They Don't Know About Us (Louis Tomlinson y tú)

•Capitulo 45•

Al día siguiente, por suerte todas asistimos a la preparatoria.
Apenas me crucé con Guadalupe, Julieta y Silver, lo primero que hice fue preguntarles por qué no habían asistido a clases ayer.

Y mis sospechas eran ciertas, estaban demasiado desanimadas y no querían ni cruzarse a los chicos.

Todas reflexionamos sobre lo que pasó y coincidimos en lo mismo, lo mejor sería ignorarlos y olvidarlos, hacer como si nada hubiera pasado. Como si jamás nos hubiésemos conocido realmente, lo cual sería excesivamente difícil.

Con respecto a Leo, le conté todo lo sucedido y algunas lágrimas se me escaparon al hacerlo.
Él me abrazó, y me demostró todo su apoyo, diciendo que pase lo que pase contaba con él.

No se qué haría si no lo tuviera.

Mi mamá se puso muy feliz de verlo, ya que obviamente también lo conoce desde que es un bebé.
Nuestras madres eran mejores amigas, así que se pusieron en contacto y ambas estaban muy felices.

Leo también me dijo que estudiaría en la misma preparatoria que yo, aunque no nos tocara ninguna clase juntos esa noticia me alegró demasiado porque lo vería y tendría tiempo para estar con él.

En este momento estábamos con las chicas caminando.
La próxima clase que tocaba era matemáticas, con la profesora que nos sentó en el mismo lugar que los chicos.

—Yo no pienso sentarme con Harry. —Dijo Silver, algo enojada pero también bastante dolida.

—¿Creen que la profesora se dará cuenta si nos cambiamos de sitio? —Preguntó Valentina, mientras acomodaba sus libros.

—No lo sé y no me interesa, no pienso estar al lado de Zayn ni un segundo. —Resopló Julieta.

—Cambiémonos de lugar, y si nos dice algo volvemos a nuestros asientos. —Les propuse, y todas asintieron.

Apenas llegamos al salón, aún estaba bastante desierto, no habían muchos estudiantes.

Yo me senté con Julieta en la última mesa, Valentina y Guadalupe en la de adelante y Silver en una de al lado con una chica llamada Aylen, era bastante amigable así que no hubo inconveniente.

Poco a poco el salón se fue llenando, hasta que casi al final de todos entraron ellos.
Yo bajé la mirada, no era capaz ni siquiera de verlos.

Cuando la levanté, todos tenían expresiones de confusión, mirando los asientos vacíos, que luego se convirtieron en muecas de tristeza.

Sin decirnos nada se fueron a otras mesas, en el otro extremo del salón.
Sabían perfectamente lo que sucedía, y comprendían nuestro accionar.

Al cabo de unos minutos, la profesora entró.

—Buenos días alumnos. —Saludó seriamente, como ya era una costumbre en ella.

—Buenos días profesora.—Respondimos todos a coro.

Volvimos a tomar asiento, y ella comenzó a tomar asistencia y pedir trabajos atrasados de algunos estudiantes.

Cuando se posicionó enfrente de la clase, frunció el ceño mirándonos a nosotras. Sabía que había notado algo raro, un cambio.
Yo recé internamente para que no se acordara que deberíamos estar con los chicos.

—¿Ustedes qué hacen sentadas allí? —Dijo, con tono de reproche. —Creí haberles dicho que se sentaran con Tomlinson, Horan, Styles, Payne y Malik.

Las cinco bajamos la mirada, avergonzadas.

—Quiero que vuelvan al lugar que les asigné en este instante. —Ordenó, y volvió hacia su escritorio con gestos de indiferencia, preparándose para seguir corrigiendo informes.

Con las chicas nos miramos entre todas, decepcionadas.
Agarramos nuestras cosas, tratando de demorarnos lo más posible, y cada una se dirigió a su respectivo lugar.

Al menos Julieta se sentaba detrás mío, podría hablar con ella y no me sentiría tan sola.

—Bueno, comencemos con la clase. —Dijo la profesora, para posteriormente copiar cálculos y ecuaciones en el pizarrón.

Yo traté de no prestarle atención a Louis, agarré mi lápiz y comencé a copiar, en absoluto silencio.

Pude oír como él suspiraba, y también comenzaba a escribir.

El rato pasó, Louis trataba de entablar una conversación conmigo con preguntas como "¿Tienes un lápiz?"
Sin embargo yo lo ignoraba totalmente.

Estaba haciendo un esfuerzo para que la nostalgia no me invadiera cada vez que él me hablaba.
Me dolía en el corazón ignorarlo, luego de todo lo que habíamos vivido juntos. Pero me lastimaba más lo que escuché en aquel audio.
Pensar que todo había sido una mentira no me hacía sentir enojada, sino desilusionada que creo que es peor.

Decidí girar la vista, para ver cómo estaban mis amigas.

Silver estaba con su cabeza oculta entre sus brazos, supongo que estaba llorando un poco. Harry la miraba con compasión.

Valentina miraba al frente, tratando de no mirar a Liam y tenía sus ojos vidriosos.

Miré a Guadalupe y Niall, El rubio tenía un chocolate entre sus manos mientras le pedía perdón.
Guadalupe se volteó, lo miró mal, tomó el chocolate y se lo comió dándole la espalda.

Esa acción provocó que una pequeña carcajada saliera de mis labios.

Luego, pude escuchar que Julieta y Zayn hablaban detrás nuestro.
Me dio curiosidad, por lo que decidí ver por mi vista periférica.
Ambos estaban mirándose y hablando.

—Julieta, por favor perdóname. —Alcancé a oír que decía Zayn.
Ella no contestó, solo se volteó.

—Yo te amo, te amo demasiado, entiéndelo por favor. —Dijo Zayn, mientras soltaba un sollozo. Eso me derritió el corazón. — Perdóname.

Lo que vi a continuación me dejó en shock.

Ella lo miró, y se quedó un par de segundos así, estática. Luego, se inclinó hacia él en un fugaz movimiento y le dió un efímero beso.
Luego de eso se puso de pie a toda velocidad.

—¿Profesora, puedo ir al baño? —Preguntó, haciendo un gran esfuerzo para no mirar a Zayn luego de lo ocurrido.

La profesora asintió, y ella salió literalmente corriendo.
Estaba más que segura que había ido a llorar o algo similar.

Miré a Zayn, quién se tocaba los labios con muecas de incredulidad y no dejaba de mirar hacia la puerta por donde ella se había marchado.