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California, Los Angeles 2017

Chesna

Dylan vuelve a mi lado con una sonrisa pícara. Es hora de darle algo de su propia medicina. Dylan me abraza por la cintura, yo enrollo mis brazos en su cuello, y yo soy la que da el beso esta vez, pero ya no uno rápido, sino lento y suave. Se nos acaba el aire y muerdo el labio inferior de Dylan para luego ocultar mi cara en su cuello. Uff Dylan sabe besar bastante bien.

-¿Qué tal salió la foto? - preguntó para mirarlo y sonreírle sadisfecha.

Matthew me miro con la vena de su frente por explotar- Salió genial- habla entre dientes para pasarle el celular a Dylan, él aún me abraza y mis brazos siguen en su cuello. Tenemos las miradas de nuestros padres sobre nosotros, miradas de ternura.

Mi teléfono empieza a sonar, rápidamente lo saco de mi bolsillo y contesto separandome de Dylan.

-Hola.

-Srt. Chesna, no venga a la oficina por favor. Quiero que hoy acompañe a mi hijo a recorrer la ciudad, en vez de que trabaje.

-¿No prefiere que contrate a un guía turístico?

-No gracias, él dijo que quería que tú personalmente le muestres la ciudad.

-¿a dónde tengo que ir a recogerlo?

-A The Getty Center, él está ahí con uno de sus amigos, pero no te preocupes, su amigo se irá en cuanto llegues.

-Claro vicepresidente.

-Gracias y hasta luego.

Cuelga.

Todos me miran atentos, eso me pone nerviosa, pero descanso mi mirada en Dylan.

-Ya me tengo que ir, fue un gran almuerzo, de verdad muchas gracias- Dylan se acerca y me toma la mano.

-Bueno nos retiramos- mira a mis padres- es un honor que me hayan aprobado como novio de Chesy- sonríe.

-Los puedo llevar si gustan - ofrece Matthew.

-No gracias, yo llevare a mi novia a su trabajo- la tensión llega a la habitación.

-Ya vamos Dy- lo jalo rompiendo la batalla de miradas que mantenía con Matthew.

Salimos del lugar y subimos a su auto. Dylan esta molesto, las venas de sus brazos se notan y su expresión de pocos amigos lo confirma. Un silencio incomodo se presenta en su auto, seguimos ahí estacionados, él mira su celular sin decir palabra.

-¿A tu oficina o a donde? - pregunta encendiendo el carro.

-A The Getty Center- apenas respondo me mira extrañado.

-¿Por qué ahí? - exige.

-El vicepresidente me encargo que sea la guía turística de su hijo- eso lo hace estallar, da un golpe al volante, pasa su mano por su cara.

-¿Ese imbécil del bar? - escupe enojado.

-Yo no tengo la culpa de que estés enojado, así controlate Dylan - lo regaño ya cansada.

-Lo sé, Matthew es el que me caga todo- me extiende su celular y arranca. En la pantalla hay un mensaje.

Ella ahora será tu novia, pero siempre seré yo quien esté en sus pensamientos y en su corazón, claro además de en su cama. Nuestro amor no morirá así de fácil de eso me encargo yo.

Att, Matthew

Se nota que es un idiota descerebrado, pero más tarado Dylan por tomarle importancia.

-Matthew está loco, solo herimos su orgullo y atacamos en su punto débil, los celos, no hay que tomar importancia- Dylan no me mira, solo ve el camino, no dice nada.

Me encojo de hombros, con su celular empiezo a sacarme fotos haciendo gestos, cuando ya me aburro le saco a él fotos. Hasta que llega el punto donde se ríe.

-Ches detente llenaras mi memoria- me quita su celular.

-Así te ves más guapo, sonriendo - le comento.

Tras 20 minutos de viaje llegamos al susodicho museo, ahí está parado Samir con ese idiota que es si amigo, no niego que es lindo, pero igual es odiota.

Bajo del auto con mi abrigo y bolso, Dylan hace lo mismo. Nos acercamos y como si adivinara Samir se da la vuelta, mira el reloj de su muñeca.

-Cinco minutos tarde- reclama mirándome.

-Buenas tardes también Samir- habló sarcástica.

-Eres la tipa del bar ¿eh? - habla su Edu dado amigo.

-Ahí se notan los modales, y veo que no los tienes- salta Dylan.

-Me voy Niall- anuncia Samir chocando los puños con el rubio.

Niall es alto, un poco más alto que Samir, tiene los ojos cafés, el cabello rubio, la piel clara, guapo diría cualquiera.

-Adiós Sam, espero que no te carguen otro día - me mira mal.

El rubio se aleja y sube a una vagoneta roja, no pasa nada y la misma desaparece en la avenida.

Samir me mira y luego a Dylan, alza una ceja - Dije claramente que solo tú serias mi guía turística- Dylan bufa a mi lado.

-No tengo mi auto conmigo, de Dylan es el auto ¿o quieres ir a pie? - lo reto.

-Ya, iremos a pie y en taxis- me agarra la muñeca y empieza a caminar, rápidamente hago que de un jalón me suelte.

-Deja al menos que me despida adecuadamente, no seas grosero - le doy la espalda, estoy frente a Dylan, me acerco para darle un beso en la mejilla pero él gira su cara y me besa, agarra mis cachetes y profundiza el beso, apenas cuando estamos sin aire me suelta.

-Me dices de donde te recojo amor- camina a su carro.

Me doy la vuelta y veo a Samir nada contento apoyado en la puerta del museo, llego a su lado y él me mira.

-¿Eres una trepadora o una zorra? - pregunta confuso. Ya no voy a aguantarlo, no le respondo.

Empiezo a caminar a la avenida, me voy, estiró la mano, abro la puerta del taxi.

-Haber perra, casi me dejas- se sube antes que yo Samir, cierro la puerta, me acerco a la ventanilla.

-Llévelo a la central de Gramont Industry- dicho eso el chófer parte, y solo veo la cara de Samir con la quijada por caersele de la sorpresa.

Ya no lo tolero, y él va aprender a respetarme. Pero aún así me dolieron sus Pinches palabras, al igual que me estrese todo el almuerzo, como también me duele aun ver que nunca conocí a Matthew, así que hoy me tomaré el día libre. Iré de compras, al salón y luego a algún boliche.

La Adoptada | En EdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora