Un Matrimonio Arreglado [Borrador]

Capítulo 27

Narra Alex

Ayer por la noche, le dije todo a Antonio, él me dijo que fuera a ver a Marco que hable con él, pero no, no era el momento de hablar, tenía que solucionar un problema a la vez, tenía que ir a buscar a Thomás y Sofía, tenía que solucionar mi matrimonio, también está lo de Nicholas, ahora no podía agregar a Marco a esta lista, pero no quería perder el contacto con él, le escribí una nota donde estaba la dirección del bar donde trabajo junto con mi número, que me llamara si quería hablar conmigo, hasta ahí podía hacer, entregué esa nota al chico de la recepción, para que se le entregará, antes de irnos, por alguna razón Antonio se encontraba de buen humor.

Estábamos de camino al internado nuevamente, Antonio habla de una serie que estaba viendo sobre cazadores de demonios o algo así, no entendí casi nada de lo que estaba diciendo.

—En fin resultó que ellos no eran hermanos, y luego de eso no tengo idea de que pasó, ayer me iba a poner a ver en Netflix pero me gano el sueño, te recomiendo que veas esa serie

Enserio que si habla mucho.

—Ya, apuntaré a mi lista de posibles series.

—No lo verás.

—Porque lo dices.

—Siempre que recomiendo algunas serie o película y me dicen, "veré si puedo verla" o algo así.

—Hagamos una apuesta, si no veo la serie te invito a cenar a donde quieras, pero si la veo me debes una cita.

—Debes de estar de broma.

—Para nada, me encantaría ver la cara de Héctor cuando se enteré.

—Quiero esa cena gratis, así que trato echo.

Se río negando la cabeza, algo pasaba con él que estaba muy feliz.

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Narra Antonio

Hoy en la mañana recibí un mensaje de Héctor, solo decía.

"Ten cuidado, te quiero"

Esas simples palabras me hacían parecer como un idiota, a él le costaba mucho decir cosas así de cursis.

A pesar de que estaba hablando hasta los codos, Alex me escuchaba sin problemas era extraño en unas cuantas horas, me llevaba super bien con él.

Volvimos a recorrer los mismo pasillo del internado, a diferencia que esta vez era otra persona las que no guiaba, era un chico que aparentaba unos treinta años. Nos dejó dentro de un habitación que daba la sensación de estar en una sala.

Estuvimos ahí casi quince minutos hasta que apareció la misma chica de ayer, esa chica sí que sabía resaltar, tenía puesto un conjunto de chaqueta con pantalón color vino, el cabello lo tenía suelto.

—Lamento la demora, los chicos estarán aquí en unos momentos.

—¿Paso algo Inés?—Le pregunto Alex.

—No, nada de eso, eso es solo que Sofia aún no había empacado.

Inés volvió a salir, cuando Alex me miro, arquee una ceja.

—Desde cuando sabes su nombre.

—Pareces un novio celoso.

—Es solo curiosidad.

—Ayer mientras estabas con la directora, charle un poco con ella.

Antes de que pudiera responder, la puerta se volvió a abrir esta vez entraron dos personas, un chico era alto media como un metro setenta, tenía el cabello casi igual de rubio que Luis, y sus ojos de un azul muy intenso. Además del piercing en la ceja izquierda le hacía parecer un chico malo. La chica era todo lo contrario, tenía el pelo teñido en un rosa pálido, lo tenía ondulado que le rodeaba el rostro, y sus ojos eran del mismo azul intenso, y media alrededor de un metro sesenta, si su hermano parecía un chico malo ella era una chica buena.

—Bonito cabello—Dijo Alex—¿Sofia? verdad.

A la chica se le ilumino su rostro.

—¡Gracias!, a mi papi Luis también le encanto, a mi papá Nico creo que no le gustó tanto—Se encogió de hombros—Yo soy Sofia pero pueden llamarme Sofí, este de aquí es mi hermano Thomas, puede parecer malhumorado pero es buena gente.

Bien eso si me resultaba extraño, Thomas puso los ojos en blanco.

—Sofia deja de decir estupideces—Espeto Thomas.

—Yo soy Alex y él es Antonio, somos amigos de sus padres, un gusto.

—Genial, ya están aquí—Interrumpió Inés—Señor Antonio, la directora lo manda llamar para firmar los últimos papeles, puede acompañarme por favor.

—Creo que la directora, quiere casarse contigo—Me susurro Alex—Desde ayer quieres que rellenes papeles.

—Menos mal, leo todo lo que me está dando.

Media hora más tarde, después de firmar los documentos, y la profesora le diera instrucciones a Thomas y Sofia de como seguir sus clases de manera virtual atreves de la página del colegio, estábamos en camino casa.

Sofia charlaba de manera interactiva con Alex, hablaban de tintes de cabello y música de K-pop, mientras que Thomas se puso los auriculares y se enfocó totalmente en su libro, debes en cuando lo miraba por el espejo retrovisor y me di cuenta que se frotaba muchos los ojos.

De repente Thomas cerró de golpe su libro, se sacó los audífonos.

—Pregunta de una vez lo que quieres saber, no te andes con rodeos, llevas hablando como una tonta—Dijo irritado Thomas.

—¿Que pasa?—Pregunto Alex extrañado.

—Quiere saber que pasó, con nuestro padre.

—Tú también quieres saberlo—Le gritó Sofía.

—Si, pero no ando hablando como una estúpida sin sentido.

—Yo no soy estúpida—Sofia golpeó a Thomas en el hombro y comenzó a sollozar.

—Antonio será mejor que pares el auto, y solucionemos esto—Susurro Alex.

No había un lugar donde pudiéramos bajar y charlar, estábamos en medio de la nada, estacione de la mejor manera para no molestar a otro auto, y puse la luz de stop.

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Narra Alex

—Sera mejor que resolvamos esto, tenemos aún un largo viaje y sería genial si estuviéramos en paz durante el resto del viaje.

—Que es lo que quieren saber—Pregunto Antonio.

Me gire en el asiento, y Sofía se secaba las lágrimas con la manga de su ropa, sentía mucho pena por ella, Thomas le había hablado muy mal.

—No somos tontos sabemos que pasó algo, a mi Pa'.

—¿A quién?—Pregunto Antonio.

Thomas puso los ojos en blanco, pero me alegra que haya preguntado, era obvio que preguntaba por Nicholas o Luis, pero no sabía cómo se dirigían a ellos, y esa era una buena manera de saberlo.

—Thomas de dice Pa' a Nicholas—Respondió Sofía gimoteando— Yo le digo papá, a Luis le dice papá y yo le digo papi.

Habían encontrado un manera de decirles papá a ellos sin que sea todo un lió.

—Escuchen, seguro que tiene mucha pregunta—Dije—Pero nosotros no sabemos la respuesta a todas ellas, además en todo caso no somos los indicados. Si le podemos decir que ambos tanto Nicholas como Luis están bien, solo tengan paciencia Luis les responderá todas sus dudas.

Sofia solo asintió y Tomas no dijo nada simplemente volvió a leer su libro. El resto del viaje fue en absoluto silencio