Declaración

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Hoy se cumplen cinco meses y medio desde que el padre de Dalia se fue; hace una semana le llego una carta diciendo que ya iba de vuelta, esperamos que llegue en el transcurso de esta o la próxima semana.

Me sorprende que en este tiempo Eldrian y Amelia aun no se hayan declarado la guerra, siento que a pesar de todo, ellos podrían ser muy buenos amigos si dejaran de atacarse verbalmente por un momento.

Aunque de un par de semanas a la fecha he sentido a Amelia un poco...¿distante?...no es que me moleste o algo así, imagino que tendrá cosas por hacer en su reino, pero se siente extraño pasar mis entrenamientos sin ella llegando de la nada o esperándome afuera para no toparse con Eldrian.

Hace un par de días fui a buscarla, sus sirvientes me dijeron que ella no estaba, pero yo me di cuenta que solo no quiso recibirme, por lo que no le force a verme subiendo a su habitacion como las veces anteriores.

A veces me pregunto si hice algo que le molestara para que se este comportando de esa forma conmigo, pero no recuerdo haber hecho nada.

Me recuerda al ultimo enojo de Dalia, solo que lo de Dalia parecen mas berrinches o incluso rabietas internas...y lo de Amelia parece mas serio; me da algo de... ¿miedo?...;no sabría como llamarle; pensar en que ella este realmente enojada conmigo.

De cualquier modo, si ella no quería verme, no había nada que yo pudiera hacer.

Ese día no tenia entrenamiento y dado que había llovido la noche anterior, me había quedado en la casa de Dalia, desayunamos rápidamente, justo en ese momento le ayudaba a lavar los platos conversando tranquilamente.

-yo no lo siento así, los conejos son mas fáciles de atrapar, son lentos, pero los jabalíes corren muy rápido y son muy pesados- llevábamos cerca de cinco minutos conversando sobre el tema de la cacería, Dalia parecía muy seria con su argumento.

-ah, pero los conejos se esconden en cualquier agujero y o no los encuentras ya o no los puedes sacar, y los jabalíes es difícil que los pierdas de vista- la mire pensar un poco sobre lo que acababa de decirle, torciendo los labios un instante antes de responderme.

-...bueno, pero es mas fácil cocinar un conejo- acomode uno de los platos que me había pasado pensando en eso, yo recordaba algunas cosas sobre cocinar conejos de las veces que iba a la cocina a ayudar y nunca lo había visto así

-no tanto, si no lo haces bien puedes comerte su pelaje.- murmure lo que recordaba de esas cosas y ella me miro mientras secaba sus manos.

-uhm...bueno, pero eso ya es cuestión de cada quien, a algunos no les gusta trabajar tanto y por eso le dejan pelaje- se encogió de hombros al responder eso y yo me sorprendí bastante, no pensaba que eso fuera por pereza.

-yo pensaba que era porque no les gustaba lastimarlos- una tenue risa risa salió de sus labios ante mis palabras llenas de sorpresa.

-eso es un poco extraño, ¿si ya lo mataste como es que no quieres lastimarlo?-me cruce de brazos ante su pregunta, ciertamente no había pensado en eso.

-pues...-unos toques a la puerta hicieron que callara mi respuesta, volteamos hacia la puerta antes de voltear a vernos mutuamente.

-¿Eldrian o Amelia?- fue lo que Dalia pregunto mientras guardaba el ultimo plato, sin mirarme, sabíamos que de ser su padre ya hubiera entrado y ellos dos eran las únicas opciones posibles.

-Amelia; Eldrian se hubiera asomado por la ventana- me estire un poco antes de caminar hacia la puerta, Dalia no parecía tener la mas mínima intención de abrir y yo sabia perfectamente porque; a pesar de todo, a ella, no le terminaban de agradar ninguno de los dos.

HyacinthumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora