Capítulo 6-

126 3 0
                                    

-¿TE BESÓ? ¿Y QUE TAL?

-¿CÓMO FUE? ¿NO TE DIJO TE QUIERO? QUE CHICO MÁS RARO…

-¿EN SERIO, DE QUE HABLASTEIS? ¿CÓMO TE SENTISTES?

Berta, Mery, Carolina y Montse, no paraban de hacerle preguntas a Sandra. Se dirigían hacia la casa de ésta a coger dinero para cenar más tarde.

-Bueno, el primer beso fue raro. Se lanzó él, por supuesto. Ya luego me sentí mejor, se me fueron los nervios.

-Menos mal –dijo Mery, sonriéndole.

-Y nada… estuvimos hablando normal, cómo…

-¿Cómo? –dijo Montse.

-Cómo unos simples amigos. –miró hacia abajo.

Las 4 se miraron mutuamente luego Berta, dijo:

-Bueno, ahora vamos a disfrutar del sábado ¿no? ¡Vamos sube y coge dinero, Sandra! Avisaremos a los chicos.

-¿Cómo? ¿Vienen a cenar con nosotras? –dijo Sandra sorprendida.

-Claro, ve y coge el dinero, anda. –dijo Mery.

Sandra desapareció escaleras arriba. Berta empezaba a avisar por whatsApp a los chicos.

-Oye, ¿Qué pensáis de Martín y… Sandra? –dijo Carol.

Tardaron en contestar.

-Bueno, yo no le veo futuro. Ya lo hablé con Sandra una vez, está lejos, y es la primera vez que habla…bueno que está así con un chico –dijo Mery.

-No sé… yo pensaba que funcionaría, pero noto rara a Sandra, cómo… -dijo Berta-cómo…

-Desilusionada –la interrumpió Carol.

-Sí…-suspiró Berta.

-Eh, por ahí se acerca los chicos –dijo Montse.

Todas miraron hacia la izquierda, allí venían todos ellos. También había otro chico más. No muy guapo, pero tampoco feo, tenía un poco de melena y  los ojos muy negros.

Ángel besó a su novia Mery. Y luego todos se saludaron con una sonrisa. Luego oyeron bajar a Sandra.

Abrió la puerta que daba a la calle y vieron a todos ellos mirándola.

-Esto… hola a todos –dijo Sandra avergonzada.

Todos la saludaron.

-Bueno vámonos –dijo Berta, poniéndose al lado de Iván.

Salieron de cenar de una pizzería. Hacía un poco de frío, y Sandra estaba tiritando.

-Bueno chicos, yo me voy ya con Ángel, me lo he pasado muy bien. ¿Nos vemos, vale?

Mery les dio un beso a todas sus amigas y se fue con Ángel y Carolina.

-Yo también me voy ya –dijo aquel chico nuevo llamado Joaquín- ¿os venís Juan e Iván?

-Si-contestaron a la vez.

Solo quedaban, Sandra, Berta, Mario, Montse e Isaac.

-Oye Sandra, vives por allí ¿no? –dijo Mario señalando a la izquierda.

-Sí –contestó ella.

-Vente conmigo y con Isaac, que también vivimos por esta parte, aunque yo un poco más cerca.

-Ah, vale.

-Bueno…-suspiró Berta- ¿Nosotras nos vamos ya no, Montse?

-Si claro.-dijo la otra sonriendo.

-Adiós guapa –y besó a Sandra, luego lo hizo Montse.

Solo quedaban ellos 3. Sandra estaba muy nerviosa y tenía bastante frío. Mario iba casi a su lado, con ambas manos en los bolsillos, chiflando. Mientras que Isaac, iba más alejado de ellos con el móvil en la mano.

-Ésta es mi casa, me lo he pasado bien, hasta luego a los dos –dijo Mario sonriendo y abriendo una cancela enorme, dentro se podía ver un enorme patio y una casa de dos plantas.

-Hasta luego –dijo Sandra.

-Adiós, tío –dijo Isaac.

Ya solo quedaban ellos dos. Ella estaba deseando llegar. Por el incómodo momento, y por qué temblaba.

-¿Hay que ponerse más ropa, no crees? –Le dijo Isaac, riendo.

-Pues si… como salí a la tarde, pues…

-Sí ya. Te vi con un chico en la parada, abrazándote –la interrumpió él.

-Ah, ya-Sandra se avergonzó, pudo notar como las mejillas se le calentaba- es… un amigo.

Isaac rio.

-De la manera que os vi, parecía una pareja que no se veía de hace algún tiempo.

-Ya si, bueno, no lo veía desde que se mudó –mintió Sandra.

-Oh, vaya lo siento, yo… -se disculpó Isaac.

-No tranquilo, por cierto, aquí está mi casa. Adiós.

-Adiós Sandra.

Cerró la puerta. Empezó a correr por las escaleras. Llamó  a la puerta. Estaba nerviosa, por lo que la madre le diría.

-¿Y tus amigas? –contestó la madre mirando hacia ambos lados.

-Me dejaron en el portal –mintió.

-Ah, ¿Has cenado?

-Sí. Me acuesto. Buenas noches, mamá.

-Buenas noches –contestó su madre.

Abrió el whatsApp, no tenía nada de Martín. Se entristeció, se puso el pijama y se echó en la cama. Se estiró y se pudo boca arriba mirando hacia el techo pensativa. De repente le sobresaltó un whatsApp. Lo abrió, era de Isaac.

-Por cierto, ibas muy guapa. Buenas noches :P 

Nunca oí tu 'te quiero'.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora