El beso

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Su papá no armó demasiado alboroto como había pensado, además de pedirle que le hiciera una lista de las posibles personas que podrían haber sido, no hizo nada más al respecto. Ellos no tenían cámaras ni dentro ni fuera de su casa así que las cosas simplemente se iban complicando en vez de ser lo contrario por lo que decidieron dejarlo pasar y calmarse.

En la noche, Stiles no dejaba de pensar en su acosador. ¿Habría sido él? Porque claramente conocía su casa, sabía cuál era su cuarto y podría haber entrado sin mucho esfuerzo ya que la ventana se encontraba rota, así que sí, era el principal sospechoso. Y por otro lado también estaba Scott, había salido último del cuarto y quién sabe...capaz y él se lo dejó, pero las probabilidades seguían en contra del acosador ya que su amigo sí sabe que es alérgico y el acosador no, al menos eso cree ya que el tipo lo conoce tan malditamente bien que...

-Stiles-

Miró a su papá, tenía una caja envuelta en papel rojo en las manos. Levantó una ceja y se removió sobre su cama.

-¿Qué es?- preguntó desinteresado.

-No lo sé... alguien tocó la puerta y al abrir solo encontré esto- le comentó acercándose –No creo que sea una bomba- murmuró sonriendo y el castaño lo hizo también. Se sentaron uno al lado del otro y Stiles tomó la caja observando el pequeño moño en una esquina.

-Qué extraño...-susurró viendo su nombre escrito en una esquina. La abrió despacio, siempre fue meticuloso en ese aspecto, odia romper los papeles de regalo o los moños ya que siempre cree que puede volver a utilizarlos, cosa que nunca sucede.

Cuatro rosas hechas de papel descansaban dentro de la caja y eso hizo sonreír al castaño, negó y quitó las rosas pasándoselas a su padre quien seguía sin entender qué sucedía, y tomó un trozo de papel que descansaba en el fondo de la caja

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Cuatro rosas hechas de papel descansaban dentro de la caja y eso hizo sonreír al castaño, negó y quitó las rosas pasándoselas a su padre quien seguía sin entender qué sucedía, y tomó un trozo de papel que descansaba en el fondo de la caja.

"Lo lamento"

Suspiró y arrugó la hoja con caligrafía perfecta en su puño.

-¿Qué dice?- preguntó el mayor

-Nada- susurra él sintiéndose cohibido.

Lo sentía, el acosador lo sentía y Stiles también lo hacía de cierto modo.

-Quisiera dormir ya, hablamos mañana ¿bien?-

Stiles le quitó las rosas de las manos y las dejó sobre el escritorio, guardó la nota en el bolsillo del pantaloncillo y apagó la luz justo cuando su padre se puso de pie.

-Descansa hijo- murmuró y el castaño sonrió metiéndose a la cama.

Una vez que su padre cerró la puerta Stiles se levantó de golpe y tomó su teléfono, buscó en los contactos y llamó.

Esperó y esperó pero al final el contestador fue el único que atendió, volvió a intentar pero el resultado fue el mismo.

"¿Quién diablos te crees?"

¿Quién recibió el mensaje? ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora