They Don't Know About Us (Louis Tomlinson y tú)

•Capitulo 47•

Un día después...

Me encontraba en la clase de Literatura, prestando atención al análisis literario que la profesora daba de ciertas obras clásicas.
En dos días sería el baile, por lo tanto tendríamos que ir con mis amigas a comprar los vestidos, como todos los años.

Aún no sabía con quién iba a ir, tampoco es me importara demasiado.

Apenas sonó la campana, me dirigí a la cafetería cuando me crucé a Leo en el camino.

-Hey enana. -Me saludo, sonriente. Llevaba ambas manos en los bolsillos de su gastado jean. -¿Cómo estás?

Nos pusimos a hablar, cuando Julieta llegó.
Leo la saludó, obvio que ellos se conocían de antes.
Leo conocía a todas y cada una de mis amigas.

-¿Ya tienen acompañante para ir al baile? -Nos preguntó el castaño.

Ambas nos miramos, y negamos con la cabeza rotundamente.

-Yo puedo ir con alguna... aún no conozco a nadie. -Dijo, riendo con simpatía.

-Gracias, cualquier cosa te diré. -Le sonreí.

Continuamos hablando un rato más los tres, sobre los estudios, el baile, los chicos, entre otras cosas más.

-¿Que tiene Noel Cann contigo? -Me preguntó Leo de repente, alzando ambas cejas.

Yo lo miré confundida, sin saber a qué se refería.

-No te hagas la tonta. -Me dijo, guiñándome un ojo.
Yo seguía sin entender, aunque hacía esfuerzos por hacerlo.

-Ese chico te ha estado mirando toda la mañana. -Mencionó Julieta, mientras tomaba una cajita de jugo.

Yo empecé a reír como nunca.
¿Noel Cann? ¿Mirarme a mí?
Noel era uno de los chicos más lindos y populares de toda la academia, el típico que tenía todas las chicas detrás de él.

-¿De que te ríes? -Me dijo Leo, poniéndose serio. -Es verdad.

Yo volví a reír, ya que seguía sin creerles.
Noel apenas sabe que existo.

Luego de hablar, los tres juntos nos dirigimos a la cafetería, en busca de las chicas .

(...)

Estábamos en la mesa del fondo, junto a las chicas y Leo.
Todas se pusieron muy felices al verlo y al saber que estudiaría con nosotras.

Mientras mi mejor amigo y las chicas reían, yo era ajena a la conversación.
Apenas llegué, noté que los chicos tenían un plan, los estaba viendo desde mi mesa.

Se veían bastantes nerviosos los cinco, esto me daba mala espina.

Cuando noté que ellos miraron hacia acá, desvié la mirada.
Louis se levantó de su asiento, mientras miraba en mi dirección, mi respiración comenzó a agitarse.

Pero fue al darme cuenta que se dirigía hacia aquí que mi corazón comenzó a latir a un ritmo descontrolado.

Mire a las chicas, suplicando que me ayudaran.

-Oye ____, ¿Te gustaría ir... -Preguntó Louis, pero no pudo terminar ya que Leo lo interrumpió.

-Déjala en paz.-Le contestó, tajante.
Luego de eso, se colocó al lado mío en modo protector.
Louis lo miró sorprendido.

-Le estoy diciendo a ella, no a ti. -Contestó Louis, con un tono desafiante.

-¿No te bastó con hacerla llorar? -Le dijo Leo, con rabia. Yo le había contado todo, con lujo de detalles. -Vete, y no vuelvas a acercarte.

Vi cómo afectó a Louis lo que Leo le dijo. Su expresión de enojo cambió a una de tristeza en fugaces segundos.
El me miró, suspiró profundo y se volvió a la mesa con los chicos, bastante desanimado.

Nuevamente sentí esa rara presión en mi pecho, la cual provocaba que me costara respirar.

(...)

Ya estábamos en la última hora, al fin.
Hoy me iría caminando con Leo, ya que él se quedaría en mi casa y me ayudaría a estudiar unos temas sobre química.

Mientras terminaba de acomodar unos libros en el casillero, sentí como Leo me sacudía violentamente.

-¿Qué? ¿Qué pasa? -Le susurré, volteándome.
Él me señaló a Noel, quién nos miraba desde su casillero.
Cuando notó que lo estábamos viendo, nos dedicó una cálida sonrisa.

-Ese chico es el que te dije. -Mencionó, emocionado y dando pequeños saltitos.-Toda la mañana ha estado viéndote así.

Yo me sonrojé un poco y comencé a reír.
Louis estaba unos casilleros más allá que Noel, y miraba toda la escena junto a los chicos.

-Viene hacia aquí, viene hacia aquí. -Me susurró Leo, alterado, mientras tocaba mi hombro.

Al voltearme, tenía a Noel Cann simplemente a unos escasos centímetros de mí.

Bajé la mirada, avergonzada.
Tenía una tímida sonrisa en mi rostro.

-Hola. -Me saludó él, colocando una de sus típicas sonrisas matadoras que hacen que pierdas el aliento.

-Hola Noel. -Le respondí, también sonriendo.
Los nervios estaban consumiendome por dentro.

-¿Te gustaría ir al baile conmigo, ____ Miller? -Me preguntó.

Cuando pronunció esas palabras, puedo jurar que sentí todo mi estómago revolverse.

-S-si... si quiero.-Respondí.

Él sonrió al escuchar mi respuesta, y se acercó aún más a mí.

-Nos vemos, entonces. -Susurró, con su peculiar voz en mi oído.

Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo.

Sonreí, al ver como iba alejándose y se perdía en la infinidad de los pasillos, repletos de estudiantes.

Leo se tiró encima mío, mientras me abrazaba.
Creo que estaba más feliz que yo.

Yo, simplemente no podía creerlo.
Iba a ir al baile con Noel, Noel Cann.