•Capitulo 61•

3.1K 169 35
                                    

A la mañana siguiente, no hizo falta ni siquiera despertarme, pues no había pegado un ojo en toda la noche.
Cuando Valentina se acercó para llamarme a desayunar, simplemente me hice la que estaba dormida.

Nos levantamos todas, y pude notar que Julieta tenía los ojos hinchados, seguro por el llanto.

—Hey, ¿Estás bien? —Le preguntó Guadalupe, bastante asustada.

—S-si, sólo sigo mal por Zayn... —Contestó, y empezó a caminar en dirección a la mesa.

Guadalupe nos miró a todas, con notable preocupación en su rostro.
Al igual que nosotras.

—¿Qué esperan? Vamos. —Nos llamó Julieta, para que nos sentáramos a desayunar.

Todas fuimos y tomamos asiento, sin decir ni una sola palabra.

                             (...)

—Insisto en que debes salir.—Me dijo Leo, mientras me sacudía tratando de hacer que cambie de opinión. —Hace días que estás encerrada, te hará bien.

—Es que no tengo ganas, Leo.—Suspiré desanimada.

—¡Vamos! Será divertido. —Contestó
—Así te olvidas de todo por un rato.

Miré a las chicas, quienes estaban observando toda la situación.

—No quiero dejar a las chicas solas.—Me excusé.

—Por mi no hay ningún problema.—Habló Silver.

Todas las demás asintieron, concordando con la rubia.

Yo las miré mal, ¿Que no captaban las indirectas?

—¿Viste? ¡Vamos! —Siguió el castaño. —Además ya mañana deben volver a la preparatoria.

—Ni me lo recuerdes.—Protestó Guadalupe.

—Esta bien. —Le dije a Leo, y reí al ver como él saltaba emocionado —Me visto y vamos.

—¡Gracias enana!—Me dijo,  abrazándome.

—Por algo eres mi mejor amigo. —Le contesté, sonriéndole.

                               (...)


—Toma tu helado.—Me habló Leo,  extendiendome el cucurucho sabor chocolate, mi favorito.
Lo miré, y le dediqué una sonrisa.

—Gracias.

—Ya vengo, espérame aquí. —Me dijo velozmente, y corrió hacia el colorido carro de helados que allí se encontraba.

Me dispuse a mirar toda mi ciudad alrededor.
Sí, amo Londres con mi vida, pero en estos momentos ni eso era capaz de sacarme una sonrisa.

No tenía ganas de nada.

El día estaba bastante frío y nublado, típico de aquí.
Era muy extraño que tuviéramos días soleados o con clima caluroso.

De repente, sentí como chocaba con alguien y todo mi helado se caía encima mío.

—¡Ay, disculpa! —Dijo una voz. Y una que yo conocía muy bien.
Brittany rió escandalosamente, y con tono burlesco.

Justo a ella tenía que encontrarme, genial.

—Mira quién está aquí. —Mencionó otra voz, y esta definitivamente no era femenina.
Mi cuerpo tembló de pies a cabeza, y retrocedí con miedo.

—C-cameron... —Dije, tartamudeando.

—Hola pequeña. —Me respondió él, riendo al compás de Brittany.
Se acercó en un rápido movimiento a mí, y me encogí del miedo.

Me sentía muy desprotegida.
Esto era lo que me faltaba.

—Así que... ¿Tu noviecito desapareció? —Me dijo la rubia, mientras hacía movimientos con su pelo.

Yo solo la miré, siendo incapaz de contestar, presa del pánico de tener a Cameron a pocos centímetros de mí.

—Ya no tendrás a ese enano para que te defienda. —Me dijo Cameron, con gestos de superioridad. —Deberías andar con más cuidado.

Mis labios temblaban, y quería cerrar los ojos pero no me atrevía.

—Además, ¿Enserio pensaste que Louis te quería? —Habló Brittany, explotando en carcajadas.

—Seguro sólo te utilizó para acostarse contigo.

—¡Felicitaciones! Lograste ser el hazme reír del colegio.

—Solo fuiste un juego para él, ¿Por que crees que te dejó?

—Ahora debe estar riéndose de tí.

—Ya obtuvo lo que quería.

No pude retener más las lágrimas que estaban por brotar de mis ojos, y empezaron a caer por mis mejillas a montones.

Brittany y Cameron se miraron triunfantes, y se retiraron de allí lo más rápido que pudieron.

—Por dios ____, ¿Qué pasó? —Me preguntó Leo ,desesperado, al verme llorando, temblando y con todo el helado encima de mi ropa.

—Leo quiero...q-uiero irme a mi casa —Le dije, soltando fuertes sollozos.

—¿Qué? Pero pensé que ... —Lo interrumpí.

—Por favor, no hagas preguntas. —Limpié con la manga de mi buzo mi mejilla. —Solo vámonos.

Él hizo caso a lo que dije, y me abrazó muy fuerte.
Sabía que siempre tendría su apoyo.

They Don't Know About Us (Louis Tomlinson y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora