Desastre

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Hace dos semanas que no veo a Amelia, siendo sincera, aun no se que responderle y no es porque no lo haya pensado, ciertamente lo he pensado demasiado, al grado de que mi cabeza se ha vuelto un caos.

Justo ahora decidí relajarme un momento.

La luna era realmente hermosa esa noche, en todo su esplendor, iluminando todo, junto a la luz de las estrellas, el sonido del viento, el agua corriendo, algunos animales nocturnos paseando por el bosque; me encontraba sentada al pie de un árbol, frente al río, solo descansando y admirando el paisaje, disfrutando de todo lo que el entorno me daba; cerré los ojos un momento sintiendo el aire fresco en mi cara y escuche unas hojas quebrarse por pisadas a mi espalda, sonreí, reconocía bastante bien esa forma de caminar; no por nada llevábamos ocho meses de conocernos.

No voltee, ni tampoco dije nada, la vi sentarse a un lado mío, y abrazar sus rodillas después de acomodarse, le mire, se veía decaída, su cabello pelirrojo cubría su rostro. Esas, sin duda, eran malas noticias.

-¿paso algo malo?- ante mi pregunta ella abrazo aun mas sus rodillas, agachando su cabeza, de acuerdo, eso me preocupaba demasiado.

-las lluvias....fueron tan fuertes que desbordaron el río; el puente se cayo por completo, al parecer no podrá regresar hasta que lo reparen o reconstruyan, no lo se; Gil, él me preocupa; lleva seis meses fuera de casa ¿Estará bien?- su tono de voz, estaba segura de que estaba aguantando las lagrimas, aunque tenia en claro que no podría aguantar demasiado.

Lo entendía perfectamente, estaba preocupada por su padre y, a decir verdad, yo también estaba algo ansiosa, estaba tardando demasiado en volver y yo nunca lo había visto como alguien que dejaría demasiado tiempo sola a su hija.

Sin embargo dejar salir mis preocupaciones solo la alteraría mas, por el momento necesitaba calmarla, después de todo, esas noticias probablemente eran recientes, por lo que él debía estar bien en este momento.

-estoy segura de que lo esta, probablemente extrañando tu comida, pero en buen estado, de lo contrario te lo habría dicho en sus cartas, ¿no?- acaricie su cabeza un momento antes de pasar mi mano hasta su hombro para jalarla un poco hacia mi y que recargara su cabeza en mi hombro, cosa que no tardo demasiado en pasar; la mantuve abrazada a mi intentando tranquilizarla.

-bueno...si, él sabe que no me gusta que me oculte cosas, mucho menos cuando son heridas o golpes...pero...nunca había estado tanto tiempo fuera de casa, lo máximo era de cinco meses y ahora estará mas tiempo fuera por esto; lo extraño.- como suponía, las lagrimas comenzaron a caer por sus mejillas, mientras se hacia mas pequeña acurrucándose a mi lado.

-mira, lo bueno es que él esta bien, que no pasaba por ahí cuando el puente se cayo y que seguro te extraña como tú a él, estoy segura que no le gustaría verte preocupada - sobe su hombro con la mano que le abrazaba, en un intento por reconfortarla.

Era la tercera vez que la veía llorar.

-se que tienes razón pero...-no deje que terminara, la solté para voltearme un poco y tenerla un poco mas de frente; alce su rostro para que me viera, limpiando las lagrimas que aun rodaban por sus mejillas, con mis pulgares.

-hey vamos, no te preocupes, ya veras que antes de que te des cuenta él estará de vuelta.- le di una sonrisa, mientras seguía sosteniendo su rostro con mis manos, ella había dejado de llorar de a poco. Intentando calmarse.

-¿lo crees?- me miro aun con duda, pero también con esperanza, acaricie una de sus mejillas y asentí.

-estoy segura- no estaba mintiendo, realmente creía que todo estaba bien, y que nosotras solo estábamos exagerando, probablemente por la cantidad de tiempo tan grande que él llevaba de viaje.

HyacinthumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora