°25°

19.1K 1K 28
                                    

Italia, Milan 2017

Chesna

Vaya noche y mañana que tuve. Amanecí en un hotel, sola, pero gracias a que Joel apareció anoche en el boliche donde estaba, empezó a decir que no podía beber por mi bebé, que estaba embarazada de él. Todos los chavos lindos se alejaron. Me fui a un hotel y por la mañana llego con un ramo de rosas para la administradora felicitandola por su trabajo. Consiguió la llave de mi habitación y ahora está encerrado en el baño gritando porque lo metí con un gato y el es alérgico.
Nico y yo nos reímos a más no poder.

-Deberíamos sacarlo, ya es media hora-habla entre carcajadas.

-Aún no me cansó, además ayer él me la hizo peor-me enojo de hombros.

-Creo que ya aprendió la lección-se acerca y destraba la puerta, como un rayo Joel sale del baño directo a esconderse tras mío.

-Bota esa bola de pelos-me agarra de los hombros mientras el gatito sale con timidez del baño.

-Espantas al gatito, sois un moustro para él-Nico sigue riendo mientras alza en sus brazos al gatito. Lo saca para devolverlo a la casa del lado.

En cuando cierra la puerta siento las manos de Joel abrazarme por detrás. Enseguida me tenso- Joel- advierto.

-Ya me perdonaste-suena más a una afirmación que a una pregunta. Siento que besa mi cuello y me sobresalto.

-Hey, basta-saco sus manos de mi cintura. Él me mira mal.- Joel somos amigos- lo miro seria.

-No Syra, no-niega algo molesto.

-Ya hablamos, somos amigos- aclaro.

-Yo no quiero ser tu amigo, no merezco que me rechaces, hice todo para ayudarte- me condiciona.

-Sí, me ayudaste demasiado. Pero endiendo que lo intentamos y no puedo lidiar contigo siendo tan celoso- frunce el ceño.

-Sólo te cuido, y si vamos a concentrarnos en el golpe no veo porque eres tan fijada en el pasado, además estaba ebrio. - escuchar sus palabras me da rabia.

-Claro, como estabas celoso y ebrio tenias todo el derecho de golpearme. Fue mi error no el tuyo, yo debería haberme aguantado como en el olfanato, como con mis hermanas tras, como vine contigo para vivir lo mismo-ironizo.

-No me compares así Syra, yo te quiero... Sí fue mi puta culpa golpearte, no tengo derecho de tocarte un pelo sin tu consentimiento. Me equivoque en grande, la cague, pero comprende que tú eres mi primer amor, tú eres lo único que nunca quiero perder, tengo miedo de que te vayas e yo no te importe un carajo. Por eso cometo errores contigo, por miedo- quiero creer, pero no puedo. Yo igual tengo miedo de a caer en lo mismo otra vez.

-No sé Joel. Prefiero que seamos amigos- me mira suplicante.

-Syra, yo te amo. Juro por Marta no volver a golpearte- se pone de rodilla delante mío. Abraza mis piernas como su vida dependiera de ello.

-Joel, no me hagas esto. No estoy lista para una relación con nadie- me mira con los ojos cristalinos.

-Por favor yo te amo, sabes que mataría por ti, daría mi vida por la tuya, vendería mi alma al diablo por tu sonrisa- lo sé, sé que lo que dice es cierto, me lo ha demostrado.

-Joel, vamos lento-accedo con temor.

Ni bien acabo de hablar, siento sus manos en mi cintura y sus labios moviéndose sobre los míos. Una sensación de incomodidad hace que ponga mis manos en pecho. Él se aleja extrañado.

-Lento-repito.

Él suelta un largo suspiro-Claro, vayamos lento- rasca su nuca con nerviosismo.

Nico llega a la escena avergonzado, lo más probable es que nos haya visto. Tomo mi abrigo y bolso. Camino hacia la puerta, pero ninguno de ellos me sigue.

-Vamos, esta noche tenemos la cena de recaudación--recuerdo. Ambos parecen salir de un transe, caminan tras mío.

(...)

Antes de partir a París parece que tenemos que reunirnos en un desfile de modas con otro comprador. Esto surgió de imprevisto, y nos retrasará un hora al menos. Me irrita, aparte de estar nerviosa por ir a la cena surge este estúpido evento. Y lo peor mis hermanastras están por Europa, no sé en que país, menos la ciudad, pero salió en la televisión que las hermanas Gramont están en el viejo continente con sus prometidos semanas antes de la doble boda. Las odio, ellas perturban mi tranquilidad. Me pongo una chompa blanca sobre la camisa negra antes de salir de la habitación. Joel esta con una remera blanca, una chaqueta de traje y sus jeans oscuros. No se ve mal debo admitir.

-Vamos Syra- me ofrece su brazo. Lo acepto.

Tras una media hora en auto llegamos a un museo donde se lleva a cabo el evento. Hay mucha gente haciendo vida social, y presumiendo su asistencia al evento. Entramos por otra entrada que da a los trasvestidores del desfile. Hay varias modelos listas para salir. Caminamos entre ellas hasta un camerino privado, la puerta se abre y está ahí Dylan. Mi corazón se agita, antes de tener contacto visual me doy la vuelta y salgo caminado rápido del lugar. Pero el dolor de cabeza no deja que avance rápido. Varias imágenes se reproducen en mi cabeza, soy yo besando a Dylan, yo abrazandolo mientras lloro. Oigo un par de gritos de Joel que me sacan de esas imágenes, pero no hago caso a su llamado. Llego a la puerta y veo a la mejor amiga de Irina junto a su marido entrando al museo. Ella me mira y abre los ojos por demás, siento que estoy sudando. Corro hacia la salida, pero un guardia me detiene.

-Señorita ¿a dónde va? - me cuestiona.

-Eso no es de su incumbencia me parece-hablo nerviosa. Le hablan por un audífono y me mira asombrado. Me encontraron, lo esquivo y sigo corriendo buscando algún taxi. Veo a Nico con el auto en la calle del frente.

-Enciende el auto-grito cruzando. Veo atrás, los guardias están tras mío casi por agarrarme. Otra vez el dolor vuelve. Veo como Matthew me golpea contra mi auto, me grita. Antes de poder ver más Nico me agarra de las muñecas y me mete al auto.



La Adoptada | En EdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora