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q u i n c e

Era sábado. Por la mañana. A Yeseul se le ocurrió contarnos ayer por la noche, cuando Yoongi y yo volvimos con el resto, el plan de ir a la playa y quedarnos allí una noche. A ninguno nos pareció mala idea y por eso ahora estábamos cargando las cosas en los coches que íbamos a llevar.

—¿A quién se le ocurrió invitar a los piojos esos? —preguntó Yoongi bostezando y señalándolos. Taehyung y Jungkook habían empezado a jugar ya a correr uno detrás de otro. Jimin estaba de pie, medio dormido.

—Se me ocurrió a mí, ¿algún problema? —saltó Yeseul. —Los he invitado porque también son amigos de Hyosun y son muy buena gente, ¿te queda claro? Y si tienes celos de Jimin te jodes.

—Si empezáis a discutir desde tan temprano podéis proceder a iros a la mierda. —dije metiendo mis cosas en el maletero del coche de Hoseok. —Por cierto, ¿quién se viene en mi coche?

—Pues tus tres piojos, ¿quién más se va a meter ahí? —soltó Yoongi.

—Toma, piojillo. —le lancé las llaves a Taehyung y las pilló en el aire. —Tú conduces, yo duermo. Ya podemos irnos.

Dicho eso nos montamos en los coches en los que nos correspondía ir. Taehyung iba en el asiento del piloto, Jungkook en el de copiloto y Jimin y yo íbamos en la parte de atrás dispuestos a dormir.

El viaje en coche fue una mierda. Me sentía como una madre estresada que no era capaz de controlar a sus hijos hiperactivos y que estaba frustrada con el mundo. Yo sólo quería un viaje tranquilo para dormir y al final acabó siendo una catástrofe en la que yo iba peleándome con Jungkook para que dejase de gritar y Jimin le gritaba por molestar a Taehyung. Todo era un caos de gritos y peleas. Éramos una familia desectructurada.

—¡En serio, Hyosun! —gritó Jungkook molesto. —¿Qué mierda te pasa? Tú no eres así.

—¡Me pasa que llegué a mi casa a las seis de la mañana y a las ocho habíamos quedado para irnos! ¡No he dormido nada y tú no has cerrado el puto pico para que yo pudiera dormir y no has dejado conducir a Taehyung en paz!

Taehyung aparcó el coche de Seokjin al lado del de Hoseok. Al salir de los coches nos miramos unos a otros. Este viaje había surgido en medio del camino a casa tras una borrachera y no habíamos planeado nada. Ni qué íbamos a hacer, ni que íbamos a comer, ni donde íbamos a dormir... Nada de nada. Viva la gente responsable que planea las cosas con tiempo.

—¿Alguien tiene alguna idea de lo que vamos a hacer? —habló Geongmin. Se le notaba un poco asustada, tal vez por haber venido sin planear nada. Yo, en cambio, estaba totalmente tranquila y con cero preocupaciones.

—Estamos en la playa. Yo voto porque vayamos a darnos un baño y después ver qué hacemos. —propuse.

—Me apunto a eso. —Hoseok pasó uno de sus brazos por debajo de mis rodillas y el otro lo dejó en mi espalda, llevándome estilo nupcial.

Corrió conmigo en brazos, casi hasta llegar a la orilla, me bajó y se quitó su camiseta para meterse al agua. Yo me quité mi vestido y lo tiré por ahí para después perseguir a Hoseok. El sueño se me había ido de golpe al oler el mar. Dios, como me gustaba.

Al llegar al lado de Hoseok, este puso sus manos sobre mi cabeza y me hundió, ahogándome. Con eso empezamos una guerra de ahogadillas en la que terminaron participando Hoseok, Taehyung, Jimin, Jungkook y yo. Los demás estaban tumbados encima de toallas tomando el sol o durmiendo bajo la sombra de una sombrilla. Lo de coger toallas y sombrillas seguro que fue idea de Yeseul, porque al menos yo, había venido con las manos totalmente vacías, exceptuando algo de ropa y dinero.

—¿Ya no juegas más? —Jimin vino a mi lado y posó su mano en mi cintura.

Lo miré, intentando calmar mi respiración, después de haber estado corriendo y jugando por el agua estaba cansada. Además me había quedado mirando como Yoongi dormía y eso a estas alturas me hacía hiperventilar.