—Te aseguro que dejará muchas incógnitas claras. —espetó la Sarutobi, a lo que Danzō se carcajeó.
—Me gusta tu ímpetu, serías buen miembro de Raíz. Lástima que sepas demasiado.
—Conozco tus intenciones Danzō, y no las permitiré.
—Me gustaría ver eso. —sonrió malvadamente. —Pero no será conmigo. Deshacéos de ella.
—A sus órdenes, Danzō-sama.
Los shinobi que lo escudaban formaron una barrera protectora delante de su líder, quien se echó hacia atrás para disfrutar de cerca la batalla.
No le quedó más remedio que enfrentarse primero a los guardias.
Uno de ellos inició el combate acercándose para un duelo físico. Todo se complicó cuando los demás se introdujeron. Como remedio, creó un clon de sombra para cada shinobi enemigo.
Con taijutsu arremetía contra ellos, pero de esa forma no llegaría a vencerlos, ya que su energía estaba repartida mientras que la de ellos no. Por eso aguantó unos minutos más y deshizo los clones cuando consiguió agotarlos un poco.
De un momento a otro se vio rodeada. No tenía escapatoria y cada enemigo estaba dispuesto a atacarle con un elemento diferente. Irremediablemente utilizó su elemento afín para defenderse. Creó un tornado a su alrededor que los expulsó de su perímetro.
Realmente aquellos ninja de Raíz se daban importancia porque eran multitud.
—No nos subestimes. —uno le leyó el pensamiento.
—Entonces, demostradlo.
Aquello no era más que una técnica evasoria para despistarlos. Aunque se dio cuenta que no funcionaría, pues estaba hablando de ninjas de Raíz, quienes son entrenados sin sentimientos ni remordimientos por asesinar a sus compañeros.
Sus cabezas hicieron un click y cambiaron de chip. Sus estilos de lucha se volvieron más fuertes y estables ante la sorpresa de la pelinegra.
Uno esparció hilos casi invisibles, que supuso que eran venenosos, y se las ingenió para esquivarlos. Pero estos le restringían su zona de movimiento.
El más pequeño de todos, un chico de cabello negro y piel muy blanca, sacó un pergamino sobre el que comenzó a dibujar. Segundos después, su dibujo de serpientes se materializó. A lo que la obligó a crear a su alrededor unas paredes de piedra.
Ni siquiera pudo bajar la guardia, puesto que de dentro de sus muros surgió del suelo una gran rama de madera que rompió su protección. Esta la aprisionó, rodeando su cuerpo con fuerza e impidiéndole mover un músculo.
Concentró grandes cantidades de chakra en sus extremidades. Luego de cierto tiempo, se deshizo de los impedimentos. Ya libre no desaprovechó la situación y forzó a corrientes de viento a cargar con sus cuerpos, los cuales daban vueltas alrededor de su centro. Finalmente los dejó caer contra el duro suelo mientras se preparaba para su ataque final.
Antes de que los ninja de Danzō estuvieran lo suficientemente recuperados para ponerse en pie. Invocó a la gran maza de tierra. Asumiendo que el jutsu le reduciría notablemente sus reservas de chakra, recogió a todos los ninja con la maza y los dejó precipitar hacia el suelo con la fuerza incluida de la gran mano.
Por consecuente, quedaron inconscientes.
—Parece que esto ya está. —se dijo a sí misma al ver los cuerpos que yacían en la superficie.
Unas palmas la devolvieron a la realidad, seguía en los cuarteles de Raíz los cuales deberían estar cerrados y destruidos. Además, el vejestorio de Danzō se encontraba tras ella sonriendo como si de su vida dependiese, agradado por el combate que había percibido.
—Parece que has heredado la fuerza de tu padre, Lea-san. —comentó y Lea quiso darle un buen puñetazo en la boca. No requería de sus comentarios.
—No sé de qué te ríes, tú vas a ser el siguiente.
—¿No crees que enfrentarte a alguien que acaba de ver de tus habilidades es una desventaja? O diciéndolo mejor, ¿una apuesta segura de que no tienes opciones de vencer? —pretendía intimidarla, lo sabía y conocía suficiente de sus tácticas como para no dejarse engañar.
—Sé lo que hago. —aún no había sacado su as de la manga.
Hubo practicado su habilidad hasta el punto de desarrollarla hasta el siguiente nivel, así como los Uchiha con el sharingan.
Estaba impaciente por estrenarla contra alguien. Esta podría ser considerada...algo dura y sangrienta.
—Es un desperdicio que una chiquilla como tú se dedique a esos Uchiha. —sonaba a lamentaciones falsas, pues en realidad no poseía ni pizca de emoción hacia la Sarutobi. Es más, aquella familia solo le estorbaba y deseaba no tenerlos en su vista cuando antes.
Desde pequeños, Hiruzen siempre tuvo manera de líder y solía destacar en todo a lo que Danzō aspiraba.
—Tanto como Konoha como ese clan han cambiado, nada es igual que antes. En mi juventud, los muros eran claros. Cada clan era inclusivo y no permitía la intrusión de alguien que no portara el mismo apellido. En aquel entonces tu herencia era la responsable de abrir o cerrar puertas en la vida de la gente. —el mundo había evolucionado sí, pero Lea comprendió que Danzō quedó atrapado en los tiempos de su infancia y adolescencia. —Con el tiempo esa costumbre fue desapareciendo... El lugar que cada clan ocupaba fue sustituido por otro, y así fue cómo el caos nació en Konohagakure. Hay ciertos clanes que no son aptos para ciertos cargos, y así perdurará.
—¿Hablas de los Uchiha, cierto? No es posible juzgar a todo un clan por su pasado. Siendo así, todos serían culpables de cientos y miles de muertes, no solo los Uchiha. Pues en un pasado, cuando aún la aldea no había sido fundada, todos luchaban entre sí por la supervivencia.
—Ahí es donde te equivocas, Sarutobi. Pero tu opinión no influirá; todo volverá a su orden y normalidad cuando Raíz se alce de entre las sombras.
Fue interrumpido por el estruendo de un crujido del suelo que ambos pisaban, lo que le distrajo.
Lea mantenía los puños apretados y restringía su fuerza de no partir sus dientes. Ella causó que el suelo se resquebrajara por culpa de su rabia, por culpa de las santeces de aquel ser que tenía frente sus ojos.
—Creo que ya va siendo demasiada palabrería.
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Buenas chicos!! La cosa ya se está poniendo seria...
Siento si la batalla no está muy bien narrada pero es que tiendo a evitarlo porque siento que no se me da muy bien. Pero en este caso era necesario.
En fin, espero que os guste!! Hasta la próxima 👋🏻👋🏻
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Lo que nunca te dije ↠ u.shisui
FanfictionEn su intento por controlar esas lágrimas rebeldes, fracasó. Al igual que hizo con él. Ya era demasiado tarde. ***Todos los personajes excepto la protagonista, pertenecen al creador de la serie Naruto.***