myg

e p í l o g o

Hyosun dejó escapar un suspiro.

—¿Ya habéis facturado las maletas? —preguntó Seokjin.

—¡Sí! —respondieron Hoseok, Jimin y Taehyung. Hyosun estaba distraída buscando con la mirada a un Yoongi que sabía que no iba a aparecer.

Ya habían pasado los dos meses. Taehyung recibió su carta de admisión pocos días después de terminar los exámenes. Y ahora estaban todos ahí para despedir a los cuatro que se iban a estudiar a Los Ángeles.

—Supongo que ya es la hora de las despedidas. —dijo Yeseul.

Todos pusieron una mirada triste.

—Todavía falta Yoongi. —habló Jimin.

Hyosun le dio una furiosa mirada a Jimin, el resto miraron a Hyo alarmados. No sabían cómo iban a reaccionar. La chica se había pasado dos meses encerrada en casa sin salir para nada. No había ido a fiestas, tampoco al bar, ni había salido a comer a sus amigos. Nada. Sólo se había quedado dos meses en casa llorando por Yoongi y comiendo. Tampoco es que tuviera ganas para nada más.

Deseaba subir ya al avión y empezar su nueva etapa lejos de Yoongi y todo lo que le recordase a él.

—Si no ha venido ya supongo que no vendrá. —habló Namjoon.

Hyosun rodó los ojos. Cada vez que escuchaba su nombre o hablar de él se llenaba de rencor y de rabia.

—Pues vaya amigo de mierda. —espetó Hyosun. —No va a venir a despedirse de su mejor amigo...

—Hyo, dejalo. —pidió Hoseok.

Hyosun levantó las manos, en señal de rendición.

—Bueno, venga, vamos a despedirnos que el avión sale ya. —habló.

Se acercó a abrazar a Geongmin, después a Kook, Yeseul, Jessica, Namjoon, Jiwoo y por último su hermano. De Jiho se habían despedido un par de días antes, pues ella se había ido a estudiar a Nueva York. Mientras abrazaba a sus amigos iba diciéndoles que los quería y les echaría de menos. Aunque la persona a la que más extrañaría ni siquiera estaba allí.

Se giró a ver a sus amigos. Taehyung estaba limpiándose las lágrimas con la manga de la chaqueta, Jimin limpiándose con un papel y Hoseok llorando en el hombro de su hermana. A Hyosun ya no le quedaban lágrimas, pero también estaba triste.

Unos veinte abrazos más con todo el mundo después acabamos subiendo al avión. Hoseok y yo nos sentamos juntos y Jimin con Taehyung.

—¿Nerviosos? —preguntó Hoseok. Se dio la vuelta en su asiento, ya que ellos estaban delante. Hyo hizo lo mismo.

—No. —respondió Jimin con una sonrisa. —Aunque voy a echar mucho de menos a mi hermano pequeño.

—Y yo a mis primos y a mi abuela. —dijo Tae.

—Yo a Seokjin. —dijo Hyosun. Y a Yoongi.

—Yo a Jiwoo. —habló Hoseok con un puchero. —¿Crees que la próxima vez que los veamos sea en la boda?

—Pero si aún no están ni prometidos.

—Es solo cuestión de tiempo, cuñada.

Hyo esbozó una sonrisa y negó con la cabeza.

—No tienes remedio.

—Lo que no tiene remedio es lo que estamos haciendo. —dijo Jimin algo asustado. Las otras tres personas lo miraron, sin saber a lo que se refería. —Nos estamos pirando de casa para empezar una vida nueva lejísimos de nuestras familias.