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España, Madrid 2017

Chesna

Es Leonard...
Él me mira con atención, por un segundo siento que no tengo el casco. Pero reaccionó, cuando veo su boca moverse.

-No te he entendido chaval-me esfuerzo por ocultar mi voz.

Rueda los ojos, cruza sus marcados brazos- Te dije que me dieras a mi la mercancía, que Julián no está- me dice riñendome. - Además muestra tu estúpida cara-mi cuerpo se vuelve a tensar al oír aquello.

-Dadme el dinero, luego le doy la mercancía- hablo firme.

-No, sé que te vas a escapar. Muestra tu cara de una vez-se acerca. Bajo de la moto de un salto y retrocedo.

-Sólo me mandan a entregar el pedido, no a lidiar con usted-él se ríe.

-Eres nueva, ya, deja el paquete en el piso y te entrego la lana-saca su billetera.

Saco el paquete de la moto, lo pongo delante de él , en el suelo. Antes de que reaccione él me levanta el acrílico, dejando a la vista mi cara.

-Preciosa la chava-ríe. Me levanto rápido, me monto a la moto.

-Dadme el dinero-no lo miro, solo extiendo mi mano.

-Pero...muñeca entra a divertirte conmigo, prometo llevarte al cielo-se pone delante la moto, desvío mi mirada a un costado.

-Déjadme- hablo fuerte.

-¿Sabes? Te pareces a una prima que me traía caliente. Deberíamos ir adentro a ver si tú le ganas- el asco me inunda.

-Mira imbécil, dadme mi dinero y me largo-lo miro con miedo.

-Ganaste hoy fiera, el ministro llega en unos minutos-me da el dinero. Arranco pasando por su lado.

Una vez más soy solo una zorra a los ojos de todos. No lo venía venir de Leonard, él nunca me falto el respeto...o eso parecía. Todos son unos hipócritas, todos son basura.

Llegó al departamento. No pude evitar derramar unas lágrimas, antes de entrar me limpio la cara con las manos. Entró, Joel está jugando play con Nico. Ambos me miran, Joel se levanta al ver mis ojos hinchados.

-¿Qué pasó Syra? - no hablo solo le entrego el dinero. Lo esquivo, entro a mi habitación y cierro.

(...)

Calculo que llore por media hora, el la cual Joel llamó a mi puerta dos veces. Mi cabeza me duele, siento mis ojos hinchados, mi nariz congestionada. Me levanto del piso alfombrado, abro la puerta y al instante Joel entra. No quiero verlo, vuelvo al piso cerca la ventana, me siento, él imita mi acción y se sienta al lado mío.

-La vida es dura Cheso- me mira, lo siento.

-Sí, lo sé bastante bien-suspiro.

-Pero no te ahogues por más que no sea un vaso y sea un mar- masajea mi espalda dándome ánimo.

Quiero llorar una vez más, solo una y no hacerlo más. Quiero recordar los días malos, oscuros, los días que sufrí. Luego deseo superar todo y por fin lograr ser feliz.

-Loki, ¿te acuerdas los días en el olfanato? - lo miro. Mira por la ventana, los masajes cesan, parece pensarlo.

-Claro Cheso-responde al cabo de unos minutos.

-La señora Olso nos pegaba con ese pedazo de manguera, en cambio Marta nos daba pan a escondidas, luego la pegaban a ella-una lágrima rueda por mi mejilla.

-Marta fue asesinada...ella escapó como la mayoría, se caso con un alcohólico, él la pegaba, y la mato estando embarazada...yo lo mande a matar a él-mira la alfombra.

La noticia me toma por sorpresa, cubro mis ojos, lloro aún más fuerte -Ella era la única que nos ayudaba, ella recibía las palizas por nosotros-Joel me sostiene la mano.

España, Madrid 2000

Omnisciente

Chesna corre junto a Joel hacia la plaza, ambos ríen mientras ven quién va por delante. Cuando un hombre toma del brazo a Chesna, Joel se detiene. Es un policía. Chesna lo mira molesta.

-¿Qué haceis par de escuincles aquí afuera? - la mirada del policía es dura.

Chesna y Joel saben que le espera una paliza si la señora Olso si se entera que Marta los dejó salir. Chesna forcejea para que le suelte, pero solo hace que el policía se moleste, la suelta bruscamente en el suelo. La niña se raspa las rodilla rompiendo sus panties rosadas sucias. Joel la ayuda a pararse, le saca la lengua al oficial. Chesna aguanta el dolor.

-Apuradse, los llevare al olfanato- toma a ambos de los brazos, los lleva a jalones hasta la puerta. La puerta de madera vieja que tanto odiaban.

Los tres entran. Al verlos la Señora Olso se levanta de su silla, se acerca de inmediato dando una mirada furiosa a los niños.

-¿Pasó algo oficial? - pregunta sonriendole, y con un tono muy amable.

-Los escuincles estaban corriendo por las calles ¿Es así que los cuidais?-alza una ceja fastidiado.

Olso pone una cara de sorprendida que era clásica cuando una autoridad iba- No oficial, ellos me causan dolor de cabeza-acaba llorando lágrimas de cocodrilo.

-Señora, tomadlos y llevadlos adentro- los suelta.

-Gracias oficial, es un héroe- halaga.

Una vez cerrada la puerta los niños empiezan a llorar sin consuelo.

-Ya verais que les espera, a vosotros, y a Martha-eso no era nada bueno.

(...)

Tras una hora de golpes con pedazo de cable debido a la ausencia del pedazo de manguera. Las espaldas de los niños sangraban, ambos lloraban en silencio en sus respectivos cuartos.

España, Madrid 2017

Nadie hubiera dicho que sería el asesino de Marta...

Los recuerdos de ambos los entretuvieron durante horas. Ambos lloraron como cuando eran una niños en el olfanato.

Nico había ido a comprar algo de comida rápida. Entra al apartamento y lo único que oye son sollozos de la habitación de Chesna. Camina lentamente con la bolsa de comida en la mano, entra sin hacer ruido. Los ve, ambos abrazandose entre lágrimas. Lo que nunca había visto en Joel.

-¿Chavales? - pregunta con timidez.

Ambos se separan limpiando sus lágrimas. Chesna se levanta y se sienta al borde de la cama. Pero Joel se levanta, se acerca a Nico, cuando él lo espera para abrazarlo, Joel le da un puñete en la mandíbula.

-¡Largo cabron! - grita furioso.






Holas...
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La Adoptada | En EdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora