•Capitulo 58•

3.7K 168 189
                                    

Llegué hacia la casa de Julieta, saludando a todos los presentes allí.
Solo faltaba Guadalupe, era raro que aún no haya llegado, pues generalmente era la primera en llegar a todo lo que estuviera relacionado con una fiesta.

—No sé, no hablé con ella.—Dijo Valentina, alzando los hombros.

—Yo estuve chateando con ella hasta hace un rato, y me dijo que venía.— Aportó Niall.

Decidimos esperar, ya que tampoco respondía el teléfono.

                             (...)

—Quedense a dormir si quieren.— Dijo Julieta, mientras nos pasaba unas latas de cerveza.—Mis papás no se darán cuenta.

En ese preciso instante, el timbre sonó llamando la atención de todo el grupo.
Giramos la cabeza en dirección a la puerta.

—Debe ser Guadalupe.—Dijo Silver, levantándose de un salto y corriendo para abrir.

Cuando lo hizo, nadie podía dar crédito a lo que veía.

—¡Fiesta! —Gritó Guadalupe, con botellas de variados tipos de alcohol bajo sus brazos.

Detrás suyo, estaba literalmente toda la preparatoria haciendo alboroto.
Incontables personas esperando para entrar.

—¡Guadalupe! —Le gritó Julieta, con reproche. —¡Éramos solo nosotros!

Todas las personas que estaban detrás de la puerta gritaban emocionadas, y la mayoría traía consigo botellas de alcohol.

—¡No lo sabía! —Se excusó.—¡Dijeron fiesta!

—Pero...

No le dieron tiempo de terminar la oración, ya que todos empezaron a entrar en grandes oleadas.

En tan solo un par de minutos, ya estaba la música sonando por cada rincón de la casa y un gentío emborrachándose. Todo pasó muy rápido.

—No puedo creerlo.—Le grité a Louis, por el fuerte volumen de la música. Miraba todo a mi alrededor, sorprendida.

—Yo tampoco.—Interpreté en sus labios.

Era tal la cantidad de personas, que tuve que pegarme a Louis para no caerme o perderme debido a los empujones.

—Vámonos de aquí.—Me susurró.

Tomo mi mano, y poco a poco fue atravesando a todas esas personas.

—Permiso, permiso, permiso.—Repitió incontables veces.

Cada cierto tiempo daba vuelta su mirada para corroborar que yo estuviera bien.

Una vez que logramos salir al jardín trasero, ambos suspiramos, triunfantes.
Al menos aquí no ensordecían los altavoces.

—Julieta va a matarla.—Comenté, entre varias risas, al recordar la reacción de la morena.

Louis ni siquiera se percató de que yo le hablé, tenía la mirada perdida, y lo había notado así desde que llegó.

Pensé que se le pasaría rápido, al distraerse con la fiesta, pero no fue así.

—Louis...—Le dije, tomándolo levemente de su camiseta.

Salió de su despiste, y volteó su cabeza hacia mi.

—¿Estás bien?—Le pregunté, haciendo una leve caricia en su hombro.

—S-si.—Me contestó, sonriendo. O al menos tratando de hacerlo.

They Don't Know About Us (Louis Tomlinson y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora