"Señor"

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Por la noche Stiles estaba impaciente, eran alrededor de las ocho y estaba sentado en su cama en silencio, esperando.

No había abierto la ventana aun, no sabía si quería o no hacerlo, cincuenta, cincuenta.

Quería y no quería a la vez, algo le detenía y era el hecho de que se trataba del mismísimo Derek Hale.

Todo tenía sentido de pronto, era mayor que él claramente, y sí, claro que también se conocían, Cora estudiaba en el mismo instituto, era tan estúpido...se sentía un idiota, en serio.

Cuando dieron las nueve se puso de pie con el corazón en la garganta, sintió las gotas de agua caer por su nuca a raíz del baño que había tomado, y se acercó a la ventana despacio. Las cuatro rosas ahora estaban de nuevo sobre el escritorio, respiró profundo y se aceró a ella tomando el pestillo con la derecha.

Lo observó fijamente y tragó saliva mientras lo levantaba lentamente y el viento fresco le envolvía. Tembló levemente pero luego una sombra se movió a un lado y retrocedió al mismo tiempo que el otro aparecía del otro lado de la ventana. Llevaba prendas oscuras de nuevo y la misma tela cubriéndole el rostro.

-Creí que nunca abrirías- dijo éste metiéndose por ésta. Stiles apartó la mirada con la respiración entrecortada –Acércate- dijo en modo de orden y Stiles comenzó a respirar más fuerte aun –No voy a hacerte daño-

-En realidad...no sé eso- murmuró sin mirarle aun.

-Te lo estoy diciendo-

-¿Entonces simplemente debo confiar en ti?- preguntó burlón y volteó dándole la espalda.

-¿Por qué abriste la ventana entonces?- preguntó acercándose -¿Por qué lo hiciste si no confías? Podría matarte...-murmuró llegando hasta su cuerpo, Stiles contuvo el aliento y seguido sintió su pecho contra su espalda –Podría abusar de ti...- susurró en su oído y Stiles se sintió débil. Esa sensación de fragilidad que por primera vez en su vida sentía. Soltó aire un par de veces y volvió a contenerlo cuando sintió sus manos en sus caderas pegando sus cuerpos –Podría hacer lo que quisiera con tu cuerpo- habló de nuevo y el castaño gimió al sentir algo duro y punzante contra sus nalgas

-¿Cómo qué?- preguntó con timidez.

Vergüenza que al ojiverde terminó por enloquecer.

Le lanzó a la cama con agilidad y delicadeza y cuando Stiles quiso voltear éste le detuvo de hacerlo.

-¿Quieres saber qué cosas te haría?- preguntó en su oído y Stiles quedó con la mejilla contra el colchón, sintió una mano en su muslo derecho y jadeó de sorpresa –Debiste haber acabado con esto antes de que...- calló abruptamente y Stiles quiso voltear para verle pero no lo hizo, no pudo. –Dímelo, hazlo ahora- le pidió aun con una mano en el muslo del menor –Dime que no quieres esto...-

-¿Qué es esto Derek?- preguntó y sintió cómo la presión de todos lados se esfumaba, pudo notar la sorpresa en el mayor y entonces volteó bajo su cuerpo encontrando al mayor sentado a horcajadas sobre él. Se incorporó despacio y se sostuvo con una mano contra el colchón -¿Por qué esconderte?- preguntó. El mayor no dejaba de verle, aun parecía sumido en la sorpresa.

Fue entonces que Stiles aprovechó y con la mano libre la acercó al rostro del mayor levantándole la tela y dejando al descubierto su rostro. Un rostro que solo había visto en fotografías o a lo lejos, un rostro que no recordaba.

-¿Por qué no hacer las cosas bien?-

-¿Qué significa eso para ti?- Derek habló por primera vez. Stiles analizó cada movimiento de sus labios al pronunciar las palabras

¿Quién recibió el mensaje? ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora