Anteriormente en la parte 2 del capítulo...
Anne lo miró, con lágrimas en los ojos. Antes de que pudiera contestar, todo pasó rápidamente...
El vampiro gruñó más fuerte que nunca he intentó ponerse de pie.
El cerrojo de la puerta cedió con una semi explosión permitiéndole la entrada a Donnell y al dueño de la posada, ambos con dos antorchas encendidas en las manos que depositaron rápidamente en los miembros inferiores de la criatura.
El hedor a muerte más poderoso que Anne había sentido nunca llenó la habitación...
PARTE 3 DEL CAPÍTULO 18
Un humo denso, negro y repugnante llenó la habitación y se deshizo a medida que las alas del vampiro se curvaban de un lado a otro de manera desagradable y brusca, como si estuvieran rotas y aún así deseosas por emprender el vuelo. El vampiro aulló de dolor increíblemente fuerte y caló profundo en el corazón de Anne, que sintió compasión por la criatura.
A los pocos segundos, cuando gran parte de sus miembros inferiores habían sido rostizados, expiró su último aliento y quedó espigada sobre el suelo lleno de su sangre y babas.
- ¿Qué era eso? – preguntó Owen, aún atormentado por aquella visión demoniaca.
- Un Aswang- contestó Frank, el posadero- Tienen suerte de que me guste la mitología de otros reinos- dijo, apagando con el pie las brazas que aún quedaban encendidas en el suelo- Donnell me comentó que habían visto algo así como un ave muy grande durante la boda, y aquí no tenemos pájaros de tal envergadura. Y a juzgar por la lucha que Anne libraba aquí, sospeché de que se trataba de algo como eso.
- ¿De qué parte son estos seres y cómo llegó aquí? – volvió a preguntar Owen, tratando de ocultar su sorpresa con un rictus severo. Con una mano tenía aún aferrada su espada y con la otra sostenía a Anne por la espalda, quién aún estaba ligeramente turbada mirando el cadáver en el piso.
- Según sé- comenzó a hablar Frank con seriedad- Del suroeste del reino de Huôlóng
- Los Oscuros están detrás de todo esto- dijo Donnell con total seguridad- Son los únicos que están dispuestos a modificar los portales entre reinos para traer monstruos aquí y...
- No es un monstruo- lo interrumpió Anne con malestar, quien aún llevaba el parche en el ojo, que no era suficiente para cubrir la ira con la que estaba mirando a Donnell.
El elfo parecía bastante sorprendido. Si aquel vampiro no era un monstruo ¿Qué era entonces? ¿Un gatito? Quiso contradecir a Anne, pero no tuvo el corazón para hacerlo, entendía que estaba agotada y que cualquier comentario poco atinado sería a causa de aquello. No era su culpa.
- Solo espero que no hayan más de esos por aquí- agregó Frank, suspirando al ver el verdadero infierno en el que se había transformado la habitación donde Anne había pretendido pasar la noche- No todos saben que la única forma de matar una criatura como esta es quemar sus partes inferiores. Yo ni siquiera había visto uno antes, no en persona.
- Hay que avisar a la Guardia que protejan de mejor forma los portales- coincidió Owen- No podemos dejar que criaturas como esta entren a un reino que no les pertenece, si ya son peligrosas en los suyos, aquí lo son el triple. Sin embargo, algo me dice que los drows están en conocimiento de más portales que nosotros. Espero equivocarme.
- ¿Y ahora qué haremos? – preguntó Anne, mucho más centrada.
- Yo sugeriría limpiar todo esto- habló Frank, sin atisbos de estar bromeando- Les ayudaré, por supuesto, iré por cubetas con agua.
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I. El Guardián de la Gema
FantasySi bien no es la mejor alumna de su clase, Anne Torres conoce la mitología universal casi a la perfección. Es la única chica que eligió la clase de esgrima como deporte opcional y la única que prefirió estudiar el gaélico por su cuenta antes de ten...