2a hoja

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La noche pasó pacíficamente. Sus predicciones se cumplieron: los ninjas enemigos se dirigieron en dirección contraria.

Sin preámbulos, marcharon rumbo a Konoha con la esperanza de no encontrarse ningún inconveniente.

—¿Crees volvernos a encontrarnos con los shinobi de Ame?

—Puede ser. En cada equipo suele haber un sensor, el cuál deberá notar que nuestros chakras no aparecen por ninguna parte y llegarán a la conclusión de que no tomamos ese camino. —tenía razón, pero como cada palabra que decía la tenía, empezaba a considerar innecesario reconocerlo.

Disfrutaban de un paseo agradable entre árboles, y esa tranquilidad duró bien poco.

—Maldición, son aquellos shinobi. —las palabras salían a regañadientes de los labios de Lea.

—¿Emboscada? —le miró cómplice, a lo que ella asintió.

—Terminemos con esto.

El Uchiha se posicionó delante, cargando de chakra su boca para lanzar su ataque.

—¡Jutsu: gran bola de fuego!

La Sarutobi observó cómo varios enemigos consiguieron esquivar la gran bola de fuego a tiempo y cómo otros ardieron en llamas. Como se alegraba de no estar en sus posiciones.

—¿Creíais que nos engañaríais? —uno de ellos comenzó a realizar sellos con sus manos.

Shisui conocía esos sellos. El jutsu Niebla Venenosa.

Haciendo uso de su gran velocidad, tomó a la chica y se alejó de los de Amegakure. Segundos después, una niebla espesa color morado cubrió la zona en la que se encontraban. Los de Ame, quedaron sin afectar, puesto que las máscaras que llevaban y que se asemejaban a un respirador parecía filtrarles el aire.

Lea miró al pelinegro dándole las gracias, a saber cuán dañina habría sido.

—No podemos demorarnos más. Limpiaré el ambiente y luego tú los atacas, ¿de acuerdo? —añadió la Sarutobi y Shisui no le quedó más que asentir.

Se precipitó a adentrarse a la nube de niebla ante la atenta mirada de su compañero y, aguantando la respiración, hizo los sellos correspondientes para golpear el suelo y crear una enorme corriente de viento hacia el cielo que elevó la neblina. Disipada la niebla, permitió al Uchiha atacar lanzando kunais incendiados a cada uno.

—Uchiha Shisui...esperaba más de ti que unos kunais en llamas. —pero fue acallado al recibir el impacto de un kunai de un clon del mencionado.

Este había aprovechado mientras Lea disipaba la niebla para crear clones desde la distancia en caso de que alguno sobreviviese a su plan A.

—Bueno, parece que ya podemos irnos. —habló el muchacho.

—No tan rápido. —ambos voltearon sus cabezas hacia donde provenía la voz.

Ninjas que identificaron de Iwagakure, amenazaban con impedirles terminar la misión. Estos parecían poseer un mayor nivel que los de Ame, a decir de su chakra.

—Si nos dais los pergaminos del Mokuton, os dejaremos ir.

—¿Crees que hemos aceptado una misión para volver con las manos vacías? —respondió la chica, participando en la conversación.

—Tan testaruda.. Pues veamos de qué sois capaces.

El suelo tembló, desestabilizándoles. Uno de los ninjas de Iwa creó una mano de piedra que intentaba aplastarles y que los de Konoha esquivaban una y otra vez.

Lo que nunca te dije ↠ u.shisuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora