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c u a t r o

—Tenéis que hacer un proyecto por grupos. Tres personas por grupo. —explicó el profesor sentándose en su mesa, en vez de en la silla. Toda la clase se quedó callada, pues a nadie le emocionaba que pusiera más trabajo del que ya ponía para su asignatura. —Y los grupos los elegiré yo. —llevó su mano derecha a su pecho y sonrió cuando toda la clase le abucheó. Lo disfrutaba. —En realidad, no voy a ser yo, va a ser esta cosita y una nueva app que he instalado justo para momentos como este. —señaló su Ipad y empezó empezó a toquetear la pantalla.

—¿Cuál será el tema para el trabajo? —preguntó la chica de pelo morado y rapado por un lado que siempre iba con Hoseok. Era muy guapa.

—Eso lo diré en un momentito. —levantó su dedo índice y empezó a nombrar. —Grupo uno: Kim Taehyung, Park Jimin y Kim Jiho. —miré a Jimin intentando contener la risa, igual que hacía Taehyung. Jiho estaba loca por Jimin y esta no lo dejaba en paz ni un segundo, ahora mucho menos que iban a tener que trabajar juntos. —Grupo seis: Kim Namjoon, Jung Hoseok y Min Yoongi. Grupo siete: Im Yeseul, Jessica Mendoza y Kim Hyosun. —abrió mucho los ojos y empezó a tartamudear. —Eh, no, no. Un momento esto debe ser un error, el programa debe estar fallando.

¿Perdón?

—¿Por qué debe estar fallando? —pregunté frunciendo el ceño.

Yeseul era la chica de pelo morado y Jessica la chica de las puntas rojas. Ambas chicas de los suburbios de la ciudad y yo de la zona rica. Por supuesto, que siendo las cosas así, no nos podíamos juntar.

El profesor no había hecho ni un solo grupo mezclando a gente del barrio pijo y los suburbios y, para un grupo que sale así, dice que es un error y lo quiere rehacer.

Una jodida tontería.

—Eh, bueno, porque... ya sabes... —dijo intentando solucionarlo, pero solo la cagó más.

¿Creía que yo iba a aceptar que el programa estaba fallando solo porque él no quiere mezclarnos? Ni siquiera lo iba a consentir.

—No, no lo sé. —hablé muy seria. —Yo quiero estar en este grupo porque es el que me ha tocado y ellas no me han hecho nada malo para odiarlas como hacéis todos. Me quedo en el grupo y ya está.

Vi a las chicas mirarse entre ellas y sonreír, para luego mirarme a mí y sonreírme cálidamente.

—Yo creo que no hay ningún error. —dijo Jessica.

—Los grupos los iba a elegir "esa cosita", ¿no? —hice comillas con los dedos. Todos sabíamos en realidad que había hecho los grupos él y estaba haciendo el paripé. —Pues yo creo que todos estamos conformes con nuestros grupos, así que déjelo como está.

—Bueno, está bien. —se cruzó de brazos y se levantó de su mesa, intentando darnos una sensación de confianza en él mismo que, por mucho que quisiera aparentar, no tenía. En mi opinión era un fracasado que no le gustaba la enseñanza pero que no le había quedado de otra que aceptar este trabajo de mierda si no quería morir de hambre. —El tema para el trabajo será la venta de drogas en los suburbios de la ciudad.

Se me escapó una pequeña carcajada irónica que Jimin paró con una patada a mi pie y provocó que Taehyung se riera de la cara que puse al recibir la patada. Estoy segura de que si Jungkook estuviera aquí también se hubiera reído de mí. En mi defensa diré que Jimin se pasó con la patada, fue demasiado fuerte. Y por mi risa irónica, la patada de Jimin y la risa de Taehyung toda la clase nos miró.

—¿Pasa algo, señorita Kim? —preguntó el profesor con falsa educación y una aún más falsa sonrisa.

—¿Por qué de las ventas de droga de los suburbios? —solté. El enfado se podía notar en mi voz desde la otra punta del instituto. —¿Por qué no de... no sé, —hice como si me lo pensara. —de la gente que la consume? En los suburbios se vende pero es en el barrio rico donde se consume. ¿Por qué no un trabajo sobre eso?