Un Matrimonio Arreglado [Borrador]

Capítulo 49

Narra Luis

Faltaba solo algunos días para la fiesta, todo era muy agotador, había ido y venido con Sofia unas cincuenta veces al taller de costura para que le saquen las medidas entre las constantes pruebas que le hacían para los ajustes.

Nicholas me había dicho que me sorprendería al conocer al dueño, pero no lo había visto en ninguna ocasión, pero al parecer solo quería hacerme una broma.

Hurgue hasta mas no poder en el armario para buscar una remera que había comprado hace una semana, pero no podía encontrarlo, me senté al borde de la cama para tratar de recordar donde la había puesto la última vez.

Nicholas entraba en la habitación con el teléfono pegado a la oreja. Al entrar miro el armario y luego a mi, y entrecerró los ojos.

—Te llamo luego—Dijo, colgando la llamada—Luis, ¿Sabes el tiempo que me toma arreglar tu desorden?

—Tranquilízate, yo lo arreglare—Le asegure.

—Eso dijiste la última vez—Comenzó a recoger la ropa que se había caído al piso—Y al final, estuve hasta las dos de madrugada doblando la ropa.

No estaba acostumbrado a tener tanta ropa desde que nos casamos, anteriormente tenía solo lo necesario, y además siempre que volvía a la casa estaba todo arreglado por mas desordenado que lo dejaba, pero ahora en las últimas semanas tenía una extraña necesidad de vestirme bien, y comencé a comprar un montón de ropa nueva, pero en el momento de querer arreglarlo me daba dolor de cabeza y finalmente Nicholas era el que terminaba poniendo todo en su lugar.

—Ponlo todo sobre una silla, cuando vuelva te prometo que estará todo en orden, por cierto no sabes donde puse mi remera esa que compre la semana pasada.

—Mas te vale que sea así, ¿Hablas de la remera gris?

—Si, esa misma, lo he buscado por todos lados.

—Está sucia, te la pusiste hace dos días.

Lo pensé por unos minutos, hasta que recordé que fui a casa de Luka y unos de sus mocosos la mancho con pintura.

—Cierto—Me levante de la cama y le saque de la mano una camisa, antes que lo deje sobre la silla—Lo siento, lo olvide. 

Nicholas puso los ojos en blanco como respuesta. Me puse la camisa y me mire en el espejo para arreglarme el cabello, tendría que cortarlo dentro de poco, ya que estaba muy largo.

—¿Prefieres que tenga el cabello largo o corto?—Le pregunte a Nicholas.

Lo pensó por un momento.

—Largo—Dijo finalmente—Déjalo crecer más, te queda bien.

—Quieres estirarme del cabello durante las noches ¿Verdad?—Le dije sonriendo.

Nicholas enarco una ceja. No me respondió, y fue al baño. Por alguna extraña razón a él le gustaba tocar mi cabello, y a mi me fascinaba que lo hiciera.

Termine de arreglarme y me volví a sentar en la cama, desde hace días estaba jugando un juego que Raúl me recomendó, al principio parecía muy fácil, pero una vez llegue al ayuntamiento cinco comenzó a volverse lento y hacía que fuera difícil algunas cosas, últimamente me estaba volviendo adicto a diferentes tipos de juegos.

Nicholas salía del baño y solo llevaba puesto un boxer blanco, al verme sentado en la cama como si nada frunció el ceño.

—Luis deja de jugar con tu teléfono, se te acabara la batería.