«Los días pasan y siento como si hubiera quedado anclada al pasado.
¿A esto se refieren con sentirse vacía?
Quisiera alejar todos los malos pensamientos de mí y razonar como a Shisui le hubiese gustado que hiciese. No dejar que su muerte me afectase tanto como está haciendo, seguir adelante... Pero me es imposible sabiendo que su ida será en vano de ser de esa forma. Aún no sé nada, pero pongo la mano en el fuego a que Danzō está relacionado. Y me destroza completamente no poder haberlo ayudado.
Sí tan solo no hubiera actuado tan impulsiva en enfrentarme a Danzō el otro día.. No estaría magullada y sin necesidad de estar en un hospital, hubiera sido capaz de acudir en su ayuda. Luchar por su vida.
Asuma y papá han intentado animarme, pero con los días, el dolor de mi pecho solo se acrementa más. Los recuerdos acuden a mí junto a las lágrimas. No es de shinobis llorar, aunque me es inevitable.
Se siente como una batalla perdida, que da por terminada la guerra en nuestra contra. Hemos sido vencidos. Puesto que yo ya no tengo fuerzas para seguir. No sin su ayuda, no sin el que siempre estuvo a mi lado cuando ni siquiera mi familia lo hizo.
Uchiha Shisui, te has ido, y te has llevado mi alma y corazón con tu partida.»
—Lea, pequeña. Por favor, tienes que comer algo, sino no te recuperarás nunca. —insistió por décimoquinta vez en el día su hermano. —Si quiera dime una palabra..
No tenía ganas de hablar. Si lo hacía, acabaría llorando de impotencia.
Quería estar sola.
Cuando Asuma se dio por vencido, Lea aprovechó para salir de aquellas cuatro paredes.
En las calles de la aldea todos hacían su vida normal, como si hace días no hubiese corrido el rumor de la muerte de uno de los Uchiha más poderosos. Desearía ser capaz de superarlo.
Unos ANBUs viajando de tejado en tejado la envolvieron en la ilusión de un deja vù. Aunque varios murmullos de algunos aldeanos la devolvieron a la realidad.
—¿Qué está volviendo a pasar? —le preguntó una muchacha a la dependienta de la tienda.
—Al parecer ha habido una masacre en el distrito Uchiha. El único superviviente es un niño pequeño llamado Sasuke.
—Ay, pobre. —exclamó la mujer con supuesta preocupación.
Inmediatamente corrió hacia aquel distrito, comprobando que nadie paseaba por las calles; las cuales estaban manchadas de restos de sangre.
No podía creérselo. Juraba que era una pesadilla, una en la que todo un clan había sido asesinado. El pequeño Sasuke quedó huérfano, el hermano de Itachi... ¿acaso él...?
¿Cómo era posible? ¿Cómo llegó a pasar esto? Pensó en las familias inocentes, ajenas al dilema aldea-Uchiha. Habían pagado justos por pecadores.
Comenzaba a perder la esperanza en la vida.
Anduvo en las nubes hasta que sus piernas la trajeron hasta el lago Uchiha. Caminó hacia el final del muelle, divisando una figura de cabellos oscuros recojidos. Enseguida supo de quién se trataba.
—Itachi... —su presencia allí solo significaba una cosa. Él asesinó a todo su clan. —Tú...
Sólo una mirada del azabache bastó para darle a entender que no tuvo opción. Sus ojos reflejaban dolor, vergüenza y sobre todo arrepentimiento.
—No tuve elección, Lea-san. Danzō siempre estuvo desde las sombras manipulando todo. —la mandíbula de ma chica se apretó ante la mención. —Robó un ojo a Shisui e iría por el otro de no ser a su decisión.
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Lo que nunca te dije ↠ u.shisui
FanfictionEn su intento por controlar esas lágrimas rebeldes, fracasó. Al igual que hizo con él. Ya era demasiado tarde. ***Todos los personajes excepto la protagonista, pertenecen al creador de la serie Naruto.***