Narra Alex
Apenas había dormido en la noche, me sentía tan agotado, hacia bastante tiempo que no me sentía de esa manera. Nunca me imaginé que cargar con los secretos de los demás sería una carga muy pesada, y eventualmente sin darme cuenta terminaría siendo afectado.
<<Estas echo mierda>> , me dijo Antonio cuando me a vio esta mañana, anoche después de salir del departamento le había mandado un mensaje, diciéndole donde recogerme, me había recogido a las cinco de la mañana fuera del bar, quería evitar el tráfico de un lunes por la mañana. Había estado conduciendo por dos horas y apenas habíamos cruzado palabra, en cierta forma estaba agradecido no tenía tantas ganas de hablar.
De lo que sé de Antonio es que es curioso por naturaleza, la veces que él podía acompañar a Luis al bar—Que eran escasas veces— se pasaba tratando de averiguar todo lo que podía sobre su acompañante—O como yo les decía su aventura de una noche— Este siempre se justificaba diciendo que lo hacía para cuidar de Luis, como si a mí no se me pagara justamente para eso, todo lo que se tenía que saber sobre sus aventuras yo lo sabía.
—Bien el camino será largo, mejor será que hablemos de algo—Dijo de repente.
—Por mi está bien, ¿De que quieres hablar?—Pregunte, por más que yo no le agradase del todo, no creo que le gustase estar callado todo el transcurso del viaje.
—Tu historia.
—¿Que?
—Lo que has oído, te seré sincero yo solo te conozco por medio de Luis, pero Héctor me dijo la otra noche que tienes un pasado turbio.
—Yo no diría turbio—Dije, con una sonrisa, que parecía más una mueca.
—Entonces ¿Cómo lo llamarías?
—Mmm, no se complicado, podría decirse —Me moví en el asiento y me cruce de brazos—¿Quieres oír mi vida?
—Si, me gustaría conocerte más, hace tres años que te veo la cara y apenas se tu nombre, y si mal no me equivoco de seguro tienes una historia de lo bastante interesante.
—¿Ahora quieres ser mi mejor amigo?
—Porque no—Dijo encogiéndose de hombros.
—Veamos si sigue en pie tu oferta de amistad después de que sepas quien soy, ¿Desde qué parte de mi vida quieres que te comience a contar?
—Desde donde tú quieras compartir conmigo.
—Bien, pues tuve una buena infancia, fue muy buena para ser sincero, mis padres eran muy cariñosos, soy el hermano mayor.
—¿Tienes hermanos?—Pregunto algo asombrado, mirándome por unos segundos y luego volviendo su mirada al camino.
—Si, Adriana es la segunda y Oscar el tercero, solo llevamos dos años de diferencia entre nosotros, mi vida fue buena hasta que cumplí los veinte años, no sé en qué momento, pero pasamos de ser una familia unida a una destrozada, mi padre fue echado de su trabajo, recorte de personal dijeron, no pudo conseguir otro trabajo, y comenzó a beber a causa se eso, mi mamá tenía dos trabajos para mantenernos y cubrir las deudas, estuvo trabajando así seis meses hasta que colapso.
—Eso habrá sido difícil para ustedes, ¿Su padre alguna vez fue violento con ustedes estando ebrio?—Pregunto, un tanto preocupado, de seguro él había visto como enfermero a mucha gente que fue maltratada por algún familiar ebrio.
—No, mi papá nunca nos maltrató estando ebrio más bien se deprimía, yo quería ayudar a mi familia, sentía esa responsabilidad como hermano mayor, como el primogénito, trate de buscar trabajo, fue difícil la verdad ya que nadie quería contratar a alguien sin experiencia, o no te querían pagar por lo mínimo de las ocho horas laborales, encontré trabajo como barman, fue muy difícil, estudiar de día y trabajar de noche y al final termine dejando la universidad, sacaba un muy buen dinero, pude cubrir bien todos los gastos de la casa, las deudas, y la universidad de Adri, pero cuando Oscar tuvo que entrar a la universidad, afecto mucho a mi economía.
Antonio me hizo un gesto para me detuviera, hizo un pequeño desvió hacia la estación de servicio, necesitaba cargar combustible al auto ya que nuestro camino seria largo, baje a comprar algunos snacks, agua y Coca-Cola, la cajera no dejaba de seguirme con la mirada mientras recorría la estancia, o era porque parecía un ladrón o soy lo bastante atractivo, trate de suprimir una sonrisa tras ese último pensamiento, soy lo bastante optimista para estar en mis treinta, y poder considerar que sigo siendo lo bastante atractivo para las demás personas, aunque la verdad la única persona que me interesa su opinión es la de Carlos.
Volví al auto con dos bolsas llenas, lo coloque en la parte de atrás del auto, y di a Antonio una botella de agua que se lo tomo la mitad de dos tragos, estando ya sentado en la parte del copiloto y devuelta ya al camino, Antonio me pregunto:
—Aun no entiendo, todo lo que me contaste hasta ahora solo te hace ser un gran hermano mayor además de ser un hijo admirable.
—Es por que aún no llegue aun a esa parte—Solté un suspiro de pesar, no importa que tanto uno trate de ser una buena persona, la gente siempre te juzgara por lo que una vez hiciste sin importar razones—Veras cuando era aún estudiante conocí a una chica, Ingrid.
—Y ella es—Me miro por medio segundo, enarcando una ceja.
—Ella fue—Le corregí—Mi ex amiga/Mi ex novia/Mi ex compañera sexual/Mi ex empleadora.
Antonio freno de golpe e hizo que fuera hacia adelante.
—¿Qué mierda te pasa?—Dije furioso.
—Eso debería preguntarte yo a ti, como carajos dices eso, así como si nada—Me di cuenta que tenía un conflicto interno tratando de procesar lo que le decía, tal vez para mí ya no me fuera la gran cosa ya que he vivido y superado esa etapa de mi vida.
—Lo lamento, tienes razón, estuvo fuera de lugar, pero no había una mejor forma de decirlo—Antonio solo asintió, y volvió a poner el auto en marcha—Ingrid, no estaba metida en cosas muy buenas, el bar donde trabajaba o si se podía llamar bar era de ella.
—¿No era un bar?—Pregunto confundido.
—En cierta forma lo era, estaba dividido en dos partes, la de que era abierta a todo público, y la otra parte, se lo conocía como "Serendipity", solo se podía entrar por medio de una invitación, en donde yo estaba, era la parte abierta a todo público, estando ahí ganaba bien pero no lo suficiente para pagar dos universidades, hable con Ingrid para poder estar en el otro lado, me había enterado que unas de las chicas que trabajaba ahí renuncio, ella no quería, yo era su novio y si me trasladaba ahí, significaría terminar.
—¿Porque tendrían que terminar?
—En Serendipity no solo se vendía tragos, sino también tu cuerpo—Tal vez sea solo mi imaginación, pero estoy más que seguro que Antonio se olvidó respirar—Ella no saldría conmigo mientras tenía sexo con otros obviamente.
—Lo..Lo hiciste, estar en ese lugar me refiero, ¿Sabías que era un prostíbulo?
—Si lo sabía, y si estuve en Serendipity, fue ahí donde obtuve el mote de gatito, me lo puso un cliente, me había dicho que parecía un gatito asustado, ese cliente, fue también mi primer cliente sexual, no tenía más de dieciocho años.
![](https://img.wattpad.com/cover/135102371-288-k80530.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Un Matrimonio Arreglado [Borrador]
RomanceHasta donde llegarías para proteger a la persona que amas, Nicholas Otero es capas de todo inclusive renunciar a esa persona. Prohibido su copia o adaptación. 12/01/2018