La llamada.

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Cosas raras del destino, o simplemente suerte de locos diría yo.

Ella

Estar botada en una amaca todo el día era lo mejor que podía hacer para entretenerme, el fresco aire de las seis de la tarde parecía agradable, era verano, y para ser verano, hacia demasiado fresco en el aire, el cuaderno de bocetos descansaba en el pasto seco, el árbol que me había estado dando sombra en el resto del día ahora solo detenía la amaca ya que el sol estaba por extinguirse.

-Deberias entrar a la casa-Mi abuela hablo cortando el silencio y callando el radio que sonaba lejano.

-Voy en un momento abue-Le sonreí sin quitar el brazo que cubría mis ojos, había estado teniendo un sueño bastante gracioso, de peleas en medio de un cielo estrellado, todo luces y efectos especiales.

Muy al estilo de star wars, pero también con algo muy distintivo. No creerán que vivo en una época anterior, no, de hecho el calendario marcaba 9 de agosto del 2011 el año pasado no había sido muy bueno, y este año entraría a la universidad, solo disfrutaba de mis últimas vacaciones como un adolescente, antes de comenzar una carrera.

El patio de la casa de mis bisabuelos era cómodo, a pesar de ser prácticamente un desierto, o de estar en medio de uno, el pueblo era precioso, pequeño y no tan lleno de tecnología y ruido del mundo de la ciudad, si había internet, y me agrada usarlo aunque considero que pierdo demasiado tiempo en el, al igual que todas las personas. Tranquilo, así podía describirlo, vegetación en muchos lados, quien no supiera en donde estaba no sabria que a los alrededores prácticamente es monte.

Entre en la casa y mi abuela ya preparaba la cena, se notaba debido a el aroma a caldo en la cocina, está temporada estoy viviendo con mi abuela, no solo desde el comienzo de vacaciones si no, desde hace seis meses, mi madre se ha decidido tomar unas vacaciones de mi, y de la familia, si nos ha dejado, antes éramos tres, mi abuela mi madre y yo, supondría la gente que como su hija me dolió saber que mi madre un día sin más se marchó, la verdad es que no, notaba su cansancio, y lo entiendo, prácticamente yo llegue a su vida cuando ella tenía la misma edad que yo actualmente, diecisiete, así que en lugar de odiarla por dejarnos intenté comprender cómo me sentiría yo, no se justificaba el abandono, pero no me sentía bien odiando la, más bien solo esperaba que estuviera bien y que regresara, total era la mujer que me enseñó a regaños y a veces ternura como ser alguien de bien.

Para mi abuela si fue duro, no solo le asustaba perder a una hija, si no que ganar a otra, siempre había estado ahí para mí, pero ahora era completamente la única familia que nos quedaba la una a la otra, aunque extraño, siempre mi abuela a pesar de saber que yo estaba para ella no me consideraba como su nieta más cercana, será por la relación con mi madre ya que nunca fue buena, Astrid (mi madre) por su lado no nos dejó a la deriva, ella si, se había ido, pero una vez al mes mandaba dinero para nosotros. En eso tenía cierta consideración. No era tan egoísta como parecía o tal vez si.

Puse las manos sobre los hombros de mi abuela que bordaba un pañuelo con tres mujeres en el, la tomé por sorpresa o eso parece debido al pequeño salto que la hice dar. Se quitó los lentes y me observó. Parecía pensativa hasta que de la nada se paró y apagó la estufa.

- Ya va a ser tiempo - dijo mientras nos servía a ambas.

- ¿tiempo de que abuela? - hable antes de llevarme una cucharada de sopa de fideos a la boca.

Ella no contesto, amo a mi abuela, es como mi madre ya lo he dicho pero a veces solía decir cosas sin sentido, ¿estragos de llegar a los 89? Supongo. Me dediqué a tomar la sopa hasta que ambas acabamos. Ninguna de las dos éramos muy platicadoras, pero a veces teníamos nuestras charlas de ratos largos.

Incendios De Nieve   // Loki Laufeyson // Fanfic.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora