They Don't Know About Us (Louis Tomlinson y tú)

•Capitulo 46•

—____...  —La voz de Louis me sacó de mis pensamientos, mientras pensaba en lo ocurrido anteriormente con Julieta y Zayn.

No lo miré, simplemente me acomodé en la mesa y fijé la vista al frente. Tragué en seco, muy incómoda.
Él volvió a suspirar, cansado, y corrió su silla para quedar más cerca de mí.

—____... si quieres no me hables ni me dirijas la mirada, tampoco te pido que me perdones sólo... escúchame.—Dijo, con la voz temblorosa.
Eso me partió el corazón, y me hizo sentir mil sensaciones diferentes en mi estómago.

Con un muy leve movimiento, giré mi cabeza para mirarlo a los ojos.
Tenía un nudo inexplicable en la garganta.

—Pase lo que pase, me perdones o no, yo voy a seguir amándote... —Susurró, suspirando. —Nada ni nadie podrá cambiar eso.

Luego de que dijo eso, sentí mi corazón latir más rápido de lo normal y mi piel se erizó.

Por suerte, la campana del almuerzo sonó, salvándome del momento.
Me levanté rápido para que no notara mi estado, busqué a las chicas y me fui lo más velozmente que pude.

                               (...)

Apenas salí del salón, lo primero que hice fue emprender camino hacia el baño.
Seguro Julieta se encontraba allí.

Las chicas me dijeron que ellas estarían en la cafetería en búsqueda de una mesa.

Cuando llegué al baño, no parecía haber nadie a simple vista.
Espere varios segundos, a ver si se oía algún ruido o señal que pudiera indicar la presencia de alguien, pero nada.

Cuando estaba dispuesta a irme, algo me detuvo.
Se escuchó un fuerte sollozo en uno de los baños, e inmediatamente supe quién era.

—Julieta, soy yo.—Dije, retomando camino hacia los baños.—¿Estás bien?

Me quedé en silencio, esperando una respuesta por su parte.

—S-si... —Tartamudeó.

Seguí el sonido de voz y llegué a la puerta de la que creí que provenía.
Cuando la abrí, la vi a ella llorando abrazada a un pequeño oso de peluche, de color verde agua.

—¿Qué es eso? ¿Estás bien? —Pregunté, alarmada.

Apenas notó mi presencia, escondió rápido el peluche.

—N-no... no es nada. —Contestó, sorbiendo su nariz.—Estoy bien, vámonos.

Ni siquiera hacía falta preguntar por que lloraba, ya que el motivo lo sabía perfectamente.

Luego de que se lavara la cara y estuviera un poco mejor, nos fuimos rumbo a la cafetería.
Después le preguntaría sobre el beso con Zayn.

                             (...)

—¿Y? ¿Qué onda todo? —Me preguntó Leo, mientras revolvía mi cabello de forma juguetona.
Yo reí, siempre hacía eso.

Hoy era su primer día aquí en Hydden, y al parecer le estaba yendo genial.
Yo estaba muy feliz por él.

Le conté cómo venían las cosas, y lo que Louis me había dicho.
Él dijo que me tomara mi tiempo, e hiciera lo que yo sintiera mejor.

Mientras hablábamos, Louis pasó al frente nuestro con el ceño fruncido y una actitud muy desganada.
Nos miró por un par de segundos, pero luego siguió su camino, indiferente.

—No le tomes importancia.—Le dije a Leo, al ver que seguía a Louis con la mirada.
Lo abracé, y me despedí de él para dirigirme a mi última clase.

                          (...)

Estábamos en la clase de arte y pintura, una de mis favoritas.
Por suerte, en esta podía sentarme con las chicas.

—Bueno alumnos. —Anunció la profesora, poniéndose de pie y tomando unas hojas de su escritorio.—Tengo una noticia que darles.

Todos hicieron silencio absoluto, y ella se dispuso a hablar.

—Como saben, todos los años se realiza un baile escolar .—No, no, no... pensé. Justo ahora no. —Es un placer anunciarles que el baile será en cuatro días.

Todos se pusieron a gritar y a festejar, menos yo, las chicas y los chicos.

Inmediatamente giramos la cabeza en dirección a ellos, mirándolos. Ellos hicieron lo mismo, como si hubiéramos leído el pensamiento del otro.

Una vez que terminaron de festejar y todo volvió a la normalidad, con las chicas nos pusimos a hablar.

—¿Van a ir?—-Preguntó Valentina, haciendo una mueca.

—Obvio que sí. —Respondí, firme.—Lo único que sé es que no voy a ir con Louis.