Narra Luis
Mi rutina diaria es despertarme a las 6:00 am, desayuno una fruta o café dependiendo de mis antojos mañaneros no me gusta los dulces, aunque mi delirio es el pastel de fresas me encanta ¿estúpido, no? y para placer mío siempre hay una porción en el refrigerador cada vez que se me antojaba, tomo una ducha y me alisto para ir a trabajar en el hospital, soy uno de los mejores médicos que trabaja ahí, una de las cosas que más odio es conducir de mi casa hasta el hospital, odio el tráfico y por lo visto hoy llegare bastante tarde, el hospital donde trabajo pertenece a mi familia y el encargado de este es mi tío.
Llegar al hospital tarde solo podría significar una cosa.
—¡¡¡LUIS!!!
Y justo hoy no es nada bueno.
—Abuelo... —No pude siquiera poder saludarle correctamente ya que me interrumpió.
—¿Que son estas horas de llegar?
—Lo siento el tráfico es un desastre.
—Solo son excusas, si es así sal más temprano, ¿Sabes lo que es llegar tarde? acaso es que aún no entiendes que la vida de las personas están en tus manos cuando yo llegué había una paciente que tenía que ser sometida a una cirugía tienes suerte que yo esté aquí hoy, además sabes que es temporada de pestes y hay muchos enfermos no te puedes dar el lujo de llegar tarde con que llegues un minuto tarde puede costarle la vida a una persona.
El abuelo es una persona muy puntual y detesta a las persona impuntuales, además que él es muy serio respecto a los pacientes no importa si se trata de solo un dolor de cabeza él los tratara de la misma seriedad posible.
—Lo siento abuelo no volverá a ocurrir.
—Eso espero, Ven conmigo tenemos que hablar.
Nos dirigimos a una oficina vacía la cual usan los médicos que se quedan de guardia por la noche, ni siquiera se en que mierda me metí ahora pero estoy dispuesto a oírlo todo.
—Luis... no sé cómo decirlo.
—Solo dilo no es que sea un niño o algo así.
—JUSTAMENTE POR ESO, YA NO ERES UN NIÑO!— Lo dijo prácticamente gritando, golpeando la mesa que estaba en frente con la palma se las manos.
Me estremecí cuando grito de esa manera era la primera vez que lo hacía.
Dio un breve suspiro.
—Dime una cosa Luis, ¿Que andas haciendo al salir del hospital?
Me quede en silencio, y sentí como un sudor frío recorría mi cuerpo. Al ver que no respondería él continuo.
—Me han dicho que al salir de aquí frecuentas moteles, o vas a la casa de un tal Alex y llegas a altas horas de la noche, ahora dime como me puedes explicar esto.
Me levanté de donde estaba sentando
—Abuelo, la verdad no sé de qué me estás hablando y si me disculpas como dijiste hay muchos pacientes que atender.
—Luis— me detuve estando frente la puerta sin girarme no quería verle— No quiero volver a oír algo similar entiendes, no manches nuestro apellido y recuerda ¡¡ERES UN HOMBRE CASADO!!, ya no eres un adolescente.
Salí de la habitación sin decir una sola palabra y me dirigí a mi consultorio, Maldito esta vez sí que me la pagara.
ESTÁS LEYENDO
Un Matrimonio Arreglado [Borrador]
RomanceHasta donde llegarías para proteger a la persona que amas, Nicholas Otero es capas de todo inclusive renunciar a esa persona. Prohibido su copia o adaptación. 12/01/2018