"1" ·COMIENZO·

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Miedo

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Miedo...

Es la única palabra que describiría lo que siento en este momento. Miedo a que todo lo que e logrado en este tiempo se venga abajo por un maldito tropiezo; miedo, por tener que aceptar que este sera mi fin, y regresar al infierno; Miedo, por pensar que después de todo lo que descubrí me haga débil.

Correr por mi vida es una de las cosas que pensé que no pasaría, correr para salvar mi maldito trasero. Correr para que no me maten como han hecho con vampiros, Licántropos y… cazadores.

Me adentre tanto en el bosque que no sabía donde estaba. Las hojas caídas de los árboles crujian bajo mis botas. Corría tan desesperada que no supe en que momento dejé de escuchar a los cazadores que me perseguían. Paré en seco cuando deje de escuchar los pasos fuertes de los cazadores, observe mi alrededor tratando de reconocer el lugar.

Nada.

No sabía donde mierda estaba, así que seguí corriendo para saber si así lograba localizarme. Pero por más que tratará de reconocer la parte de este bosque, no lo lograba. Recuerdo que salí corriendo al Éste, pero, me perdí, no se donde estoy. No se que hacer, si me encuentran, todo habrá acabado. Todo.

Vuelvo a escuchar pasos a lo lejos, me alarmó y lo primero que se me viene a la mente es que son los cazadores, esos idiotas que vienen tras de mi sólo por mi cabeza. Sin pensarlo más, miro a ambos lados y comiendo a correr para tratar de volverlos a perder, ya lo hice una vez, así que trataré de hacerlo otra vez.

Corrí lo más rápido que podía con mi velocidad vampírica, aún escuchaba sus pasos aproximarse. Cada vez más cerca, me iban alcanzar. Y entonces sería mi fin, joder, necesitaba una vía de escape ahora mismo.

A lo lejos logró ver un acantilado. Así que me acerco y cuando estoy a la orilla me detengo. Y me doy cuenta que no lo puedo rodear, volteo para ver si los perdí pero, con lo que me encuentro es a un licántropo y sus intensos ojos verdes. Me alarmó más y solo tengo dos opciones: Saltar o pelear.

Pelear no me servirá de nada, ya que son varios, soy buena en pelea pero no tengo la fuerza suficiente ahora. Me siento cansada y lo único que deseo es caer en un colchón para dormir. Así que tomo la segunda opción.

Saltar. Sólo espero llegar al otro lado y no caer para tener la muerte más horrible, luego de morir quemado, ahogado y aplastado.

Tomo impulsó, y salto. Pero cuando apenas hago ese movimiento, un hocico me toma por la cazadora que llevo puesta y me regresa. Mi cuerpo impacta con un árbol y se escucha un horrible "Crack". Caigo al suelo con el cuerpo demasiado adolorido, trato de enfocar mi vista al frente, pero veo borroso. Solo logro distinguir una silueta enorme, como un perro.

Trató de ponerme en pie pero, mis rodillas flaquean y caigo de nuevo con las misma apoyadas en la tierra, un líquido empieza a bajar por mi espalda y otro en mí frente, pongo mis manos al frente para sostenerme y un pitido ensordecedor se instala en mis oídos.

✔EL CONCEJO © [EN CORRECCIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora