• Capítulo 07 •

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Este es un nuevo capítulo, pero le sigue al anterior. Porque lo deje corto y bueno ahre ♥

Parte 2/2

Ámbar.

  Lentamente nos fuimos separando, pegamos nuestras frentes. Cerré mis ojos, no podía evitarlo, ¿Cómo hacía él para hacerme sentir un torbellino de emociones en mi interior?. ¡¿Cómo?!. Me separé de él y di un largo suspiro.

— Simón, lo siento... — bajé la cabeza — No puedo, no es tan fácil. Me lastimaste.

— Acá el indignado debería ser yo, no vos. Porque tú me mentiste, ¿No te das cuenta? — mi expresión cambió a una de odio.

— ¡Deja de jugar conmigo de una maldita vez! ¡¿Querés?! — lo empujé haciendo que perdiera el equilibrio y cayera al mar. — ¡Simón! — grité

— ¡Tranquila!¡Puedo nadar hacia la orilla! — gritó desde abajo. Me encogí de hombros y empecé a caminar en dirección al hotel, necesitaba el consuelo de alguien que no sea Simón.

  Llegué a nuestra habitación y vi como una sonrisa se le dibujó en el rostro a Emilia cuando me vio.

— ¡Ámbar! — corrió hacia mi y me abrazó — ¡Me tenías preocupada, amiga!

— ¿S-Somos amigas? — una sonrisa pequeña se formó en mi rostro inconscientemente.

— Claro, yo sé por lo que has pasado con el Roller, no puedo evitar no apoyarte y, además, Somos equipo ¿No? — le correspondí el abrazo — Si me necesitas, estoy aquí. — nos separamos y ambas nos sentamos en mi cama.

— Gracias, Emilia — bajé la cabeza — en estos momentos necesitaba más que nada el apoyo de alguien, porque, estoy sola.

— Ya no más, ahora eres parte de los Sliders, y como ley, eres una más de nuestra familia. Matías, Lucas, Benicio, Ludmila, y yo, somos ahora tú familia — señaló mi corazón — y a ese corazón tuyo que tenés, que últimamente esta deprimido por todas las emociones que se te presentan, tiene que sentirse feliz. Porque vamos a darte la oportunidad que el Roller te sacó, y vamos a hundirlos a todos ellos, para que la tal Luna sepa quienes somos todos nosotros. Es ahora o nunca, dale donde más le duele, en el patinaje — sonrió.

— Tenés razón, hay que destruirlos, especialmente al parásito infernal de Lunita. Gracias por todo — le di una sonrisa sincera.

— Y si necesitas hablar con alguien, acá estoy, siempre — me guiñó un ojo — Por cierto, nuestra coach nos recomendó unos vestidos negros. ¿Te los muestro? — asentí.

  Fue al placard y sacó un vestido con encaje negro, seguido de eso, también unas calzas negras transparentes, rotas en la parte de los muslos. Muy bonitas a mi parecer. Era cuestión de horas para que enfrentemos al Jam and Roller, a los que decían ser mis amigos, a los que me dieron la espalda cuando más los necesitaba, y los que no tuvieron la piedad de culparme sin poder darles explicaciones. Y lo peor de todo, le perdonaron la vida a Jazmín y a Delfina, quienes también fueron mis cómplices en todos mis errores, ¡Parásitos!. Claro, la mala de la historia soy yo casi – Más bien la mayoría de veces – siempre. ¿Y siempre será así?.

— Mañana será un gran día — sonrió victoriosa — ¿Ya sabés cuál va a ser tu peinado?

— No, aún no lo tengo decidido... — me tiré a la cama — ¿Te importa si me duermo?

 Bonita© | SimbarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora