Hoseok contempló como la lluvia caía por aquel edificio donde se encontraba el piso donde ahora daba clase de baile, la lluvia le parecía tan melancolica como hermosa, creía que era una combinación extraña; pero le recordó a esa relación que él y Jungkook mantuvieron. ¿Cuántos años habían sido desde que vió a su amado? Solo podía recordar la sangre que tuvo de él en aquella noche fría. Sus sueños se habían cumplido, ambos habían encontrado la liberta, aunque de diferentes maneras.
Solo uno de ellos había logrado cumplir sus sueños, el sueño de ser lo que tanto anhelaba. Y realmente Jungkook pareció hacerlo todo a la perfección después de su despedida. El peli naranja se limpió las lágrimas mientras lloraba. Jungkook ya le había comprado una casa, un piso de edificio donde podría dar sus clases de bailes hasta depositó una buena cantidad de dinero en su cuenta, todo para él. Parecía que aún lo protegía a lo lejos. Y Hoseok quería pensarlo, que su ángel de la sombras aun seguía cuidándole.
Y realmente no se arrepentía de haber amado a un hijo del diablo, realmente no lo hacía, Jeon Jungkook había sido lo mejor que se le pudo cruzar por su vida. Se puso su saco de cuero, se dirigió apagar la música para prepararse. La puerta del aquel salón de baile se abrió.
—¿Y se vá maestro Hoseok?—preguntó una jovencita con una amable sonrisa, el afirmó—¡Habrán clases mañana!. ¿Verdad?—preguntó aquella chica.
—Por supuesto que sí y más vale que vengas—dijo este entregándole su sonrisa amable—¡Y no vengas tarde!—le regañó cariñoso de último.
—¡Si profe!—dijo ella saliendo de nuevo por aquella puerta.
Hoseok se terminó por cubrir bien, tomó las llaves del carro, para luego las del salón. Se fue caminando por aquel pasillo, trayéndole un recuerdo de aquel día que tuvo sexo con su chicho chicloso sobre un escritorio, desde ese día, un escritorio ni le pareció lo más sano posible. Dejó las llaves del salón de baile con la recepcionista, quien acarameló sus ojitos al verle, y él seguía teniendo los mismos efectos, de hacer qu cualquiera caiga ante sus hermosos encantos y dulzura.
Pero sus encantos y sonrisa ya no eran para nadie, se los había guardado para alguien especial. Bajó las escaleras, una llamada a su celular se hizo presente; pero él no hizo caso, pero otra llamada cayó de nuevo. El mayor salió por la puerta, tomando su sombrilla, se acercó al carro. Una tercera llamada lo hizo reaccionar, tomando el celular en sus manos.
" La lluvia me recuerda muchas veces a sus lágrimas, es triste, me siento agobiado"
Hoseok creía que era una mala broma lo de aquel mensaje, era un número muy antiguo el cual ya ni siquiera estaba disponible, pensando que talvez era Yoongi; pero su amigo no sería tan perverso para hacerte tal broma cruel, sobre todo cuando se trataba de ese chico a quien le entregó su corazón.
Un viento fuerte hizo que la sombrilla saliera volando a la calle, y el mayor solo entregó un suspiro, dejando que la lluvia le empapara. Contempló aquel día nubloso, bueno, una caminada bajo la lluvia no hacía mal, podía llorar junto a ella y nadie se daría cuenta de las lágrimas que le hacían compañía a su soledad y despedida dolorosa.
Dejó su carro sin importarte, preguntándose porque las almas más nobles siempre tenían que sufrir, los cuentos de amor siempre los pintaban como miles de maravillas, todos eran felices, terminaban juntos, cumplían sus sueños, envejecían juntos; pero la realidad era totalmente distinta, el mundo no siempre le daba las bendiciones a los que pueden dejar una huella de bondad en este mundo. Hoseok creía que seguramente la maldad del hombre siempre había sido la causante del mal de los inocentes, y era sí, realmente lo era.
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Junghope||Daddy issues: Musa
Fanfiction-¿Te sientes triste?, ¿Me dejas hacerte feliz?. Porque Hoseok había olvidado el significado de la alegría, y Jeon Jungkook,se enamoró al encontrar calidez y ternura en un prostituto, encaprichandose de Jung Hoseok. ♚Historia de una de las parejas s...