No esta vez Hale

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Stiles se alejó levemente y respiró profundo intentando poner en orden sus pensamientos, que con el alcohol que había ingerido era un poco difícil.

-No quiero hablar contigo- soltó poniendo bastante distancia entre ellos

-¡¿Y porque estás enfadado conmigo, vas y haces una fiesta y te vistes como un...?!-

-¿Un qué Derek?- interrumpió -¿Acaso no eres tú al que le gustan éstos disfraces?- indagó y señaló la corta falda negra que llevaba, Derek bajó la mirada a sus piernas y la respiración se le entrecortó.

-¿Estás vestido así por mí?- preguntó extrañado y Stiles sonrió

-No, Hale. No estoy vestido así por ti, estoy vestido así porque me gusta...me gusta que otros me vean y que quieran tocarme y digan cosas como "Te ves..."-

-Por favor para- pidió el mayor recostándose en la puerta y cerrando los ojos.

Stiles había dejado de hablar pero el enfado seguía ahí. Le odiaba con todas sus fuerzas.

-¿Cómo crees que me sentí yo al verte con Liam?- le preguntó. El ojiverde no dijo nada, solo se dejó caer al suelo con las piernas flexionadas y negó –Vas a irte, y vas a dejar que disfrute ésta noche con mis amigos-

-No voy a hacer eso- respondió al instante

-No era una pregunta-

-¡Pues no voy a dejar que vuelvas a salir vestido de esa manera Stiles!- exclamó poniéndose de pie de nuevo y acercándose a él -¿Qué mierda pensabas al vestirte así? ¿Qué no me enteraría o que...?-

-¡Quería que te enteraras!- contestó empujándole -¡Quería que me vieras con otros, quería que te dieras cuenta de que así como tú haces lo que te place, yo también voy a hacerlo!-

Derek respiró profundo y le tomó por las muñecas con fuerza.

-¿Eso es lo que quieres, castigarme?- le preguntó y el castaño apretó los labios –Te he dicho que Liam no significa nada para mí...-

-Y sin embargo ahí estabas acariciándole como lo hacías-

-¡Olvídate de eso!- gritó

-¡No puedo! No voy a olvidarlo... ¡Dijiste que me querías!- le recordó y Derek vio el dolor instalado en sus ojos.

Suavizó el agarre y suspiró despacio.

-Y lo hago, te quiero Stiles- confirmó -¿Por qué dudas de eso?-

-Porque siento que no eres completamente mío...nosotros no tenemos manías, no hacemos nada más que... ¿Qué me garantiza que soy especial? Quiero ser especial- susurró y apartó la vista al sentir sus ojos aguarse.

Ahora el alcohol estaba haciendo que dijera cosas cursis. Genial.

-Eres mucho más especial de lo que crees- murmuró Derek acercándose contra su cuerpo y soltó sus muñecas tomándole por el cuello –Castígame...golpéame y destrózame pero no vuelvas a salir por favor, voy a rogártelo si es necesario- aseguró y Stiles vio la sinceridad plasmada en su rostro y no pudo decir que no

-Lo haré- aceptó–Voy a castigarte-

El ojimiel sentó a Derek en la silla del escritorio y se paró frente a él observándole fijamente.

-¿No vas a atarme o algo así?- preguntó y Stiles sonrió negando

-Eso sería muy fácil- susurró y sonrió con malicia, subió a horcajadas sobre Derek y se sentó sobre él con su pecho pegado al del mayor –Regla número uno: No puedes tocar- murmuró contra sus labios, Derek exhaló con fuerza y asintió –Regla número dos: No puedes hablar- siguió y el mayor el miró directo a los ojos. Estaba borracho y excitado, mala combinación –Regla número...tres...No te puedes correr...- dijo lentamente y el mayor fue al frente para atrapar sus labios pero Stiles fue más rápido y se alejó divertido.

¿Quién recibió el mensaje? ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora