¿Quieres jugar?

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Mantuvo sus manos entre sus piernas todo el camino, jugando con sus dedos y mordisqueándose el interior de las mejillas intentando no soltar ningún ruido. Respiraba profundo cada cinco minutos y luego soltaba un suspiro lento. Se enfocó en observar las calles, las personas, los árboles...lo que sea.

Mucho tiempo después Stiles miró por primera vez a Derek, estaba tenso, estaba...enfadado, molesto y todo porque él quería...ser caprichoso y se metió al maldito asiento de enfrente.

-Detén el auto- le dijo y Derek frunció el ceño –Detén el auto Derek, ahora- repitió quitándose el cinturón de seguridad, Derek se encostó y antes de que pudiera decir nada bajó del auto.

-¿Qué pasa?- preguntó Hale bajando al segundo después. Stiles respiró profundo y negó.

-Solo necesitaba aire- contestó y sonrió –Siento haber subido ahí sin tu permiso, lo siento...no...- se detuvo antes de decir que no volvería a suceder. ¿Qué demonios estaba haciendo?

-Estás preguntándote qué demonios estás haciendo ¿verdad?-

Stiles bajó la mirada avergonzado.

-Está bien, tranquilo- rodeó el auto y se paró frente a él –No te preocupes, voy a llevarte a casa y...-

-No, no quiero que me lleves a casa- dijo acortando la distancia y colocando sus manos en los costados de Derek –Quiero que me lleves a algún lugar y me muestres qué es esto, en qué me estoy metiendo-

Derek le observó unos instantes y asintió tomándole por el cuello.

-¿Es lo que quieres?- le preguntó de vuelta y Stiles asintió sin apartar la mirada.

Derek le besó la frente y Stiles sonrió levemente, cuando se alejaron Derek le tomó de la mano y le guió hasta el asiento de enfrente abriéndole la puerta de nuevo.

-Es solo una manía mía- dijo y Stiles le miró con sorpresa –Cuando tenía ocho años tuvimos un viaje familiar, papá manejaba, mamá iba a su lado y Cora, Laura y yo íbamos atrás. En la noche un venado se atravesó en la avenida y papá perdió el control del vehículo, no fue nada grave pero la bolsa para golpes se activó y mamá sufrió una contusión que la dejó dormida cuatro días- contó –Desde ese momento nadie viaja en el asiento del copiloto...nadie viajaba- se corrigió y Stiles solo pudo asentir.

Conocía la historia de los Hale, al incendio solo sobrevivieron él, Cora y su madre, y no estaba muy seguro de querer abordar el tema.

-Estuviste tenso todo el camino y...no quiero incomodarme. No me estoy cuestionando lo que sea que es ésta relación, no es eso, solo que...nunca he estado con nadie Derek y no sé qué hacer o qué no hacer, no sé...prácticamente nada sobre una relación normal y mucho menos una relación como la que buscas, ni siquiera sé si se le puede llamar relación...-

-No olvides respirar- le interrumpió y Stiles sonrió recordando que Lydia le había dicho lo mismo tan solo unas horas antes

-Tengo muchas cosas que decir...-

-Lo he notado- murmuró risueño –Mira, vamos a cenar, hablemos...hazme las preguntas que necesites y...pasemos una buena noche ¿está bien?- el castaño asintió en respuesta y subieron al camaro de nuevo. Lo que restaba del viaje se la pasaron en un juego que inventó Stiles donde uno debía decir una palabra que comenzara con la misma letra con la que acabó la palabra del otro.

-Asno- soltó Stiles sonriendo y Derek sonrió también

-Orgía- dijo y Stiles le miró

-¡Oye!- exclamó y rieron juntos –Animal- dijo y Derek se tomó por aludido pero no dijo nada al respecto

¿Quién recibió el mensaje? ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora