La guerra del silencio.

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Quizás tenía que comenzar a desconfiar, quizás devolverle la forma en la que el le había estado tratando y volverse insoportable, total ya no había nada que perder.

Despertar atada en efecto no era la mejor forma de despertar, y aunque era la segunda vez que pasaba esta en efecto era incómoda, se sentía cansada, agotada, como si todo este tiempo hubiese estado dormida de pie, y sus muñecas empezarán a lastimarle.

Seguía en la habitación eso estaba claro, pero desde la última vez despierta tres días  habían transcurrido aunque para ella eso era desconocido, Astra se removió haciendo sonar los grilletes que al parecer se perdían en lo alto del techo, no sabía cuándo Loki había puesto eso, el usar magia y el poder de la gema no solo la había aturdido, también le había agotado al extremo, no sabía porque estaba en esta situacion.

—Veo que por fin te has dignado a abrir los ojos— La voz de el sonaba cerrada, no juguetón, no alegre, en completa seriedad, frío, similar a la primera vez que el vió.

—¿Porque estoy atada? —el camino de un lado a otro, observandole, había hecho dos trenzas evitando que su cabello estorbara o estuviera por doquier,—¿Cuánto tiempo he dormido?— Volvió a preguntar observando su mirada, centrada completamente en ella, tenía miedo, la mirada de el en este momento causaba terror, esa seriedad no significaba nada bueno.

— Astra, te recuerdo que tenemos o más bien tienes castigos pendientes— Volvió a hablar ignorando la segunda pregunta y solo limitándose a contestar la primera, escuchar aquello era mucho menos inspirador para Astra.

Tres dias de descanso había sido suficiente para que el poder de la gema reparase el cuerpo de ella, y en esos tres días de solo verle dormir, Loki se había dedicado a cuidarle de lo mejor, a cultivar su cuerpo, bañarle, y pulir ciertos aspectos en el, se había dedicado incluso a deshacerse de cada vello o cicatriz que pudiese hacer menos perfecto el cuerpo de ella.

—Crei que había logrado lo que querías, mis poderes de vuelta—Eso le daba la esperanza suficiente a ella para creer que estaba a bien y no merecía que le castigace.

—Si, lo has logrado, pero dime cuántas veces me has ignorado ese día, cuantos errores has cometido —dijo recordandole, en efecto que constantemente le había ignorado y que el no doblaría las manos para apremiar aquel comportamiento.

—Lo he logrado, incluso después de que entraras en mi cabeza y casi me mataras—ella parecía no despertar del mejor humor pues dijo aquello casi exigiendo que aquello era injusto y que le soltase.

— No lo ibas a lograr tu sola y menos si lo metias a el—aclaro Loki refiriéndose al pelirrojo, mientras se sentó en una silla frente a la muchacha.

—Si, y ha sido la mejor idea que has tenido mandarme ahí sola sin ningún tipo de protección...—reprocho Astra el hablarle de usted con cierto "respeto" se había desvanecido— Ni siquiera estabas ahí, eres un cobarde—dijo molesta, haciendo enojar a Loki.

Le intentaba golpear con palabras para defenderse de cualquier maldad que fuese a hacerle, sabía de sobra por las advertencias de Heimdall y de incluso Sleipnir pero no creia que fuera a volverse contra de ella tan repentinamente.

—Te di una oportunidad de hacerlo por tu cuenta, de pensar y —comenzaba a defenderse el cuando ella interrumpió, odiaba en sobremanera que cualquiera lo interrumpiera—No, no es cierto, desde un principio pensabas en controlarme, en usarme y ser tú quien lo matara, al igual que lo harás con todo lo que quieres— Grito Astra callandolo por unos segundos, la sensación de ser utilizada ahora parecía importar, le comenzaba a llenar la cabeza de coraje, era cierto lo que los demás decían.

Incendios De Nieve   // Loki Laufeyson // Fanfic.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora