Capítulo 31

807 81 2
                                    

Narra Alex

Estaba cansado, estos últimos días fueron de verdad muy movidos, ayer luego de salir de la casa de Antonio vine directamente al bar que era un lió.

Nadie sabía que yo era prácticamente el gerente del local, Luis sabía que trabajaba aquí pero no sabía en qué específicamente, el bar se habría todos los días a partir de la cinco de la tarde hasta las tres de la mañana, en mi ausencia Marta quien era prácticamente mi mano derecha se esfumó sin más, una de las chicas me dijo que se peleó con Paloma—Quién es una de las mejores empleadas—El mismo día que me fui al internado.

Como todos los días teníamos reuniones a antes de abrir a las cuarto de la tarde, luego de debatir sobre unos asuntos con los empleados del local, me quede asolas con Paloma quien jugueteaba inocentemente con un mechón de su cabello castaño.

—¿Me dirás que paso?

—Solo para que sepas no fue mi culpa que ella dejara el bar.

Arque una ceja.

—Bueno tal vez si tuve que ver. Veras el día que te fuiste esa noche todo marchaba de mil maravillas hasta que muy entrada la noche alguien llamo, y como yo estaba libre atendí era una mujer pidiendo alquilar todo el local para el sábado y quería la confirmación inmediata.

—¿Todo el local?—Era normal que la gente reserve mesas o algunas habitaciones privadas para ejecutivos, pero todo el local era extraño.

—Si, me pareció extraño así que hable con Marta, ella dijo que tal vez se trataba de un broma o algo así, y me mando decir que teníamos que hablar contigo y bla, bla, bla, en cuanto le dije eso a la mujer me dijo que estaba dispuesta a pagar ahí mismo con trasferencia electrónica, como quería librarme de ella le dije una semejante suma para que me dejara en paz, cinco minutos después había echo la transferencia, me quede alucinado, le conté Marta sobre lo que pasó y comenzamos a discutir me dijo que no tenía derecho de tomar decisiones por mi cuenta y había echo una estupidez, claramente no me quede callada le dije que era una zorra amargada.

—Marta tiene razón no debías de tomar la decisión por ti misma.

—Y lo sé por eso le pregunté primero, no le veo el problema la verdad, mira todo está limpio, mandé revisar de qué cuenta fue enviada y todo está bien.

—¿Estas segura?—Algo no me cuadraba.

—Totalmente, después te lo muestro todo.

—Una última cosa, ¿No te dijeron para que tipo de evento era?

—No, pero tendría que volver a contactar para organizar algunas cosas.

—Está bien hablaremos luego sobre el tema luego, ve a prepararte.

Tenía que ver la forma de contactar con Marta nuevamente, tendría que haber llamado esta mañana pero me quede dormido después de todo estaba agotado. Tenía mucho trabajo que hacer y eso era bueno, me hace no pensar en cosas innecesarias.

—¿Alex estas ocupado?—Era Enzo el guardia de seguridad, el chico sí que era grande, se notaba que pasaba mucho tiempo en el gimnasio—Una persona pregunta por ti, dice que quiere hablar.

De pronto mi corazón comenzó a latir muy rápido.

—¿Quién es?—Lo dije de tal manera que mi voz salga lo más normal posible.

—No dijo quién era, ¿lo dejo pasar?

—Si déjalo.

Me pase la mano por el pelo para poder arreglarlo, no sé porque pero de repente era consiente de cómo estaba vestido, tenía puesto mi pantalones vaqueros rasgados y mi remera negra.

—Aquí está—Dijo Enzo, me gire y toda ilusión que tenía se me esfumo.

—¿Es solo mi imaginación o pareces desilusionado?—Carlos negó con la cabeza.

—Puedes dejarnos Enzo.

Asintió y se marchó.

—Que quieres Carlos.

—No se tal vez "Hola", me dijiste que cuando tenga claro mis sentimientos venga a verte, pero por lo que veo no fue buena idea.

—No se trata de eso, estamos por abrir y aún no me he preparado.

—Solo tomara unos minutos

—Si no te importa hablemos mientras me cambio.

—Está bien.

Me siguió por las escaleras, el piso de arriba había cuatro habitaciones dos de ellos era un depósito, el otro lo utilizaban los empleados para guardar sus cosas y cambiarse, el último lo utilizaba yo, era una pequeña habitación con un baño, solo había armario y un cama, no necesitaba nada más. Carlos entro y miro como si fuera un nido de ratón, no era necesariamente bonito la paredes tenían manchas de humedad el piso estaba sucio no había ventanas eso hacía que tenga un olor extraño. De todas formas se sentó en la cama mirándome mientras iba al armario.

—¿Aquí es donde te estas quedando?

—Hay algún problema con eso.

Puse a un lado de la cama mi pantalón negro, la camisa blanca y el chaleco, comencé a desvestirme y tire mi ropa al piso.

—No, es un poco diferente a lo que esperaba—Suspiro, se levantó de la cama, y quedo enfrente mío, mientras estaba abotonándome la camisa—He pensado mucho en todo lo que dijiste...

—Alex no encuentro mi chaleco tienes uno para prestarme—Paloma entro en la habitación gritando estaba furiosa, miro a Carlos y luego se enfocó en mi—Hoy me toca usar el chaleco morado y no lo encuentro por ningún lado estoy segura que fue Marta quien lo escondió de mí.

Carlos se volvió a sentar en la cama mientras buscaba en el armario un chaleco extra, siempre tenía varios no faltaba a quien se le extraviara alguno.

—¿Quién es ese?—Me susurro Paloma—Es guapo, pero está casado, que pena.

—Eso no a ti no te incumbe, aquí tienes—Le pase el chaleco y ella puso los ojos en blanco—Tienes que recogerte el pelo.

—Pero me lo he alisado, lo quiero llevar suelto.

—No puedes, hoy atiendes a los ejecutivos así que apúrate y recógete el cabello.

Hizo un mueca de disgustó.

—Está bien—Dijo entre dientes—Para eso gasto en peluquería.

Salió dando un portazo.

—Lamento eso—Fui hasta la cama y me puse el chaleco, hoy me quedaba en la barra así que tendría que usar un delantal corto.

Se levanto de la cama y cerro con llave la puerta.

—Lo siento he sido un estúpido, si tenía sentimientos por Nicholas, pero eso fue hace tiempo, no sé qué paso en ese momento, en fin lo que quiero decir es que me des otra oportunidad.

No sabía que decir, realmente yo había pensado que el vendría para pelear o algo así.

"Te aferraste a él para huir del Alex del pasado"

No eso no es verdad, estoy con él porque lo amo, ¿Verdad?

Me acerque a él, puse una mano en su mejilla.

—Intentemoslo una vez más .  

Un Matrimonio Arreglado [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora