Salió del baño con el rostro algo pálido y bastante desconcertado. Al bajar al segundo piso encontró a la mayoría de los alumnos movilizándose para ir a sus casas y entonces el miedo recorrió sus venas. Podría ser cualquiera, podría ser el chico de chaqueta marrón quien venía caminando en su dirección, podría ser el chico de tercer año que hablaba con Jackson, podía ser el tipo de carpeta verde quien revisaba algo en su teléfono...Podría ser cualquiera de ellos y él no tenía forma de saberlo.
-¡Stiles!- la voz de Lydia le sacó de sus pensamientos y le miró algo alarmado -¿Qué sucede? Parece que viste un fantasma... ¡No me digas!- le detuvo al instante –Te enteraste que Scott y Allison rompieron- se respondió a sí misma
-¿Scott y Allison...?- no pudo terminar la oración. La relación de Scott ya no era el mayor de sus problemas. Volteó el rostro buscando de nuevo a alguien y tragó saliva relamiéndose los labios.
-Oye... ¿Estás bien?- preguntó ella de nuevo un poco preocupada por su amigo. No era normal ver a Stiles preocupado, nervioso y mucho menos callado –Stiles-
-Sí...sí, estoy bien...por ahora- murmuró mientras se alejaba hacia la salida -¡Te escribo luego!- exclamó caminando apresurado entre los estudiantes y terminó por salir a la intemperie mojándose con la lluvia que aun caía. Corrió al jeep sin perder tiempo y se metió dentro agitado. Su pulso estaba disparado y sus manos temblaban, no solo por el frío –Necesitas calmarte...- se dijo a sí mismo –Puede ser una broma...no es posible... no puede...-
Golpeó el volante con fuera y frustración y gruñó molesto.
-No puede ser posible, las posibilidades son una en el universo entero- se dijo de nuevo y cerró los ojos colocando sus puños cerrados en su frente. Respiró y soltó aire, respiró y soltó aire de nuevo. Necesitaba calmarse y pensar con claridad.
Estaba en el instituto eso era claro y obvio porque no podría saber que estaba en el baño y lo que sucedía en el baño, si es que no se encontraba ahí. Ahora, lo que sucedió en el baño...solo lo sabe él y los otros dos chicos, nadie más, por lo tanto...uno de ellos debería ser. ¿Pero cómo saberlo? No reconoció sus voces, podrían ser de último año, podrían ser de su mismo año o podrían ser menores. No había forma de ubicarlos...aunque los pasillos del instituto tienen cámaras, si lograba meterse al cuarto de cómputos podría revisar las grabaciones.
-¡Eso es!- gritó victorioso –Me meteré al cuarto y revisaré quienes entraron al baño cuando yo estaba dentro, los buscaré luego y aclararé las cosas, les diré que fue un error, que borre el mensaje y mi número y que no diré nada sobre los que ellos hicieron en el baño- sonrió satisfecho del plan que había creado –Aun no creo que sea tan inteligente- dice apagando las luces del jeep y tomando su teléfono.
Le diría a su padre que iría a donde Lydia, le diría a ésta que le cubriera por si el mayor le llamaba, y esperaría. Aguardaría hasta que todos salgan del instituto y se infiltraría dentro para llevar a cabo su plan.
No era tan descabellado al final, nadie le metería preso por revisar unas cámaras y si realmente le descubrían, posiblemente su padre le quite las llaves del jeep durante una semana hasta que al final terminará dándose cuenta que no lo puede dejar sin medio de transporte y terminará recuperando las llaves de nuevo y así...todo saldría bien, él descubriría lo que necesitaba y nadie saldría lastimado.
Era un genio sin duda alguna.
Y como había planeado, a las ocho de la noche en punto bajó del jeep de nuevo, observando a todos lados. A pesar de haber visto al último maestro irse una hora antes aun así debía ser precavido. Se ajustó la chaqueta y caminó lejos de los alumbrados hasta rodear el instituto e ir a la puerta trasera.
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¿Quién recibió el mensaje? ©
Fiksi Penggemar[AU] Stiles comete un error, envía un mensaje a un número equivocado y su vida se ve envuelta en un caos del cual no encuentra salida, conociendo así a alguien que cambiará por completo su vida, y dejará a la vista que sus intenciones esconden los m...