°8°

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California, San Francisco 2017

Chesna

Hoy no puedo estar más desligada de mis problemas. Apague el celular tras enviar algunos mensajes.

A Dylan:

  Me tome el día, nos vemos mañana.
Pd. No te preocupes por mi.

Al vicepresidente:

Lo siento, no me siento bien. Mande a Samir en un taxi a la central.
Mil disculpas.

A mi padre:

Hoy me tomé el día, perdón por avisar ahora.
Iré a relajarme, así que mi celular estará apagado. No te preocupes.

No espere a que ninguno me respondiese, hoy no me importa nada. Además estando en San Francisco prefiero divertirme.

No me fue necesario buscar un boliche. Adolf, una amigo que teníamos en común Matthew y yo, cumple años hoy y me llamó antes de que apague mi teléfono, me invitó a su pent-house donde esta dando una gran fiesta.

Adolf es más alto que yo pero más bajo que Matthew, tiene el cabello negro ondulado, los ojos verdes, y la tez pálida. Su novia me cae de maravilla, se llama Denise, están hace dos años de novios, son una pareja admirable.

Justo ahora estoy en el recibidor del edificio.
Estoy con unos tacones rojos, un corto de jeans, una blusa tres cuartos que muestra los hombros, mi cabello lacio con dos trabas a los costados. Son los 7 de la noche, es temprano pero el recibidor se empieza a llenar, el portero solo pregunta si es por la fiesta que llegamos, y luego señala el elevador, es el piso 25. Subo junto a un grupo de muchachos y con dos chicas, no les tomo mayor atención y me miro al espejo. No tardamos ni 8 minutos en llegar, unos pisos abajo se empezó a oír la música.

Las puertas se abren y el apartamento está lleno. Creo que nadie está ebrio aún, pero van en camino. El olor delata que en algún rincón están drogados, entró a la sala, hay tres sillónes de cuero negro en L rodeando un mesa de vidrio rectangular que tiene una botella vodka y varias de cerveza junto a los vasos rojos desechables, me acerco y me sirvo una cerveza.

-¿Chesna? - me doy la vuelta y veo a Adolf, sonrió y lo abrazo.

-Feliz cumpleaños Ad- nos separamos y lo miro regalándole una sonrisa.

-Gracias Ches, es un placer tener a la segunda más bella del planeta en mi fiesta- me guiña el ojo.

-Gracias por invitarme- Denise llega con una botella de ron en la mano, me abraza.

-Ches me alegro que viniste- nos separamos y ella abraza a Adolf por la cintura, él también la rodea con su brazo.

-¿Matt no llegó contigo? - esa pregunta hace que una mueca de desagrado aparezca en mi rostro ligeramente maquillado.

-Él me...-no alcanzo a completar la frase, me jalan de la muñeca, me giro y esta ahí el idiota del año, Matthew sonriendome cínicamente, antes que haga nada el me abraza por la cintura de manera posesiva y me planta un beso corto en los labios, estoy en shock.

-Peleamos, pero nada que no arreglemos ¿no amor? - me mira guiñandome el ojo.

Busco en su mano el anillo de compromiso, pero no lo lleva puesto.

-¿Y tu anillo de compromiso? - preguntó mientras forcejeo con él, no quiere soltarme.

-¿Están comprometidos? - pregunta con sorpresa Denise.

-No.

-Sí.

Decimos al mismo tiempo, hoy dije que ya no más. Lo empujó lo más fuerte que puedo, y apenas logro que me suelte.

-¡Basta Matthew! - grito llamando la atención de la gente.

-Amor, no hagas una escena aquí por favor- me pide con un gesto de apenado.

- Tienes razón, es el cumpleaños de Adolf, no voy a desmentirte aquí- apretó los labios y me dirijo al ascensor, pero me toma de la muñeca nuevamente.

-Amor ya para- advierte molesto.

- Eres un cínico, estas comprometido con Kiara, nosotros ya no somos nada- tiro con fuerza de mi mano.

-Tú me metes los cuernos con Dylan, el que decías era tu mejor amigo- me grita.

- Eso es mentira, yo te fui fiel, pero tú jugaste doble juego, salias con Kiara y conmigo... Respetala a ella por lo menos- las lágrimas tocas la puerta, ellas quieren salir.

-Tú no eres más que una cualquiera- solo siento como el líquido frío se estrella en mi cara segandome.

-¿¡Qué te pasa Matthew!? - grita Denise.

Siento que me pasan una servilleta, me limpio con cuidado los ojos y la boca. Ese maldito me echo la cerveza encima. Abro los ojos y veo que Adolf y Matthew están al comienzo de un pasillo discutiendo. Denise me pasó la servilleta, ella me mira preocupada.

-Perdón por arruinar la fiesta- hablo avergonzada, clavo mi mirada en el suelo, este también esta manchado con cerveza.

-Así que ustedes terminaron...porque el esta comprometido con otra- ella pasa su brazo por mis hombros.

-Sí, no pensé que él me hiciera tal cobardía- admito.

-¿Y por qué te acusa de infiel con Dylan? - los nervios se presentan, trago con dificultad.

-Porque cuando me enteré comenté en voz alta que salía con él, osea con Dylan, pero eso no es cierto, en ese momento tenía rabia y fue un impulso- una verdad a medias.

-Nunca vi a Matthew tan alterado contigo- su tono de voz me hace saber que esta algo asustada.

Ambos se acercan más calmados, eso me preocupa, quiero saber que le dijo a Adolf para que se tranquilice.

-Chesna creo que deberían hablar a solas. Si quieren pueden usar mi habitación, es la última puerta a la izquierda- señala.

-No gracias Adolf, perdón por los inconvenientes, pero me debo ir- Matthew toma mi muñeca son ejercer mucha presión, pero igual me duele.

-Ches, por favor, dejame contarte las cosas- ya no confio en él.

-No gracias- repito, miro mi muñeca, tiene un moretón que marca la mano de Matthew- sueltame - ordenó.

-Tienes que oírme Chesna- Empieza a elevar su tono de voz.

-No, quiero que me sueltes- apretó los dientes.

-Para ir con Dylan- sonríe irónico.

-No tienes cara para reclamarme nada- tiro de mi muñeca, pero él me agarra con más fuerza causandome un dolor fuerte.

-Vas a oírme, no me importa si quieres o no- me jala hasta la habitación de Adolf, y nadie me ayudo.

Me empuja a la cama, cierra con seguro, esto se ve muy mal para mi, antes de pensarlo dos veces corro a lo que es un baño y cierro con seguro, saco mi celular, lo enciendo. Matthew empieza a golpear la puerta. Mi celular se cuelga de tantos mensajes y llamadas que evitaba ver, estoy sudando, mi corazón martillea contra mi pecho.

Antes de que logre llamar la puerta cae a mi lado, Matthew la ha tumbado.

La Adoptada | En EdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora