El psicópata

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"Buenos días Stiles"

El mensaje no decía mucho pero a la vez hacía temblar las manos del castaño cada vez que lo leía, no sabía qué hacer, o cómo actuar.

-¿Estás bien?- Lydia se sentó a su lado –Te noto...extraño- murmura buscando alguna respuesta en su mirada. Stiles sólo la ve fijamente y luego aparta la mirada a su celular en sus manos.

-Me está sucediendo algo...pero no sé si deba hablar de ello- le comentó en voz baja. Eran los únicos en el pasillo pero aún así sentía como si cada paso que diera era visto o cada palabra que saliera de su boca era escuchada. Mordisqueó su labio inferior y suspiró.

-¿Tienes problemas con tu papá?- preguntó ella en el mismo tono de voz. Stiles negó y levantó la mirada.

-No es nada...solo...vayamos a almorzar y luego por Jackson- sonrió para intentar cambiar la atmósfera que se había creado y aunque ella quiso protestar, Stiles no le permitió y solo se echó a caminar hacia el comedor.

No estaba seguro de si podía hablarlo con alguien, no sabía quién era ésta persona pero al parecer a él sí le conocía, eso era lo que le atemorizaba en cierto grado, sentirse tan...expuesto. Dos noches atrás había recibido un mensaje que no le dejó dormir toda la noche, no fue un mensaje cualquiera y no era algo que él podía dejarlo pasar, era una foto de su ventana, tomada en ese momento y lo sabía porque solo un día antes había puesto sus tenis a secar ahí.

El hecho de que ésta persona conozca su casa, que sepa dónde vive le aterraba, conocía más sobre él que viceversa y estaba comenzando a sentir miedo. No podía evitarlo, sin embargo no quería hacerlo público porque no quería que su padre supiera que...es gay, nunca se lo había dicho y había intentado no ser tan obvio, pero decirle lo que sucedía significaba contarle la verdad y no sabía si estaba preparado para ello.

Aparte de su padre no había nadie más con quien hablar, sus amigos no entenderían y entre ellos solo Lydia sabe de sus gustos, y sabe de Scott...ese era otro tema y quería lidiar con un problema a la vez.

Por ahora, debía conseguir que el psicópata que le acosaba bajara la guardia y poder descubrirle pero era astuto y Stiles lo sabía, debería pensar más allá, debería conseguir ser más astuto aún.

-¡Stiles!-

El castaño levantó la mirada y miró a Lydia. Ella tenía el rostro cargado de preocupación, una que el castaño no supo deducir porqué.

-Está hablándote- dijo y señaló con la mirada a un lado. Stiles se movió y encontró a Scott parado a su derecha. Tragó despacio e hizo una mueca.

-Lo siento...estaba distraído- se excusó y le miró fijamente -¿Decías?-

-Que quiero hablar contigo- dijo el de rasgos latinos y Stiles suspiró y volvió a respirar profundo.

-¿Es urgente?- preguntó para sorpresa de Lydia

-¿Urgente?... Es...-

-¿No es urgente? Entonces podemos dejarlo para otro día ¿verdad? Lo lamento pero en verdad tengo un millón de cosas en la cabeza y...-

-Stiles- le llamó su amiga pero él simplemente se alejó de ambos y salió del comedor con dirección a su casillero. Necesitaba ir a casa -¡Stiles!- volteó y encontró a Lydia corriendo detrás suyo -¿Qué diablos te pasa?- preguntó sorprendida

-Tengo problemas, ya te lo dije...-

-¿Qué problemas?-

-Problemas, Lydia- enfatizó

¿Quién recibió el mensaje? ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora