4a hoja

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«Asuma se la pasa de arriba a abajo hablando de Kurenai y creo que mi cabeza va a explotar con tanta información amorosa.

Es curioso cómo desde que está enamorado se ha vuelto un pesado. Juraría que sería capaz de salir con su chica en lugar de él.

Quizás ese es el efecto del amor.

Yo lo llamo veneno no letal, porque que se sepa aún nadie ha muerto por amor ¿no?

Papá, por favor, te pido que me asignes alguna misión..

—¡Lea, no puedes llamarme así mientras trabajo! ¿Qué pasaría si alguien te escuchase? Tu identidad de ANBU se vería afectada.

—Perdón, Sandaime-sama. Pero es que Asuma...

—Está bien, está bien. Tú misión será la siguiente..

(...)

—Con que proteger a nuestros shinobi...

—Así es, llevamos una misión pararela a la de nuestros aliados. —habló el capitán Hatake. —Eso es un símbolo ANBU. —pronunció al ver a Itachi tomar una baya. —Los ANBU siempre andan en las sombras protegiendo y acechando a los que están en la luz.

—No hay problema, sé que en Raíz es así. —a su lado el Uchiha dijo.

Era cierto que en experiencia como ANBU, tanto Kakashi como Itachi me superaban. Era normal que sintiese menos responsabilidad puesta sobre mí ¿no?

Pero eso me motivaba a mejorar y a demostrar lo mejor de mí.

Itachi era tan joven, un prodigio. Que el Tercero lo hubiese colocado en el equipo Ro era una señal. Deseaba ver las habilidades que poseía, y tenía la sensación de que ese día lo conseguiría. Porque después de tantos años fuera de las alianzas shinobi, ¿el país de los Bosques ofrecía un trato? Era por eso que nos encontrábamos allí. El Sandaime sospechó de que sería una trampa.

—Parece que se están dando cuenta de la intención oculta detrás de su misión. —Guy, amigo de Kakashi, encontró raro que tan sólo acudiesen ellos a la misión. —Será mejor que también descansemos.

Pasaron algunas horas y volvieron a ponerse en marcha. Esta vez no se detuvieron hasta llegar al lugar donde intercambiarían pergaminos.

Unos shinobi enmascarados aparecieron de entre las rocas. Eran del País de los Bosques.

—¿Sois de Konoha? —preguntó su líder y estos asintieron. —Entregadnos el pergamino primero.

Guy, quién lo poseía, intentó detectar algo extraño en su voz. Aunque finalmente acabó accediendo.

—Está bien. —se lo entregó y el líder de los Bosques le ofreció otro a cambio.

Esta vez, los sentidos de alarma de Guy se dispararon y de una patada alejó el pergamino bomba, explotando este lejos. Era una trampa tal y como el Hokage sospechó.

—Quedará como que Konoha no mostró signos de deseo de paz entre nuestros dos países.

—¡Pero si fuisteis vosotros quienes trataron de engañarnos!

Kakashi, Itachi y Lea, se dispusieron a perseguir a los shinobi enemigos que intentaban huir con el pergamino.

Los rodearon y comenzaron a atacarles. Sus órdenes eran que si resultaba ser una trampa, debían aniquilar a todos sin dejar supervivientes enemigos. Tal así fue, asesinaron a todos ante la sorprendida mirada de Guy; quién no se esperó escena tan sangrienta por parte de su amigo. Pero seguían órdenes estrictas de Danzō e indirectamente del Hokage.

—Kakashi...

—No hay nombres en una misión ANBU. —respondió tajante el mencionado. —Será mejor regresar antes de que vengan refuerzos.

Kakashi era un hombre peculiar. Bajo su máscara de capitán ocultaba su oscuro pasado. Por el cuartel había quién decía que era capaz de matar a sus compañeros por tener éxito en las misiones. Sin embargo, sabía que no le gustaba matar. Si había llegado tan alto no había sido por su ambición, sino por sus habilidades.

Era la viva imagen del arrepentimiento...y parecía que nadie conseguía verlo.

Los ANBU deben borrar todo rastro de su personalidad cuando trabajan. Dejar a un lado las emociones y sentimientos, así actuar como máquinas del asesinato silencioso y trabajar en las sombras. Ser ANBU era un trabajo oscuro y sucio.

—Hokage-sama, la misión ha sido completada con éxito.

—Está bien. Equipo Ro, pueden retirarse.

Uno que era difícil de soportar.

¿Hay alguien en casa? —avisó de su reciente llegada.

—Oi, Lea. ¿Qué tal la misión? Últimamente estás más ocupada que yo. —su hermano dijo apareciendo por la habitación principal.

—Todo fue según lo previsto. —no reveló nada más, ya que no le estaba permitido. —Estás perdiendo tu forma física, hermano.

—¿Eso crees? Un día de estos lucharemos y te demostraré que te equivocas.

—Asuma, la victoria no se consigue con palabras. —rió. —Kurenai-san te está ablandando.

—Ten por seguro que ella es más dura que yo.

—Hermano, saldré a dar un paseo por la aldea ¿de acuerdo? —con su respuesta afirmativa salió al exterior.

En busca de paz para calmar mis ideas, encontré todo lo contrario. Pasé cerca de un pequeño comercio en el que a su lado se encontraba un bar.

El dueño del comercio estaba peleando con un hombre borracho que estaba armando jaleo debido a su embriaguez.

—¡Suéltame! No poses tus sucias manos sobre mis hortalizas.

—Las posaré si me apetece, para algo están puestas ahí ¿no?

Los hombres se enzarzaron en una pelea a golpes, hasta que la policía militar tuvo que intervenir.

—¡Deténganse! ¡Cálmense!

—Nadie ha pedido la ayuda de la policía militar. —el dueño del comercio dijo y Lea frunció su ceño, ¿por qué actuaba así?

—Id a esconderos otra vez como en el ataque del Kyuubi.

—¿Cómo has dicho? —el policía no parecía creérselo. —Estais detenidos, los dos.

La gente alrededor quedó expectante, al igual que yo, que estaba ojiplática.

En aquel momento, los murmullos de la gente que había presenciado la escena se hicieron notar. Lo sorprendente fue que muchos concordaban con la opinión de los hombres que fueron detenidos.

Ahí comencé a entender que el problema era más complejo que tan sólo unos compañeros a los que no les agradaban unos Uchiha por su gran poder y técnicas oculares. La situación iba más allá de la envidia.

¿Cuando fue que Konoha dejó de ser una unión entre clanes y pasó a ser un área de enfrentamientos dentro de un mismo país?»

Lo que nunca te dije ↠ u.shisuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora