Rumores

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Comencé a comer con tranquilidad y en silencio, como usualmente era al estar sola en esa casa. Lave mi plato y tomando la canasta de la mesa salí a cortar algunas fresas y moras, cosa que no había hecho por el susto que ella me había dado.

Cuando volví me dispuse a hacer limpieza en la casa; termine no muy tarde, con el tiempo suficiente para salir a lavar parte de la ropa.

Iba regresando cuando encontré a mi padre en el camino, eso me sorprendió bastante, el sol aun no terminaba de meterse y él siempre solía llegar cuando ya se había ocultado por completo.

-regresaste temprano- le mire, con la canasta de la ropa llena de ella en mis manos, al escucharme se detuvo y volteo a verme con una sonrisa en el rostro

-si, termine rápido con los encargos y decidí venir a pasar tiempo con mi hija preferida- le devolví la sonrisa mientras se acercaba a abrazarme y revolverme levemente el cabello con una de sus manos.

-pero soy la única que tienes- me reí levemente y el me secundo al instante, comenzamos a caminar hacia la casa con tranquilidad

-lo se, ¿quieres que te ayude con la cena?-me apegue mas a él, estaba muy feliz de poder pasar tiempo con mi padre, su presencia solía ser muy tranquilizadora

-uhm...no, yo la haré, tu descansa; hace mucho que no lo haces- sonreí felizmente y el acaricio mi cabeza de nuevo, nos faltaba poco para llegar a la casa y fue ahí cuando recordé algo muy importante.

-de acuerdo, de acuerdo- me detuve abruptamente y el se detuvo conmigo, me miro con duda en su mirada y yo solo pude bajar la mía mientras jugaba con mis manos, aun no sabia como tomaría el hecho de que Gil estuviera en la casa.

-oh...ehm...padre...quería decirte que...ahm..- balbuceaba sin que ninguna oración coherente pudiera salir de mis labios, sentí su mano sobre mi cabeza, voltee a verlo y el solo me sonrió cálidamente

-¿que el "fantasma" esta en la casa?- le mire con gran sorpresa y el solo pudo ensanchar su sonrisa

-....¿como lo...supiste? - tenia miedo pero...él no parecía molesto de hecho se veía realmente tranquilo, dando una pequeña palmada en mi espalda me incito a que siguiéramos caminando

-eres muy obvia cariño, aparte escuche los rumores en Helianthus- si antes tenia dudas ahora tenia muchas mas ¿rumores? De esas cosas nunca puede salir nada bueno

-¿rumores?-

-si; se propago el rumor de que el "caballero vagabundo" agonizaba tras su batalla en Hydrangea y lo único que decía era que tenia que ir con ella; algo imaginaba de ese asunto, pero no creí que esa "ella" realmente se trataría de ti- sentí mis mejillas arder, ¿en verdad había dicho eso? ¡Ah! ¡Eso podría malinterpretarse de tantas formas!, escuche la risa de mi padre e intente calmar mi nerviosismo

-...yo...-

-¿aun dudas de él?- su tono se había vuelto serio de repente, él en verdad era como mi mejor amigo, entendía todo lo que pasaba por mi mente

-no lo se; es como si una parte de mi mente ya lo considerara un amigo pero...yo simplemente me niego a hacerlo.- escuche salir un suspiro de sus labios y voltee a verlo, no tenia muy claro que significaba ese suspiro

-como padre sobre protector debería decir que te alejes de él, que no es digno de mi niñita- me abrazo fuertemente mientras reía un poco, una leve risa también salió de mis labios antes de que prosiguiera -pero...como tú amigo de toda la vida, Dalia; solo puedo decir que le des una oportunidad, ha demostrado ser una persona confiable y muy leal, estoy seguro de que él no es la clase de persona que se dejaría llevar por rumores, y si aun no te convence del todo puedes contarle por ti misma antes de que él se entere, si se queda sabrás que puedes confiar en el, si se va...dejaras de seguir involucrandote y encariñandote.

HyacinthumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora