v e i n t i d ó s

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—¿Entoces la beca de Hoseok es para Los Ángeles? —la pregunta que le hice a Yoongi lo dejó helado. Dejó su burrito en el plato y se limpió los dedos con una servilleta. Se limitó a asentir y aclararse la garganta.

Mierda, ya la había cagado.

—Eso me ha dicho. —habló con un hilo de voz e intentó sonreírme.

Acerqué mi mano a la suya, que estaba encima de la mesa y la apreté.

—Todavía quedan varios meses para que se vaya, tenemos mucho tiempo para disfrutar de él y ya pensaremos algo después. —dije, intentando hacerlo sentir mejor. Es que no podía tener la boca cerrada ni dos minutos.

—Sí.

Parecía como ido. Por lo visto el tema de que Hoseok se tuviera que ir le afectaba demasiado. O tal le afectaba que ambos nos fuéramos a estudiar lejos.

—¿Tú qué vas a hacer? Este ya es el último año de instituto y aún no has decidido universidad.

—No voy a ir a la universidad. No me apetece seguir estudiando cosas que no me interesan. ¿Qué vas a hacer tú?

—Voy a estudiar artes plásticas.

—¿Dónde? —preguntó con miedo.

—Mi primera opción es la de arte de California y la última es... la de... Corea. —dije lento, por miedo a su reacción.

Suspiró y se llevó las manos a la cabeza.

—Dijiste que te ibas a quedar, Hyosun.

—Me voy a quedar. Todo el verano. —respondí. Yoongi me lanzó una mirada que no supe como interpretar. ¿Furia y pena? —Además no es seguro que me elijan a mí para una universidad de California.

—¿Y por qué no? Ya has estudiado en Los Ángeles y tienes mucho talento, todo el mundo quiere en su universidad a alguien con tu potencial y tus ganas de aprender. Es más probablemente que entres a que no lo hagas. —parecía que me lo estaba echando en cara.

—¿Por qué parece que me lo estás reprochando?

—No te estoy reprochando nada. Simplemente me descoloca, me entristece y me enfada que todos os vayáis a ir y que yo aún no sepa que hacer con mi vida. Todos habéis decidido lo que vais a hacer, os vais a pirar mientras yo me voy a quedar en mi casa tirado en el sofá recordándoles todos los días a mis padres que soy un fracaso de hijo.

Tal vez es que estaba enfadado con él mismo y no con nosotros, como yo creía.

—Yoongi, no digas eso mi de coña. No eres un fracaso.

—¿Ah, no? ¿Y entonces por qué todos os estáis alejando de mí? —hizo un puchero, con lágrimas en los ojos.

La cosa era más seria de lo que yo pensaba. Había estado centrándome tanto en mi y en mis problemas que me había olvidado de que él también tenía los suyos. Y el pobre no los decía para no preocuparme más.

—Cariño. —acerqué mis manos a su cara. —¿Por qué piensas eso? Todos te queremos y te adoramos. Nadie quiere alejarse de ti y si alguien quisiera hacerlo se perdería a la mejor persona del universo.

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