme - se levantó - Te dejo el dinero y pagas por mí, ¿Sí? - la otra asintió - Gracias.

Caminó atrás de Simón quien estaba distraído en sus pensamientos, ella solo lo seguía, quería hablar con él. Lo necesitaba, quería abrazarlo. Pero el temor se lo impedía. Llegaron a la playa y se sentó en el muelle de la otra vez, la de su segundo beso. Pasaron unos minutos hasta que ella tomó valor y se sentó junto a él, decidió romper el silencio incómodo. Fingió toser.

- ¿P-Podemos...hablar? - preguntó tímida, empezó a jugar con sus dedos nerviosa.

- Sí, creo... - le sonrió

- Simón, lo pensé muy bien y, yo... Tú... - empezó a desesperarse.

- Tranquila, toma aire y sueltalo - le agarró una de sus bonitas manos.

- Yo... Yo... - él rodó sus ojos y tomó una de sus mejillas, acercó su rostro al de ella y la besó.

- Yo también siento cosas por vos, Bonita - sonrieron ambos.

No aguantó las ganas y lo abrazó, hace rato que deseaba hacerlo, y no iba a perder el momento. Quería que este momento durará para siempre, pero las cosas no son tan así.

- ¿Qué hiciste conmigo Álvarez? - preguntó sonriente, este ultimo le corrió un mechon que se interponía en la cara de ella.

- Te queda muy lindo - tomó delicadamente un mechón rosado - ¿Te lo has hecho hoy?

- Sí, ¿Realmente te gusta mi look? - sonrió más.

- Todo se te ve bonito, incluso el negro - la besó nuevamente.

Fue tan tierno, delicado y muy cariñoso al besarla, ella disfrutaba cada segundo lo más que pueda, porque aunque no quiera aceptarlo, esto era un sueño del cual despertaría muy muy pronto. Pero tal vez no siempre esta mal soñar y dejarse llevar, ¿Qué más puede perder?.

- Simón, vamos de a poco, ¿Sí? - habló la rubia tratando de llevar las cosas con calma.

- Esperaré todo el tiempo que sea necesario - la abrazó - Y quiero que sepas que, aunque el tiempo pase, mi amor durará por siempre. Mi corazón será tuyo eternamente, Ámbar Smith.

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Pd: lo subí antes porque soy súper buena c: