v e i n t i c u a t r o

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Me acerqué a Jin que estaba trabajando en su portátil con su pijama rosa, sentado en el sofá. Dejé un beso en su mejilla apoyando mi mano izquierda en su hombro derecho.

—¿Qué tal tu día, precioso? —me senté a su lado en el sofá y lo miré.

Tenía el hermano más guapo del mundo.

—Ha sido agotador. —cerró su portátil y lo dejó en la mesa baja que tenía enfrente del mueble en el que estaba la televisión. Se quitó las gafas, colgándolas en su camiseta y suspiró. Cerró los ojos y se tomó su tiempo para hablar.

—Lo que vas a decir ahora no me va a gustar una mierda. —dije, oliéndome que se venía algo chungo.

—He estado en el club de campo. —hizo una pausa para que me dejara asimilarlo.

—Ajá, continúa. Lo que no me va a gustar viene justo ahora, lo veo venir. —animé. Llevaba sin ir al club de campo desde que descubrí toda la verdad. Sólo me había acercado a ese lugar para llevar o recoger a Hoseok del trabajo y me quedaba siempre en el aparcamiento, excepto una vez que entré en los vestuarios esperando a que Hobi se vistiera. Pero no me había acercado a los pijos desde lo de Jimin y los otros dos. —Mierda, vas a hablarme de Jimin.

—Sí... Oye lo siento, pero tengo de contarte lo que ha pasado.

—No quiero oírlo, Jin. No vayas a insistir.

Y por primera vez en mi vida le había hablado mal y sin respeto a Seokjin. Me sentí mal por ello al instante, pero no iba a dejarlo ver.

—Sí, bueno, a parte de Jimin también te quería hablar de tu comportamiento de niña pequeña en algunas ocasiones.

—¿De qué hablas? Mira, ni siquiera me apetece quedarme aquí a que me des la chapa. —dije a la defensiva, levantándome del sofá.

Seokjin me agarró delicadamente del brazo y me hizo volver a sentarme con amabilidad.

—Hablo exactamente de esto. Cuando la conversación toma un rumbo que no te gusta huyes o ignoras a la persona que está hablando. Incluso si la persona no te gusta o no te gusta lo que dice la atacas.

—No-

—Y la mayoría de veces interrumpes. Me he dado cuenta de tu táctica cuando algo no te gusta: huyes e ignoras, si no puedes huir ni ignorar atacas, interrumpes y no dejas expresarse a la otra persona. —Seokjin habló paciente, lo que me hizo querer huir e ignorarlo. De hecho mientras hablaba quise interrumpirlo y se me pasó por la cabeza insultos varios hacia el mundo en general, hacia él no. —Ya he acabado de hablar, ahora es tu turno para hablar.

—Tienes razón, es lo que hago. —dije irritada. —¿Cómo te has dado cuenta?

—Llevo toda la vida cuidándote y observándote pero ya me has cansado un poco, cariño. —sus palabras fueron dulces y delicadas aunque me hirieron igual.

—¿A qué viene todo esto, Seok?

—Eso es otra cosa que haces. Cuando no puedes huir y todo lo demás que haces, te enfadas.

—Jin, te quiero mucho y no quiero huir, ignorarte ni atacarte verbalmente así que dime a qué viene todo esto.

Seok asintió.

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