Capítulo 28-

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Traspasó las navidades y por fin terminó el mes de Enero. Era un día lluvioso en Sevilla. Y todas ellas habían quedado aquella lluviosa tarde en casa de Carolina.

-Ya tía, ¿Visteis cómo iba el pasado sábado?

-Vaya, que te agachabas y le veías todo el tanga –siguió Montse a lo que contaba Mery.

-¿Con quienes iban?

-Con la furcia con la que salió Mario.

-¿ISABEL? ¿EN SERIO? –dijo Carol sorprendida.

-Esa misma –confirmó Mery.

-Joder, no me lo esperaba de Berta, en serio. Que bajón y que todo –dijo Sandra.

Hubo un silencio, hasta que sonó el ‘Clim’ del microondas.

-¡YA ESTÁN LAS PALOMITAS! –gritó Mireya y fue directa a la cocina.

-Sandra, ¿Dónde está Álvaro? –le preguntó Ángela.

-Está con Eduardo, iban a Huelva, no sé para qué.

-Chicas…¿sabéis qué? –siguió Ángela poniéndose colorada.

En ese momento, Mireya venía para el salón con un gran bol con palomitas. De inmediato un par de manos fueron directas para él.

-Creo que siento algo por Eduardo…

-Se venía venir, Ángela.

-La verdad es que si –dijo Mireya con la boca llena de palomitas.

-¿Y él siente algo por ti? –Mery preguntando las típicas preguntas siempre.

-No sé. Somos muy buenos amigos, no quiero estropearlo.

-Inténtalo tía, a lo mejor él también siente algo.

-No sé, no sé…

-¿Y tú qué, Mireya? ¿Sigues con…-Mery se quedó pensativa- con Fabián?

-Sí, nos vemos poco. Pero lo suficiente.

-Pero tía si ayer estabas ligando con Carlos y Javier. –dijo Ángela riendo.

-Es que están muy buenos…

-Eso es verdad –admitió Montse.

-Ya bueno…

-Chicas me tengo que ir.

-¿Ya, Sandra?

-Sí, mi madre no para de llamarme.

-Te acompañamos.

-No da igual, aprovecho ahora que ha escampado.

-Vale, guapa.

Todas le dieron un beso y Carolina la acompañó hasta su puerta.

-Hasta luego, Carol.

-Ten cuidado San, avisa cuando llegues, ¿va?

-Sí. –afirmó ésta sonriente.

Sandra caminaba pensativa. Llevaba más de un mes saliendo con Álvaro, pero…¿De verdad lo quería? Resopló y desbloqueó su móvil. Miró twitter.

-Anda, anda no seas boba. Te vienes cuando quieras.

Era un tweet de Isaac. Iba para una chica.

-Ay que te comoooo, jajajaja.

Sandra sintió cómo un golpe fuerte en el estómago. Sintió como se escapaban sus mariposas, dejando un gran vacío dentro.

-¡Yo sí que te como! –le enviaba él ese tweet a esa chica.

Nunca oí tu 'te quiero'.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora