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—Hoy iré en bus. —le avisé a mi madre entrando a la cocina.

Ya había pasado fin de semana que fue insufrible, por cierto.

Era hora de convertirse en una estudiante de Corea para convertirse en una artista de provecho. Y sin terminar el instituto no podía acceder a la universidad.

—¿Cómo? —dejó de leer el periódico y me miró, bajando sus gafas.

—Que hoy iré en autobús. Sé que lo has oído. —abrí el frigorífico y agarré un brick de zumo de piña y uva.

—¿Por qué vas a ir en transporte público? Seokjin te llevará al instituto.

—Seokjin está ocupado organizando su boda. Además no hace falta que él me lleve, yo puedo conducir.

—¿Con el permiso de quién? —cruzó sus manos y me miró por encima de sus gafas de leer.

—Con el de mi carnet y el mío. Me he informado y el carnet de conducir me sirve aquí también. —respondí. —Y menos mal, porque no tenía ganas de sacármelo de nuevo porque no fuera válido aquí y...

—No tienes el permiso de tu padre ni el de tu hermano. —me interrumpió.

—No sabía que necesitaba el permiso de alguien para conducir. —apreté el asa de mi mochila y me mordí la lengua para no soltar un comentario grosero.

—Tú no puedes conducir, las mujeres no pueden. Me refiero a que necesitas el permiso de un hombre para montarte en un coche y además tiene que ser el de tu padre o hermano, y futuramente el de tu marido. No puedes montarte en algún coche que no sea el de alguno de ellos tres y mucho menos si no vas acompañada por ellos.

¿En el mercado negro negro venderán cerebros con neuronas que conecten entre ellas?

Suspiré e intenté no asesinarla en ese instante. Era mi madre, por favor.

—Estamos en el siglo XXI, mamá. Evoluciona y quitate esas ideas machistas de tu mente. Las mujeres podemos conducir, podemos no maquillarnos si no nos da la gana, podemos no depilarnos si no queremos y podenos hacer de todo porque no somos menos que los hombres. No somos inferiores para que nos traten como nos tratan. Tú, como mujer y persona deberías informarte de tus obligaciones y luchar por tus derechos.

—Por favor, tú deberías quitarte esas ideas feministas de chica moderna. El feminismo solo quiere que la mujer sea mejor que el hombre y eso es algo imposible que nunca va a pasar. Además no puedes ir en autobús, ¿sabes lo que pensarán los demás de ti?

Mi madre pensaba que ir en autobús era de pobres y de gente de poco nivel.

Rodé los ojos abriendo mi zumo y bebiendo de él, mirándola mal.

—Me voy o perderé el bus. Mañana me iré en coche, conduciendo yo. Y me da igual lo que piense la gente de mí.  —salí de casa y di un portazo para después escuchar su grito desesperado.

Si no me soportaba, ¿por qué me había sacado de Los Ángeles?

Con gente como ella en el mundo desde luego que no íbamos a avanzar.

Fui dando un paseo hasta la parada del autobús mientras escuchaba Epik Hihg. Estuve esperando el bus unos diez minutos y me arrepentí de no haber cogido uno de los coches que había en el garaje. Si lo hubiera cogido ya estaría casi llegando al instituto y no tendría que aguantar los mensajes de Kim Jiho diciéndome que se moría de ganas por presentarme a sus amigas y a varios chicos, lo peor de todo es que debía actuar como si de verdad me importase si no quería tener problemas con mi padre por tratarla mal.