Camuflaje

58 4 2
                                    




Desperté con el sol dando en mi rostro, abrí los ojos solo para darme cuenta que aquel unicornio ya no estaba ¿un sueño? Empezaba creerlo hasta que un par de manzanas me cayeron en la cabeza; voltee hacia arriba solo para ver a Ara. Al parecer...me había traído el desayuno, le invite a sentarse y ambas comimos las manzanas que había traído.

Voltee hacia donde mis armas, viéndolas a la luz del sol me daba cuenta de que estaban bastante mal, suspire con cansancio y me levante, necesitaba ir a que las repararan; al parecer ese día tendría que ir a Helianthus. Fui hacia ellas y las guarde para luego colocarlas en mi cinturón y colgar el arco y flechas a mi espalda.

Intente despedirme de Ara pero ella no me dejo, me seguía a cada paso que daba, sonreí, eso me recordaba a cierta necia pelirroja.

-no puedes venir conmigo, será peligroso para ti si te ven en el pueblo- por mas que intentaba explicarle ella simplemente no cedía, suspire- de acuerdo, pero...solo llegaras hasta el limite del bosque; si necesito algo te llamare...¿de..acuerdo?- le mire con duda y Ara solo asintió moviendo la cabeza muy enérgicamente

.."sube"... Fue lo que escuche, definitivamente no me acostumbraría a esto; me negué y Ara se...¿molesto?...después de unos minutos de un duelo de miradas, por fin fue ella la que gano.

No es que tuviera miedo de subirme, había tenido suficientes clases de equitación como para no caer, pero...me sentía un tanto extraña subiéndome a un unicornio.

A decir verdad, extrañaba eso, sentir la brisa pegar en mi rostro tras el galope del caballo, era verdad que había podido subirme a uno cuando Eldrian me trajo pero...no es lo mismo ir solo como un bulto que esta "agonizando" a ser tú el jinete.

Corría muy velozmente, mucho mas que los caballos normales; imaginaba que esa seria otro de los atributos que estos animales tenían; no paso mucho antes de que pudiera ver el reino de Helianthus; tal como le había indicado, me dejo hasta el limite del bosque. Tras una pequeña discusión, sobre si me regresaba sola o si ella iba por mi, en la cual ella gano, me despedí diciéndole que le llamaría cuando fuera a regresar.

Camine un par de pasos hasta que la curiosidad me invadió, voltee levemente solo para darme cuenta que Ara ya no estaba ahí.

Si mi vida no era lo suficientemente extraña, ahora había un unicornio en ella.

Deje ese asunto por un momento y camine hacia donde empezaban los maizales que seguramente eran de uno de los campesinos del pueblo; podría haberlo rodeado pero siempre he creído que ir en linea recta lo mas posible es mucho mejor

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Deje ese asunto por un momento y camine hacia donde empezaban los maizales que seguramente eran de uno de los campesinos del pueblo; podría haberlo rodeado pero siempre he creído que ir en linea recta lo mas posible es mucho mejor.

Sabia que había personas cosechando en ese momento, podía escucharlas perfectamente; y aun con ello me costaba verles por entre las plantas, debía tener cuidado no tenia intención de chocar con nadie.

Escuche unos pájaros entre los maizales y después el sonido de alguien corriendo para ahuyentarlos, los vi levantarse en vuelo antes de sentir como esa persona iba hacia mi, di unos pasos hacia atrás solo para ver como aquella persona salía de las plantas a mi derecha y tropezaba con una roca, cayendo plenamente a la tierra.

HyacinthumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora