•Capitulo 12•

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Recién llegabamos a la casa de Julieta, listas para empezar la tan esperada pijamada.

—Acomoden sus cosas por acá.—Nos indicó, señalando el gran sofá color bordó que había en su living.

Los bolsos, mochilas, y todo ese tipo de cosas lo depositamos en el sofá.
Yo no traje tanto, tan solo un bolso y una pequeña mochila.
En cambio Guadalupe, aparentaba que se había traído media casa.
De todas maneras, apostaba a que todo era alcohol escondido.

La casa de Julieta era realmente hermosa, y bastante amplia.
Blanca y con grandes ventanales con bordes negros y detalles plateados.
También tenía un jardín gigante, lleno de flores de todos los colores y tipos. La vista se te perdía mirando hacia el horizonte.

—Julieta.—Sentimos unos pasos que bajaban por la escalera. Era su mamá, quien la estaba llamando.

Su madre era una mujer muy bonita y confiable. Podías hablar con ella sobre cualquier tema, era como una amiga más.
El único defecto que tenía, que era muy perfeccionista. Su sueño era que Julieta siguiera sus pasos y fuera una gran empresaria, siguiendo los pasos de la familia, lo cual no le interesaba en lo más mínimo a la morocha.

—Tu papá y tu hermano están arriba, nos vamos apenas terminen de prepararse. —Julieta asintió —Hola chicas. —Nos saludó simpática, con un gesto de manos acompañado de una sonrisa.

Todas le devolvimos el saludo.

                           (...)

Nos encontrábamos con las chicas, sentadas en el piso formando un círculo.
Ya teníamos nuestros pijamas puestos, aunque no estábamos ni cerca de pensar en dormir.

Estábamos hablando de todo tipo de temas mientras comíamos snacks.

—¡Guadalupe, siempre te las comes todas! —Protestó Valentina, al ver que el paquete de las papas fritas ya se encontraba vacío. Le pegó levemente a Guadalupe en el hombro, provocando que todas estalláramos de risa.

Guadalupe siempre se comía todo.
Ella simplemente rió y se encogió de hombros.

—Me olvide de contarles... —Habló Silver, poniendo un tono de voz muy misterioso y alzando sus cejas.— El otro día fui a una fiesta, y... —Empezó a contar la rubia, con entusiasmo, pero Julieta la detuvo.

—Aquí falta un poco de música... —Dijo, poniéndose de pie, supongo que yendo a prender el parlante o algo así.

De repente, una leve melodía bastante conocida para todas nosotras comenzó a sonar, aumentando el volumen cada vez más. Todas gritamos emocionadas y nos miramos entre sí.

—¡There's nothing holdin me back!—Empezamos a gritar y a saltar por todos lados, alocadas. Julieta ya estaba arriba de la mesa.
Yo usaba un cepillo de pelo como micrófono.

Shawn Mendes, nuestro cantante favorito e ídolo. Nuestro gran sueño era poder conocerlo todas juntas.

Julieta apretó un botón, y se activaron unas luces de todos colores y formas que invadieron el ambiente.

En unos momentos, todo fue un completo descontrol.
Guadalupe ya estaba por abrir el alcohol, Valentina la regañaba mientras seguía cantando.
Silver se movía exageradamente y corría por todos lados.
Julieta seguía arriba de la mesa, estaba gritando y saltando.
Yo estaba arriba del sofá, también gritando desaforadamente.

De repente, se sintió un fuertísimo estruendo proveniente de la parte de arriba de la casa.
Todas frenamos en seco, y apagamos todo lo más rápido posible.
En movimientos veloces nos juntamos en el centro, formando una ronda.

—¿T-tus padres n-no se habían ido ya...?—Preguntó Valentina, con cara de terror mientras se aferraba fuertemente a Guadalupe.
Era la más temerosa del grupo.

—Sea quien sea... se las va a ver conmigo. —Dijo Julieta, tomando violentamente lo primero que se le vino a la mente y lo que más cerca tenía. Un sartén de cocina.

Silver se puso atrás mío, también bastante aterrada.

—Síganme, y traten de hacer el menor ruido posible. —Nos informó Julieta, en susurros, y todas asentimos temblorosas.

Empezó a caminar, atravesando la cocina, el baño, y el living a oscuras.
En todo momento íbamos en absoluto silencio y tomadas de las manos.

Llegamos hacia la escalera, y miramos hacia arriba con gestos de terror.
Debo admitir que si me daba un poquito de miedo.

Valentina ahogó un grito, y se aferró a Guadalupe tapando su rostro con ambas manos.

—Suban detrás de mi. —Dijo Julieta, con la sartén firme en la mano. Todas asentimos, sin hacer ruido.

Empezamos a subir escalón por escalón con precaución de no tropezarnos. Iba Julieta primera, detrás Guadalupe, atrás Valentina, luego seguía yo y por último Silver.

Arriba se veía todo totalmente oscuro, no se podía distinguir otra cosa que no fuera oscuridad plena, lo cual le daba un aspecto bastante aterrador.
Se me puso la piel de gallina, y casi inconscientemente me dieron ganas de retroceder sobre mis pasos.

Subíamos a pasos lentos y torpes, tratando de no hacer ruido accidentalmente de ninguna manera.

Una vez que estuvimos arriba, seguíamos sin poder ver, por lo que me aferré fuertemente a Silver.
Julieta empezó a caminar, recorriendo los pasillos sin temor alguno.

De repente, pude distinguir una figura que pasaba cerca de Julieta de forma bastante veloz. Todas pegamos un gran grito.

—¡AHHHHH!—Gritamos, retrocediendo.
Julieta sintió la presencia, se volteó de inmediato y sin pensarlo le revoleó la sartén en la cabeza.
Se escuchó el ruido de esa persona caer.

Silver corrió a prender la luz.

—¡¿Zayn?!

They Don't Know About Us (Louis Tomlinson y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora