Sí, Señor.

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Me encanta éste capítulo! Y el que sigue aun más...No olviden comentar!!

Esa semana había sido la peor, comenzando por su padre quien pidió permiso y trabajó desde casa para cuidarle. Ellos eran lo único que tenían, y Stiles no le culpaba, el episodio de la migraña fue solo eso para él, pero para su padre fue mucho más. Su madre falleció cuando él tenía diez años de una enfermedad llamada Demencia Frontotemporal, ella había comenzado con fuertes dolores de cabeza y para Noah ver a Stiles como lo vio, fue como revivir el pasado con su esposa. Así que esa semana se quedó todos los días con Stiles, sin contar que lo llevó y trajo del instituto.

Luego estaba Derek, apenas lo había podido ver dos veces en toda la semana. El pelinegro le contó el episodio con su padre ese primer día en el hospital y le dijo que no quería forzar las cosas, a pesar de eso había ido en dos ocasiones luego de que llegara del instituto para verle. Igual hablaban por teléfono todo el día y en las noches, Derek se encargaba de dárselas apropiadamente a través de su ventana. Era todo a lo que podía aspirar con su padre rondando las veinticuatro horas.

Un beso y un buenas noches.

Y le costaba trabajo separarse del pelinegro mientras le besaba, cada noche le costaba demasiado trabajo hacerlo y quería entender por qué, aparte de que Derek últimamente no se había estado callando sus necesidades y eso solamente ayudaba a incrementar su deseo.

-Creo que voy a comenzar a fumar- había dicho el miércoles luego de besarle por casi cinco minutos

-¿En qué puede ayudarte eso?- Preguntó él

-En mantener mis labios ocupados... y lejos de los tuyos- contestó antes de volver a besarle.

Y sí, era en momentos como ese que Stiles sentía cosas en su estómago y dudaba que fuera hambre. Ese día al fin estaba solo y necesitaba a Derek Hale. Así que no lo pensó dos veces y le llamó, luego se arrepintió ya que eran alrededor de las siete de la mañana y el moreno seguramente estaba dormido aún pero no, le contestó al tercer tono.

-El chico que me vuelve loco está llamando- dijo y Stiles sonrió

-¿Puedo ir a tu casa?- preguntó observando el techo como si fuera lo más interesante del mundo

-¿En qué estás pensando Stilinski?- preguntó curioso Derek. Stiles se mordió el labio lentamente y cerró los ojos

-Quiero una demostración Derek- soltó –Quiero...-

-¿Te diste cuenta que son las siete de la mañana Stiles?-

-Eh...sí...eso creo-

-¿Y ya estás caliente?-

-Llevo caliente mucho tiempo Señor... ¿qué hará al respecto?- susurró y sintió una puntada en sus partes bajas al escuchar el gemido ronco que soltó Derek al otro lado.

-En serio me vuelves loco Stiles- admitió –Te veo en cinco minutos- dijo y colgó dejando a Stiles sorprendido. Cinco minutos.

Se vistió con unos pantalones de algodón livianos, una remera negra, su sudadera roja y sus converse y bajó corriendo las escaleras abriendo la puerta justo cuando Derek terminaba de subir las escaleras.

-¿Te sientes mejor?-

Fue lo primero que Derek dijo y Stiles asintió sin apartar la mirada. Derek llegó hasta él a la puerta y levantó una mano a su mejilla acariciándole.

-¿Estás seguro?-

-Lo estoy Señor- confirmó y cerró los ojos cuando Derek le agarró por completo la mejilla y parte del cuello –Derek...- lloriqueó levemente acercándose más y el mayor se inclinó besándole la otra mejilla

¿Quién recibió el mensaje? ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora