"31" •CAMINOS•

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Sara

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Sara

Tres semanas después

—Firma aquí y todo habrá terminado.

Tome la pluma entre mis dedos, el papel sobre la mesa estaba listo para ser firmado y presentado ante los cazadores en Jefe de toda Asia. Seguramente ya tienen un reporte detallado de todo lo que paso al otro lado del mundo y como se termino  la pesadilla de los cazadores Impuros. Estas semanas fueron un ajetreo de lo peor, nadie ha dormido las horas necesarias para reponerse.

Es el trabajo de un cazador Sangre Pura.

Tantas muertes inocentes que se dieron. Los daños causados estaban siendo recompensados, muchos de los heridos fueron re-ubicados y ahora son atendidos por médicos que sepan tratar las heridas sobrenaturales. Después de todo un humano no entendería porque la terrible herida no sana y solo se quema tras el toque del metal. Hay mas de diez en este edificio ahora. Solo espero que todo termine bien.

Y ahora estaba aquí en esta oficina firmando un papel que me hará una de ellos oficialmente, posiblemente viviré de esto treinta años mas, matare a todo criminal vinculado a los sobrenaturales, condenare personas que esta vez se lo merezcan y... no veré a mis amigos...

—¿Que pasa Sara? —Alce la mirada a Eduardo, note que la pluma en mi mano temblaba—. ¿No estas segura? 

Lo medite varios segundos. Después de todo era una mujer completa ahora. Sin pasado atormentado, problemas personales, libre espiritualmente. —Estoy segura.

La punta de la pluma trazo mi nombre en la hoja. Confirmando que seguiría siendo una cazadora hasta el año 2000. De ahora en adelante podría seguir siendo la exterminadora de esos sobrenaturales con el alma mas oscura que haya visto. Entregue la hoja a mi Jefe cazador quien gustoso y una enorme sonrisa acepto y guardo. Estaba hecho. Era una mas de ellos.

—Sabia que lo harías —Sonreímos—. Ahora debes explicarle esto a Logan y tus amigos.

—Ya les hable de eso y de hecho, aceptaron que estaré viajando —La emoción no cabía en mi pecho, todo estaba saliendo mejor que bien—. Ademas, seria perfecto para poder establecernos en algún sitio por el momento. —Olvide que después del incendio tuvimos que quedarnos en el bosque un par de días para después viajar a la capital de México para llamar a los Lideres y jefes cazadores, mismos que resolvieron todo.

—Felicidades Sara, eres una gran mujer —Nos colocamos de pie para despedirnos—. Tus padres deben estar orgullosos donde quiera que estén. —Viniendo el halago de su parte me hacia feliz, mas de lo que ya estaba. Siempre lo querré.

—Gracias Eduardo —Tomamos nuestras manos y las sacudimos levemente—, nos estaremos viendo. Hasta pronto. —Gire sobre mis pies y salí de la oficina.

Desde hace varios días Eduardo me estaba pidiendo firmar el contrato que me haría una Líder cazador oficial y con todos los derechos. Me había negado en un principio cuando lo conocí por el simple hecho de estar aun dolida del pasado. Viví con el sin ser una cazadora en verdad y después de tantos años lo volví a ser.

✔EL CONCEJO © [EN CORRECCIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora