•Capitulo 31•

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Con Louis decidimos ir a pasar el rato al parque central de la ciudad.
Era un lugar extremadamente hermoso, y a mí personalmente me encantaba.
Sin duda podía considerarlo uno de mis lugares favoritos.

Estaba lleno de palomas y otros variados tipos de aves que cantaban en sintonía. Además, tenía un gran lago con una vista impresionante. Rodeado de flores de colores llamativos y diversos arbustos y plantas verdes.

Íbamos caminando por el sendero repleto de rosas que tenía el lugar.
Yo iba sumida en mis pensamientos, pensaba en como cambió todo radicalmente con Louis y los chicos.

Mientras iba inmersa en mi mente, sentí que la mano de Louis rozó con la mía. Fue un toque suave y tímido, con algo de sutileza.

Me puso bastante nerviosa, así que solo seguí caminando, como si nada hubiera pasado, tratando fallidamente de no pensar en eso.
Sin darme cuenta comenzaba a acelerar mis pasos debido a los nervios, lo que claramente me delataba.

Nuevamente nuestras manos se tocaron, esta vez más descaradamente. Podía percibir la intención del ojiazul.
Iba a mirar a Louis, pero inmediatamente mi acción fue detenida por la sopresa.

Él entrelazó su mano con la mía, e hizo un apretón bastante fuerte.
Me sorprendió lo perfectamente que encajaban, como si estuvieran hechas la una para la otra.
Un hormigueo recorrió todo mi estómago.

Lo único que pude hacer fue levantar la vista y mirarlo, él me sonrió, algo sonrojado, y yo le devolví el gesto, mordiendo mi labio inferior.

Seguimos caminando así por un tiempo que me pareció eterno, debo admitir que me gustaba estar de esa forma.

NARRA JULIETA

Luego del gran partido, Zayn me propuso que fuéramos a un restaurante a cenar.
Yo acepté encantada, no podría rechazar una oportunidad de pasar tiempo con él.

—Julieta... yo... quiero decirte algo.—Me dijo Zayn, yo levanté la vista de mi platillo para poder mirarlo a los ojos.—Quiero que sepas que te quiero.

Cuando dijo eso, sentí un escalofrío recorrer todo mi cuerpo.

—Yo también te quiero, Zayn.—Le sonreí, llevando un poco de comida a mi boca.

—Por favor, no creas lo que te dicen. —Volvió a mirarme fijamente.—Debes saber pase lo que pase, que yo te quiero, y nada ni nadie podrá cambiar eso.

Iba a responderle, pero él puso su mano sobre la mía, que se encontraba apoyada descansando arriba de la mesa.

—Gracias Zayn, yo... —No me dejó terminar, cuando sentí sus labios unirse con los míos, eliminando cualquier posible respuesta.

NARRA VALENTINA

Luego de que el partido finalizara, con Liam optamos por ir a un parque de atracciones.

Ya habíamos subido a todos los juegos y entretenimientos que el lugar poseía. Cada vez que yo me asustaba, él tomaba mi mano y me susurraba cosas tiernas para que me relajara.

También ganó un oso de peluche gigante en uno de esos juegos de embocar. Casi me derrito cuando me lo obsequió, acompañado de una de sus deslumbrantes sonrisas.

Ahora estábamos caminando, sin saber muy bien qué hacer.
Hacía algo de frío, el me dió su chaqueta en un gesto muy atento.

NARRA SILVER

Cuando terminó el juego, Harry me dijo que supuestamente tenía una sorpresa preparada para mí.
Me vendó los ojos por un larguísimo periodo de tiempo, ambos reíamos a carcajadas cuando en el camino yo me chocaba con algo o me tropezaba. Él siempre estuvo detrás de mí, y guiandome con ambas manos colocadas suavemente en mis hombros.

Cuando por fin pude abrir los ojos, estuve unos minutos acostumbrandome a la enceguecedora luz del lugar.
No podía creer lo que estaba viendo. Estabamos en una gran pista de patinaje sobre hielo.

Abrí los ojos, sorprendida, y sin previo aviso me voltee para darle un enorme abrazo.
Él al principio se asombró por mi acción, sin duda no se lo esperaba. Luego me devolvió el gesto.

—¡Cuidado! —Le grité, en tono burlón, al ver como se resbalaba con los patines.

Él me fulminó con la mirada, se acercó como pudo, mientras sus rizos tapaban su campo de visión, y me empujó.
Caí al suelo, pero inmediatamente tomé su chaqueta haciendo que él cayera también.

Ambos empezamos a reír como locos, hasta que me calló cuando sentí sus labios fusionarse con los míos.

NARRA GUADALUPE

Apenas terminó todo, llamé a Niall lo más rápido posible para saber cómo se encontraba luego de lo de su tobillo.
Estaba feliz y emocionado porque triunfaron, pero se encontraba bastante adolorido.
Me invitó a cenar a su casa ya que sus padres saldrían, yo sin pensarlo dos veces acepté.

En un momento mientras comíamos, se le cayó todo el jugo sobre mi ropa.

—Ay perdón, perdón, perdón.—Dijo, muy avergonzado, corriendo hacia la cocina para buscar algo con que secarme.

Volvió a toda velocidad.

—Por favor perdóname, soy un estúpido, perdón.—Decía mientras trataba de limpiar el desastre, evitando mirarme por los nervios.

—Cállate .—Le dije, para tomar su rostro con ambas manos y luego cortar la distancia que quedaba entre nosotros, uniendo nuestros labios.

They Don't Know About Us (Louis Tomlinson y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora