°24°

18.3K 1K 92
                                    

Italia, Milan 2017

Matthew

Falta casi un mes para que sea año nuevo y menos de 4 días para el cumpleaños de Chesna...¿Dónde estás?

El sonido de la puerta me saca de mis lamentos. Kiara entra con más bolsas de marcas famosas, ella solo es una puta mimada.

-Buenos días amor-saluda. No soporto su tono de voz, en realidad no la soporto a ella. Suelto un bufido desde el sillón.

-Sólo dime a que hora tenemos que actuar como la pareja perfecta y luego haz lo que te venga en gana-me mira con el ceño fruncido.

-Ya deja de lado a la Adoptada, lo más probable es que esté muerta-bufa.

-¡Largate! - grito molesto.

-¡Entonces ve solo a la recaudación de tu estúpida mejor amiga!- sale tirando la puerta.

Cierto...mañana es la recaudación de la familia de Summer. Si falto esa pelirroja me mata. Suelto un largo suspiro. Ahora tengo que disculparme con Kiara, si no voy con ella mis padres sospecharan que pasa algo. Dios porque mi vida es una porquería.

Mi celular comienza a sonar. Estiró mi mano y lo tomo de una mesita. En la pantalla está el nombre de mi suegro.

-Buen día.

-Matt, necesito que vayas a la estación central de policías de Milan. Encontraron imágenes que podrían ser de mi hija, mi Chesna.

-Ahora voy.

No necesito que diga más, tomo mi billetera, la llave del hotel. Salgo directo a mi audi. Conduzco hasta la estación central, estaciono el auto en frente. Bajo y justo da verde. Entonces como en un sueño veo a una mujer idéntica a Chesna a mi lado hablando en español por teléfono. Sacudo mi cabeza, mi corazón quiere salirse de mi pecho.

-Chesna-toco su hombro.

Ella me mira por los lentes de sol cafés- No me moleste-quita mi mano disgustada. Avanza hacia la oficina igual, la sigo guardando una distancia, habla con un oficial.

-No me haga reír señorita, no podemos borrar esos videos- cuando creí que se iba saco un arma de su abrigo.

-¿Ahora que opina usted oficial? - le preguntó con un acento marcado, ella es de España. El oficial mira su computadora.

-¿Estos señorita? - pregunta sudando.

-Borradlos todos, es más quiero que borre toda la investigación-pone en arma en la cabeza del policía.

-Eso no es posible-habla nervioso- se necesita la autorización de uno de los padres o el cuñado-la mirada de la chica se posa en mi.

-Dad tu autorización, ahora-ordena sacando una segunda arma y apuntandome. Mi legua parece enredarse, no logro articular palabra.

Entonces ella dispara a un florero haciendo que los demás guardias salgan armados, la rodean. Ella tiene una sonrisa cínica en los labios.

-Joki-habla con picardia. Un chico con una máscara negra sale de la nada, me toma del brazo. Siento la punta del arma en mi nuca.

-Bajen las armas-advierte un policía.

-Ya basta oficial Suárez, no se olvide de la señora que violo la pasada semana. No creo que le agrade que hable- wow parece conocerlo.

-¿Qué busca? - habla con menos autoridad.

-Borrar los archivos de Chesna Gramont- mi corazón de un salto, es ella, es su voz.

-¿Qué se lo impide? - un oficial se acerca por detrás de Chesna.

-Quiero que él-me señala-de su estúpida autorización para borrar toda la investigación- el policía hace una seña para que haga lo que quiere.

No, ella no hace este tipo de cosas, es una mujer de la oligarquía, con educación y moral. El tipo me empuja hasta ella, necesito abrazarla, besarla, comprobar que es ella. Tomo su mano, pero ella la quita y quita el seguro a su arma.

-No se pase de listo y haga lo que le he ordenado- su arma esta en mi nuca. El otro oficial le quita el arma en un movimiento, entonces la intento agarrar, pero solo resivo un puñete. Veo como apuñala al policía.

-El siguiente que se mueva muere-advierte a los últimos dos oficiales que quedan. Pero las alarmas ya se activaron. Siento que alguien me agarra del cuello, veo la computadora, solo falta mi autorización por voz.

-Hazlo o mueres-miro de reojo a Chesna, le partieron los lentes de sol.

-Yo Matthew Richard Ross consedo mi autorización para la eliminación de esta información - hablo con nervios.

-Investgación de Chesna Gramont eliminada-confirma la computadora.

-Gracias Richard-me habla Chesna.

-Chesna...amor no me dejes-hablo tomando su muñeca. El tipo toma su otra muñeca y me apunta.

-Suelta a mi novia-¡¿Qué?! Las sirenas se escuchan cerca.

-Feliz boda Richard- miro a la nada. Solo siento que me golpean en la nuca y todo se vuelve negro.

Chesna

Joel me jala hasta el auto que alquilamos. Arranca a toda velocidad. Esta molesto, y lo que menos necesito ahora es lidiar con uno de sus ataques de rabia. Tras avanzar unos 10 minutos  100km/hr. Ya me he cambiado de ropa, quitado los guantes y el peinado.

-Detente aquí--ordenó cerca una plaza.

-¿Para que corras a sus brazos? -me reclama. Sus nudillos están blancos por la fuerza con la que agarra el volante.

-Simplemente quiero caminar sola, para o salto-advierto.

El sonido de los frenos hace que cierre mis ojos por un segundo. Los abro, abro la puerta, la cierro y empiezo a caminar hacia la plaza. Robo algunas miradas pero no me importa. Solo quiero tomar algo, salir a festejar sola, amanecer en algún lugar. Ya mañana es la cena de recaudación.

Empieza a llover,para mi fortuna entró a un café

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Empieza a llover,para mi fortuna entró a un café. Pido un capuchino y casualmente me llega el número del mesero en una servilleta. Es simpático pero no necesito otro problema con Joel.

Mi celular empieza a sonar. Es Nico, quiero pedirle mi moto.

-Nico.

-Syra, tienes que volver al hotel por Joel por favor.

-No, sabes que paso la última vez que discutimos.

-Sé que te golpeó, pero Syra está enamorado de ti y no soporta saber de Matthew.

-No, por eso terminamos luego de una semana de empezar a ser algo. No iré.

-Él está mal.

-¿Dónde está mi moto?

-Syra, por favor ven al hotel y te digo.

-Claro, mañana a primera hora.

No deje que me dijera una palabra más. Lo quiero mucho a Joel, él me ayudó. Pero lo intentamos y no funciono, es muy celoso de mi pasado y en general. Hablamos y quedamos de nuevo como amigos, mas no entiende al parecer. Pues ni modo, no volveré a caer enamorada otra vez.

La Adoptada | En EdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora