✔EL CONCEJO © [EN CORRECCIÓN]

"30" •TORTURA•

Logan

Pasaron los minutos y no encontrábamos alguna pista que nos llevara a Sara, habíamos matados a los cazadores que seguíamos y ninguno dijo algo antes de arrancarles el corazón.

Aquí abajo solo había celdas y mas celdas, todas hechas de roca y con puertas de metal ademas de un olor putrefacto a muerto que impregnaba cada pared y puerta. No entiendo como un hombre con esta fortaleza puede conseguir todo lo que había. Esto era mas una prisión para sobrenaturales, nadie sobrevive aquí sin luz del sol y con poca alimentación. Sentía mis bellos erizarse con cada paso que daba, el dolor se esparcía por el aire.

—No están aquí. —Dijo Hugo, uno de los lideres cazadores. Salia de una celda mas sin ningún rastro de Clayton o Sara. Debía tenerla en este lugar, se supone que la trajo aquí.

—Tampoco su olor. —Comento otro cazador junto a nosotros, eramos pocos ya que el resto regresaron par informar.

—Parece que nunca estuvieron aquí —Jefferson inhalo profundo por la nariz, pero acabo con la mano en la boca tratando de retener las arcadas—. No hay ningún rastro. Esto es un asco. —No entiendo como alguien puede tener a personas en estas condiciones.

—Deben estarlo —Los deje atrás y seguí caminando al fondo—, sigan buscando.

Me es una tortura no poder saber de ella o tan solo sentirla viva. Pero no era posible, este vinculo quedo congelado, sin poder marchitarse o seguí floreciendo como venia desde hace semanas. Si la encuentro me prometo hacerla la mujer mas feliz de nuestra existencia. Suficiente perdidas tuvimos y suficiente dolor nos causamos el uno al otro como para seguir así.

La quiero devuelta, conmigo, a salvo o juro que me volveré loco si la pierdo. Solo de imaginarme sin ella me siento una bestia con las ganas de matar todo y a todos, perderme en el mundo y morir solo. Pero las esperanzas siguen. Al fondo de todos estos pasillos repletos de celdas, Hugo encontró algo, era una pista que nos guiaría a ella.

—Oye Logan —Me acerque analizando lo que el veía en el suelo—. Esto no parece una...

—Escotilla —No espere y la abrí, dejando una corriente de aire frió nos recorriera enteros—. ¿Hay mas pisos abajo? —Estaba oscuro y no escuchaba nada mas que el eco de nuestras voces.

—Solo hay una manera de averiguarlo. —Comento Hugo lanzándose segundos después de su frase.

—Si tu amigo salta al vació, tu también. —Le secundo Jefferson con una sonrisa obvia.

Les seguí segundos después. Fueron varios segundos de caída libre donde mi estomago sufría la consecuencias de no haber sentido esta adrenalina antes. Por suerte no me lastime al tocar el suelo. Rodee cuando las puntas de mis pies tocaron levemente el suelo.

Al ponerme de pie los chicos hicieron una señal de silencio, asentí en su dirección y comencé a escuchar con atención. Al principio creí que solo eran murmullos de palabras normales, pero con forme nos fuimos acercando al lugar, esos susurres se convirtieron en gritos, llantos y quejas acompañado del arrastrar de cadenas enromes. El olor antes sentido en las celdas de arriba se intensifico como el malestar en nuestro estómagos. Nadie soporta semejante pestilencia a su alrededor.