Caminaba con rapidez mientras comía algunas de las frutas que Dalia me había dado; no podía correr, mis heridas aun dolían, me preguntaba como era que no había sangrado mucho dado todo el esfuerzo que había realizado.Era la primera vez que iba a Hydrangea, ¿quien lo diría? Siempre me negué a ir a ese lugar y ahora estaba yendo por mi cuenta, ¿ironía, le llaman?
Mi cuerpo se sentía un tanto pesado, suponía que se debía a la falta de sueño;estaba cansada pero cada que cerraba los ojos podía jurar que escuchaba los gritos de esas personas, cosa que me motivaba a seguir.
Si ese fuera mi reino, si fueran las personas a las que quise proteger de pequeña...si fueran mis padres, mi nana...el solo hecho de pensar en esa posibilidad hacia que los ojos se me llenaran de lagrimas. No podía permitir que acabarán con ese reino, ni que se esparcieran a otro, el mas cercano era Hyacinthum, si no lograba llegar a tiempo ellos...ellos irían hacia alla.
Sacudí mi cabeza con fuerza, si seguía pensando eso mi mente se desestabilizaria y poder concentrarme en batalla seria muy difícil.
Me acerque al río que pasaba en diagonal al reino y tome un poco de agua, lave mi cara y respire profundamente. Me levante y con mas animo seguí mi camino.El sol habia bajado apenas un poco, tal vez era un par de horas pasado el medio día cuando logre divisar Hydrangea, camine mas rápido hasta estar al borde del bosque y el pueblo, me agache entre los arbustos y busque con la mirada alguna señal que me advirtiera de esas criaturas pero...nada.
Mi pulso comenzó a bajar, no podía haber llegado tan tarde ¿o si?
Estaba a punto de tomar camino a Hyacinthum hasta que unos gritos me hicieron voltear, provenían del centro del pueblo, iba a correr hacia ese lugar hasta que una mano me detuvo del brazo.
-son ellos...están esperando a que alguien caiga en su trampa- no lo había visto antes, tampoco escuchado, pero su semblante lucia algo agitado; probablemente había venido corriendo desde el lado contrario al verme. Me había jalado de nuevo hacia los arbustos, se veía satisfecho de haber llegado a tiempo a detenerme.
-las personas...¿ellas están...?- su mirada cafe se suavizo tras mi pregunta, supongo que esa era una buena señal.
-están bien, hemos atrincherado el castillo con todos adentro...-bajo su mirada hacia el suelo y comprendí que las noticias eran buenas...pero no lo suficiente- al menos...la mayoría...
-...¿cuantos...?- no quería hacerlo sentir peor pero en verdad necesitaba saber que tan...tarde...había llegado.
-32...-lo dijo en un suspiro, mientras pasaba una de sus manos por su cabello castaño.
-...- no sabia que mas decir, el solo imaginar estar en el lugar de ese joven que probablemente era parte del ejercito del rey, incluso tal vez el capitán de este, me estremecía bastante.
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Hyacinthum
FantasySiempre que escapaba del castillo para ir al pueblo oía a las niñas murmurar lo maravilloso que seria ser una princesa con miles de sirvientes, vestidos, tiaras y demás. Lo escuchaba tan seguido que en verdad llegue a preguntarme que era lo que esta...